Agarren sus palomitas y prepárense para un espectáculo tan ridículo que hasta los payasos de circo se sonrojan. Ayer, el 27 de junio de 2025, el autoproclamado genio del universo animado, Adi Shankar, soltó la bomba más hilarante desde que alguien pensó que un reboot de Dino Crisis era buena idea. Según un tuit de Bounding Into Comics (¡benditos sean por darnos este chisme!), Shankar, el showrunner de la serie de Netflix Devil May Cry, se ha coronado a sí mismo como “el tipo que puede salvar Hollywood” y jura que está “haciendo que la animación americana sea jodidamente genial”. Sí, leyeron bien. Este hombre se puso una corona imaginaria y está gritando desde los tejados que es el mesías de la industria, mientras el resto de nosotros nos preguntamos si se tropezó con el set de SpongeBob y confundió a los peces cantantes con su coro de apoyo.
Vamos a desmenuzar esta joya de ego inflado con la precisión de un crítico de cine con demasiada cafeína. Shankar, conocido por su trabajo en Castlevania y ahora por esta adaptación de Devil May Cry, parece haber decidido que el mundo necesita un héroe… y ese héroe, por supuesto, es él mismo. En una entrevista con Esquire (porque nada grita “humildad” como posar para una revista de moda), este prodigio de 40 años soltó perlas como que quiere revolucionar la animación americana, llevándola a un nivel de “cool” que ni Travis Scott haciendo el baile de Dragon Ball podría igualar. ¿Su plan maestro? Tomar la esencia de los sábados por la mañana con caricaturas como X-Men y Gargoyles, mezclarla con un toque de cine para mayores de edad y un poco de nu metal, y voilà, ¡animación americana redimida! Si esto suena como la receta de un pastel que se quema en el horno, es porque lo es.
El Rey del Autoproclamado Reino
Primero, hablemos de esa corona que Shankar se puso él solo. En el mundo real, coronarse a uno mismo suele ser algo que hacen los villanos de operetas o los emperadores excéntricos con ejércitos de lacayos. Shankar, sin embargo, parece pensar que un puñado de series en Netflix y un pasado como fanático de la lucha libre lo convierten en el elegido. ¿Recuerdan cuando se disfrazó de Dante en Monday Night Raw? Sí, ese momento en el que irrumpió en un evento de la WWE con una silla plegable y maquillaje de rockero, dejando a los asistentes preguntándose si era una promoción de Devil May Cry o un segmento perdido de Jackass. Ahora, en esta entrevista, compara su carrera con la evolución de Chris Jericho, quien dejó el cabello largo por un look inspirado en Javier Bardem. “Tengo que reinventarme”, dice, como si fuera un transformer con esteroides y un ego del tamaño de Texas.
Pero esperen, hay más. Shankar asegura que su encuentro con el luchador Sabu en el aeropuerto JFK lo salvó de una vida aburrida en finanzas. Imagínense la escena: un joven Shankar, vestido con traje, esperando un vuelo a Chicago, cuando de repente aparece Sabu, el rey del caos con su estilo salvaje. “¿Eres un narcotraficante?”, le pregunta Sabu, y Shankar, en lugar de correr, lo sigue como un cachorro perdido. ¿Resultado? Adiós Citibank, hola Hollywood. Es como si Martin Scorsese hubiera abandonado el cine porque un mago de circo le dijo que las películas eran para perdedores. ¡Brillante lógica, Adi!
Devil May Cry: ¿Épica o Epifanía Política?
Ahora, hablemos de Devil May Cry, la serie que supuestamente va a cambiarlo todo. Shankar decidió que los demonios del infierno no eran suficientes, así que los convirtió en una alegoría del conflicto en el Medio Oriente, con Estados Unidos bombardeando el inframundo en busca de una nueva fuente de energía, todo acompañado por “American Idiot” de Green Day. Sí, amigos, nada grita “adaptación fiel del videojuego” como un comentario político sacado de un ensayo universitario de primer año. Los fans en X ya están teniendo un ataque de risa (o de furia), con usuarios como @YourPalAnus
señalando que la animación fue externalizada a Corea y la historia apesta tanto que deberían haber contratado a los coreanos para eso también. ¡Toma eso, Shankar!
