Murcia / Soto del Real – En un giro de guion digno de una tragicomedia española escrita por un guionista con resaca, Santos Cerdán, secretario de Organización del PSOE y mano derecha de todo lo que huela a sanchismo, ha confirmado que ingresará próximamente en prisión. Pero, como buen socialista moderno, lo hará con estilo, dignidad, y una lista de exigencias más larga que la lista de promesas electorales sin cumplir del partido.
Según ha filtrado en exclusiva el Diario ASDF (porque el resto de medios estaban entretenidos con un vídeo viral de Pedro Sánchez abrazando un ficus), Cerdán ha pedido “una celda decorada en tonos cálidos, con sábanas de algodón orgánico, un rincón de meditación y que no me pongan cerca de ninguno de esos del PP, que la corrupción me da urticaria si no es de mi equipo”.
Una celda con wifi y sin Vox
Fuentes cercanas al entorno penitenciario afirman que la negociación para el ingreso de Cerdán ha sido más intensa que la investidura de Sánchez en 2019. Entre sus demandas se incluyen:
- Acceso ilimitado a Twitter, pero solo en modo lurker.
- Un espejo grande para practicar su cara de víctima del lawfare.
- Silencio absoluto de 9:00 a 10:00, su hora sagrada para leer a Toni Bolaño.
- Un botón de pánico por si algún funcionario le habla en tono de derechas.
También ha solicitado, aunque con menor insistencia, que su celda tenga vistas “a algo que me recuerde a Ferraz, como una pared desconchada o una bandera socialista vieja”.
Los delitos: “Pequeñas irregularidades de alto nivel”
Aunque la condena no ha sido aún firmada por el universo, todo apunta a que Cerdán ingresará por lo que los juristas progresistas denominan “desajustes administrativos post-democráticos”, y lo que el Código Penal prefiere llamar tráfico de influencias, malversación y falsedad documental, lo cual suena menos bonito pero más judicial.
Él, por su parte, no reconoce haber hecho nada malo. “Yo solo seguía órdenes. Bueno, las órdenes que me venían bien”, habría dicho entre lágrimas falsas y un leve temblor de ceja. “Si eso es delito, ¿entonces qué nos queda como país? ¿La ética? ¡Por favor!”
Pedro Sánchez, devastado pero elegante
El presidente del Gobierno ha reaccionado con tristeza medida y una frase ambigua lanzada desde un atril de metacrilato:
“Santos es un buen compañero, un hombre honesto, y esto es sin duda un ejemplo más de la instrumentalización de la justicia por parte de esos que quieren destruir España desde los tribunales. Vamos a seguir trabajando por la concordia. Y por los votos. Sobre todo por los votos.”
A continuación, se subió a un coche oficial eléctrico y desapareció entre las nubes de incienso institucional. Algunos aseguran que lloró en privado. Otros dicen que simplemente pidió que no le llamaran más para temas incómodos hasta septiembre.
Su celda, rebautizada como “El reservado de Ferraz”
En una maniobra de comunicación maestra, la cárcel ha decidido denominar su celda como “El reservado de Ferraz”, un espacio donde el PSOE podrá enviar otros cargos cuando empiecen a caer por la misma trama o por tramas paralelas que aún no tienen nombre pero que están en fase de cocción.
Se rumorea que ya hay un sofá-cama reservado para otro que tú sabes, y una pizarra blanca donde están apuntando nombres como si fuera un brainstorming de Netflix para una nueva serie:
“Celdas Socialistas: de la ejecutiva al talego”.
El merchandising no se hace esperar
Como parte de la estrategia de victimización chic, el PSOE ha lanzado una línea de productos solidarios bajo el lema:
“Todos somos Santos (menos cuando hay cámaras)”
Entre los productos más vendidos:
- Tazas con la frase “No es corrupción, es socialismo emocional”
- Sudaderas con capucha y logo del puño y la rosa en forma de esposas
- Pulseras rojas con GPS, para estar localizables si la cosa se tuerce
El pueblo habla (aunque no mucho)
A pie de calle, las opiniones están divididas. En un bar de Móstoles, un camarero resumía la situación con la precisión de un filósofo griego con resaca:
“Mira, que entren todos los que tengan que entrar. Y que no salgan hasta que devuelvan la pasta. Y si no devuelven, que al menos no vuelvan al Congreso con esa cara de superioridad. Ya está bien de tanto chulopiscinas con nómina pública.”
Mientras tanto, en Twitter, el hashtag #FreeCerdán ha sido confundido con una campaña para rescatar a un DJ catalán que se cayó a un pozo.
Conclusión: el futuro está entre rejas… o en un plató
Se espera que Cerdán aproveche su tiempo en prisión para escribir un libro tipo “Mis días de gloria en Soto del Real”, que será presentado en el Círculo de Bellas Artes y versionado por Netflix bajo el título:
“Rojo entre barrotes: diario de un mártir del sistema”
¿Será este el inicio del fin para el sanchismo? ¿O solo una pausa publicitaria antes del próximo giro argumental?
Sea como sea, en la cárcel ya le tienen preparado un uniforme. Rojo, por supuesto. Y con bolsillos grandes, por si acaso.