“El fuego ya no da para tanto: hace un mes todos defendían a Santos Cerdán, hoy lo visitan en prisión con tupper de croquetas”, afirma el locutor entre sorbo y sorbo de café amargo.
Madrid, 7 de julio de 2025 — Diario ASDF
En uno de esos momentos de radio que hacen historia —o al menos memes—, Carlos Alsina, el veterano periodista de Onda Cero, ha protagonizado una entrevista que pasará a los anales del cinismo con mayúsculas. Durante una conversación con Óscar López, jefe de gabinete de Pedro Sánchez y defensor honorario de causas imposibles, Alsina no pudo evitar lanzar la pulla del siglo:
“La palabra de un socialista no vale absolutamente nada, señor López. Hace un mes estaban todos ustedes poniendo la mano en el fuego por Santos Cerdán, y hoy está en Soto del Real viendo si le asignan celda con vistas.”
El estudio de radio, por un momento, pareció quedarse en silencio, no por respeto, sino porque hasta los micrófonos se atragantaron.
“Era otra época. El mes pasado”, responde Óscar López
Intentando recomponerse, Óscar López se refugió en el argumentario estándar del Gobierno, esa neolengua cuidadosamente diseñada para sonar como si dijeras algo mientras no dices absolutamente nada.
“Bueno, Carlos, hay que contextualizar… el mes pasado era otra época. En política, treinta días son como cinco legislaturas. Lo de Santos… pues fue una sorpresa para todos. Como un huevo Kinder, pero en vez de juguete, traía un ingreso en prisión”, balbuceó López mientras consultaba su carpeta titulada Respuestas para cuando la cosa se pone chunga.
Cerdán, de héroe a preso en tiempo récord
Recordemos que hace apenas cuatro semanas, Santos Cerdán era considerado por los suyos como “el escudero fiel”, “el hombre que lo sabía todo” y “el que nunca caería”. Incluso se habló de hacerle una rotonda en su pueblo natal, aunque por suerte se quedaron solo en la placa. Hoy, en cambio, lo han trasladado a prisión preventiva y ya ha solicitado cursos de cerámica y mindfulness, según fuentes penitenciarias.
Algunos socialistas, consultados por este diario, se han mostrado perplejos:
“Mira que me olía algo, pero como todos estaban poniendo la mano en el fuego, yo pensé: será cosa mía. Ahora tenemos todos los dedos chamuscados. Lo que no se chamusca es la vergüenza, porque ya no queda”, declaró un diputado anónimo mientras se alejaba disimuladamente de la sede del PSOE.
El fuego, en crisis de credibilidad
Desde que Pedro Sánchez inaugurara la ya mítica frase de “pongo la mano en el fuego por él” —aplicada indistintamente a Ábalos, Cerdán o el portero de Ferraz—, en España se ha registrado una alarmante subida de incidentes por quemaduras.
Fuentes de los bomberos aseguran que “nunca habíamos tenido tanto trabajo con dirigentes socialistas autoincendiándose las manos por compañeros que a la semana siguiente acaban imputados. Estamos considerando repartir guantes ignífugos a la Ejecutiva Federal”.
Incluso Protección Civil ha emitido un comunicado urgente recomendando a los cargos del PSOE que, en caso de duda, no pongan la mano en ningún sitio que no sea una mesa. Preferiblemente fría.
Alsina, imperturbable
Tras la entrevista, Alsina fue visto tomándose un café doble sin azúcar y anotando algo en su libreta, probablemente una nueva metáfora afilada para el siguiente escándalo gubernamental. Preguntado por la prensa a la salida de Onda Cero, se limitó a decir:
“A mí ya solo me sorprende cuando un socialista dice la verdad. Y aún así, pido segunda opinión.”
El nuevo manual del PSOE: la palabra mágica es “contextualizar”
Fuentes cercanas a Moncloa han filtrado el nuevo protocolo interno para salir del paso en entrevistas comprometidas: consiste en decir “eso hay que contextualizarlo” seguido de una larga pausa reflexiva. Si la tensión continúa, se recomienda sonreír y derivar la conversación hacia temas como el cambio climático, los avances en igualdad o las fotos de Pedro con líderes internacionales.
En resumen:
Mientras Santos Cerdán aprende a manejar el mando de la televisión en prisión y Óscar López se afana en contextualizar lo incontextualizable, Carlos Alsina sigue haciendo lo que mejor sabe: quitarle el barniz a la política con una cuchilla de precisión quirúrgica. Porque en este país, ya no basta con poner la mano en el fuego; ahora hay que llevar extintor.
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Alsina le recuerda a Óscar López que la palabra de un socialista no vale absolutamente nada. Hace un mes estaban todos poniendo la mano en el fuego por Santos Cerdán y hoy está en la cárcel.