En un inesperado giro de los acontecimientos veraniegos, Santiago Abascal, líder de Vox y aficionado a las fotos con camiseta ajustada y mirada intensa al horizonte, atraviesa un profundo bache emocional. ¿La razón? Mientras medio país se desvela por conocer hasta el último euro que Pedro Sánchez gasta en su descanso estival y se organizan tertulias interminables sobre el lugar exacto en el que se broncea, nadie parece tener el más mínimo interés en dónde pasa sus vacaciones Abascal.
“Es muy injusto”, declaró el político visiblemente compungido mientras doblaba con rabia un folleto turístico de Torremolinos. “¿De verdad a nadie le interesa si estoy en un resort de lujo, en un cámping con mosquitos o en un balneario con pensión completa? Yo también soy presidente de algo, aunque sea de mi partido. ¡Merezco que la prensa persiga mis chanclas!”.
El drama de no ser trending topic veraniego
Fuentes cercanas aseguran que Abascal lleva días refrescando compulsivamente su propio nombre en Google, esperando algún titular veraniego sobre él: “Las gafas de sol de Abascal generan furor en Marbella” o “Abascal, pillado comiendo espetos en la Costa del Sol”. Pero nada.
Mientras tanto, Pedro Sánchez acapara portadas por si usa Falcon, velero, coche oficial o teletransporte cuántico para llegar a Doñana. Cada gesto suyo en bermudas es diseccionado como si fuera la clave del destino de España.
“¿Y yo qué? ¡También sudo en verano! ¡También como helados de cucurucho! ¿Por qué nadie me hace un reportaje en bañador mirando al mar?”, se lamentó Abascal, dejando caer teatralmente un sombrero panamá que, al parecer, compró expresamente para llamar la atención de algún paparazzi.
Intentos desesperados por llamar la atención
En un intento de recuperar protagonismo, Abascal ha puesto en marcha varias estrategias:
- Filtraciones falsas: Rumores de que veranea en un rancho tejano, donde entrena a caballo mientras recita discursos patrióticos. Nadie se lo creyó.
- Posado en Instagram: Subió una foto de sus vacaciones en la terraza de su casa, rodeado de plantas artificiales y con una paella precocinada al lado. Apenas consiguió 200 “me gusta”.
- Rumor de crucero: Hizo circular que estaba a punto de embarcarse en un crucero por el Mediterráneo llamado “El Reconquistador”. Desgraciadamente, el barco no existe.
España reacciona con indiferencia
Mientras Sánchez genera debates encendidos en las barras de bar sobre si debería ir a Mojácar en bicicleta o en burro, el país entero parece mantener una absoluta indiferencia sobre los planes veraniegos de Abascal.
“¿Abascal? Ni idea de dónde está, y tampoco me importa. Lo mismo se ha quedado en casa viendo Verano Azul en bucle”, comentó un ciudadano al que se le preguntó en la playa de Benidorm.
Incluso los medios digitales que suelen seguirle con lupa han optado por el silencio: “Lo sentimos, pero la noticia de que se compró un flotador de unicornio en Decathlon no vende”, confesó un periodista bajo anonimato.
Final inesperado: vacaciones en el Congreso
Tras varios intentos fallidos, Abascal habría decidido pasar lo que queda de agosto en el Congreso de los Diputados, solo, con el aire acondicionado al máximo y un selfie stick para simular que está en distintas playas del mundo.
“Hoy en Cancún”, escribió en una de sus últimas publicaciones, junto a una foto en la que se le ve en el escaño con una toalla de rayas. Los comentarios no fueron piadosos: “Cancún no tiene moqueta, Santiago”.
Epílogo satírico
Quizás el verdadero drama no sea que la gente ignore las vacaciones de Abascal, sino que él esperaba que la comparación con Sánchez le diera titulares. Pero la realidad es cruel: mientras uno genera tertulias interminables, el otro apenas logra que su sombrero panamá aparezca en la sección de “objetos perdidos”.
El líder de Vox ha prometido que el año que viene dará un giro radical: planea montar una tienda de campaña frente al Palacio de la Moncloa para ver si alguien, al menos, le toma una foto y comenta su elección de saco de dormir.
Hasta entonces, sus vacaciones seguirán siendo un misterio… que a nadie le importa.