Y no olvidemos el drama detrás de escena. Reuben Langdon, la voz original de Dante, reveló que no fue invitado a repetir su papel, lo que llevó a Shankar a justificarse diciendo que él es un “fan” que cosplayeó al personaje para atraer a Capcom. Claro, Adi, porque nada dice “autenticidad” como reemplazar a un actor veterano con Johnny Yong Bosch mientras te pavoneas con una peluca blanca. Además, hay rumores de que Shankar estaba “infeliz” con Devil May Cry 5 porque robó reflectores a su serie. ¿En serio? ¿Un juego que vendió millones te opaca? Tal vez el problema no es el juego, sino tu guión, amigo.
La Gran Visión: ¿Cool o Solo Ruido?
Shankar tiene una teoría: la animación americana está atrapada en “Kidland”, un lugar donde Hanna-Barbera reina y los adultos huyen despavoridos. Su solución es crear un género nuevo, algo entre caricaturas de sábado por la mañana, televisión de prestigio y cine clasificado R. Suena épico, ¿verdad? Excepto que olvida que el 70% de las series animadas americanas de 2025 se externalizan a estudios internacionales para ahorrar costos, según las tendencias de la industria. ¿Cool? Más bien barato.
Comparar su visión con cómo el hip-hop o Kanye West cambiaron la moda es un salto tan grande que ni Dante con su espada podría alcanzarlo. Shankar quiere que los jugadores de la NFL hagan el “Yabba Dabba-doo” en lugar de imitar a Goku, pero olvidó que el 65% de los adolescentes estadounidenses prefieren Jujutsu Kaisen a cualquier cosa que salga de Hollywood. Y su meta de superar a Arcane en audiencia (que en marzo de 2025 arrasó con 150 millones de horas vistas en su primera semana) es tan realista como prometer que va a pelear contra un tanque con un globo de agua. Adelante, Adi, ¡destruye ese tanque imaginario!
El Ego y el Espejo
Lo más divertido de todo es cómo Shankar se ve a sí mismo. Habla de su infancia traumática, moviéndose entre países con valores y lenguajes diferentes, como si fuera una excusa para justificar su obsesión con la propaganda y las narrativas manipuladoras. “No había puntos fijos”, dice, como si fuera un filósofo existencial en lugar de un productor que una vez fue demandado por Marvel por sus fan films del “Bootleg Universe”. Y esos desfiles en la alfombra roja con maquillaje al estilo KISS y abrigos con LEDS de $50,000? Más que un statement, parecen un grito de atención de alguien que no ha ganado un Oscar ni lo hará pronto.
Incluso su amor por el nu metal (¡Korn está de vuelta en 2024, por cierto!) y la lucha libre parece más un intento de aferrarse a una nostalgia de los 90 que una visión innovadora. Y mientras Hollywood enfrenta una huelga del Gremio de Escritores en 2025 por el uso de IA, Shankar esquiva el tema como si fuera un demonio en su propio juego. ¿Generación talentosa? Más bien una generación que necesita un espejo y un reality check.
Conclusión: El Bufón de la Animación
En resumen, Adi Shankar es el bufón autoproclamado de la animación americana, balanceándose en una cuerda floja entre genialidad y delirio. Su Devil May Cry puede haber recibido críticas “generalmente favorables” (77 en Metacritic, ¡qué logro!), pero las respuestas en X lo pintan como un narcisista con un ego tan inflado que podría explotar en la próxima convención. Mientras promete una Temporada 2 con Virgil en un giro cyberpunk (¡concept art filtrado, prepárense!), uno no puede evitar preguntarse si esto es arte o simplemente un circo de un solo hombre.
Así que, queridos lectores, sigan disfrutando del show. Shankar puede soñar con ser el salvador de Hollywood, pero por ahora, todo lo que ha salvado es nuestro sentido del humor. ¿Quieren apostar cuánto tiempo pasa antes de que anuncie su próxima reinvención? Mi dinero está en un disfraz de Duke Nukem en la próxima Comic-Con. ¡Pásenme las palomitas!

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