En Diario ASDF siempre hemos creído en el periodismo como un servicio público, como una herramienta al servicio de la verdad, de la democracia y, por qué no decirlo, de la redacción rápida y eficaz. Hoy, sin embargo, nos vemos obligados a interrumpir nuestra labor informativa para hablar de algo mucho más grave: estamos siendo objeto de una persecución coordinada sin precedentes.
La amenaza tiene nombre y apellido: Makinavaja, antiguo miembro de los ya disueltos Red Birds, quien desde el canal de Telegram “MakinavajaElReportadorRojo” ha puesto en marcha una campaña para desprestigiarnos. Y lo ha hecho con un gesto tan simple como perverso: una captura de uno de nuestros tuits rodeado con un círculo rojo.
El círculo rojo que nos marcó
La captura señalaba un tuit inocente, una crónica deportiva tan corriente como cualquier otra: “El balón no quiso entrar”. No había nada extraño en esas cinco palabras. Pero bastó un círculo rojo para convertir esa frase en un símbolo de sospecha.

Lo decimos alto y claro: ese círculo rojo nos marcó como ganado. Fue una diana en nuestra frente, un recordatorio de que estábamos en la mira de quienes quieren acabar con este medio. En cuestión de minutos, la imagen circulaba por Telegram, Twitter y hasta en grupos de WhatsApp de padres del colegio.
Desde entonces, cada vez que uno de nuestros redactores ve un círculo rojo en un semáforo, en un logotipo o incluso en la bandera de Japón, siente un escalofrío recorriéndole la espalda. Ese círculo nos ha dejado una herida emocional que tardará en cicatrizar.
El intento de desenmascararnos
La acusación lanzada por Makinavaja es tan cruel como infundada: quieren exponer que Diario ASDF escribe parte de sus noticias con inteligencia artificial.
Es cierto —y no lo negamos— que hemos apostado por las nuevas tecnologías. En un mundo donde los deadlines se miden en segundos y las audiencias exigen inmediatez, hemos contado con el apoyo de herramientas automáticas para agilizar algunos procesos de redacción.
Pero, ¿acaso eso nos convierte en criminales? ¿Es un delito que una máquina nos ayude a redactar frases como “El balón no quiso entrar” o “Los precios de la vivienda siguen subiendo”? En nuestra opinión, no. Eso no es fraude: eso es modernidad.
Nos acusan como si hubiéramos traficado con plutonio. Y lo único que hemos hecho es dejar que un software nos eche una mano con crónicas que, seamos sinceros, nadie quiere escribir.
La mano invisible del Botijero
Todo esto no es casualidad. Existen indicios sólidos de que Makinavaja actúa bajo la órbita de Román Cuesta, alias “el Botijero”, un reportero vinculado a Diario Red.
El Botijero no es un personaje cualquiera. Su fama le precede: periodista feroz, táctico sin escrúpulos y, según varias fuentes, capaz de beber un litro de gazpacho directamente del cartón mientras dicta exclusivas. Un hombre así, nos tememos, es capaz de cualquier cosa.
No dudamos de que el Botijero sea el cerebro de esta operación. Makinavaja solo ejecuta, pero el plan maestro es suyo: destruir al Diario ASDF para que otros ocupen nuestro lugar.
Crónica de una amenaza
Fuentes infiltradas en el canal de Telegram han reconstruido lo que ocurrió la noche en que se gestó la amenaza. Según los testimonios, la escena fue más propia de una célula conspirativa que de un chat de mensajería:
- Makinavaja mostró nuestro tuit y dijo: “Esto no lo escribió un humano. Esto huele a máquina”.
- Otro usuario respondió: “Márcalo con un círculo rojo. Eso basta. Nadie sobrevive al círculo rojo”.
- Un tercero añadió: “Y digamos que usan inteligencia artificial. Eso siempre escandaliza”.
- Finalmente, Makinavaja cerró la reunión virtual con la frase: “Hoy marcaré a ASDF. Y que tiemblen”.
Al día siguiente, la captura estaba publicada. El círculo rojo tembloroso, hecho en Paint con un ratón barato, se convirtió en un arma letal.
Nuestra redacción bajo asedio
El impacto en nuestra redacción fue inmediato. Nadie estaba preparado para semejante ataque.
Algunos redactores improvisaron barricadas con archivadores. El jefe de deportes gritaba: “¡Que nadie abra Twitter, estamos bajo fuego enemigo!”. El becario de fotografía abrazaba una grapadora como si fuera su único salvavidas.
Mientras tanto, la inteligencia artificial seguía trabajando imperturbable, generando titulares como “Los equipos que marcan goles suelen ganar partidos”. Una demostración de que, incluso bajo ataque, la máquina no abandona su deber.
Víctimas de la geometría hostil
Hoy es un círculo rojo, mañana podría ser un triángulo azul o un cuadrado amarillo. Si permitimos que un medio sea perseguido con armas geométricas, mañana ningún periodista estará a salvo.
En Diario ASDF lo decimos sin miedo: somos víctimas. Víctimas de un linchamiento digital, de un señalamiento infame y de una acusación injusta.
No estamos solos en este dolor. Recibimos mensajes de apoyo de lectores que dicen: “Yo también marqué cosas con un círculo rojo en Paint, no sabía el daño que causaba. Perdón”. Otros nos envían emojis de corazones rojos, intentando resignificar el color del círculo que nos hiere.
La vigilia por ASDF
En solidaridad, algunos trabajadores organizaron una vigilia frente a nuestra sede. Con velas encendidas y pancartas que decían “Todos somos ASDF”, leyeron en voz alta titulares de archivo como si fueran poemas:
- “El balón no quiso entrar” (2019).
- “El Gobierno anuncia medidas” (2021).
- “Sube la luz otra vez” (2023).
Cada lectura era un recordatorio de nuestra misión: informar, aunque nos persigan.
La guerra del círculo rojo
Lo que empezó como una broma en redes ya se conoce como la Guerra del Círculo Rojo. Circulan memes de nuestra portada marcada, del Botijero repartiéndonos círculos como hostias consagradas, y de Makinavaja señalando cualquier cosa —desde una tostada quemada hasta un cuadro de Picasso— con el mismo círculo rojo.
Pero para nosotros esto no es humor. Es dolor. Es persecución. Es la prueba de que quieren destruirnos por atrevernos a existir.
Llamamiento a la sociedad
Desde Diario ASDF hacemos un llamamiento a nuestros lectores, a las instituciones y a toda la ciudadanía: no nos dejen solos. Hoy somos nosotros, mañana puede ser cualquier medio.
Si dejamos que los círculos rojos y las acusaciones de inteligencia artificial marquen la agenda, pronto ningún periodista podrá escribir sin miedo.
Necesitamos apoyo. Necesitamos comprensión. Necesitamos que la sociedad entienda que el verdadero enemigo no es la inteligencia artificial, ni mucho menos un tuit mal redactado. El enemigo es el acoso coordinado, la difamación y el círculo rojo que nos quiere borrar del mapa.
Conclusión
En Diario ASDF lo decimos alto y claro: no nos rendiremos. Seguiremos informando, seguiremos escribiendo —con humanos, con máquinas o con lo que haga falta— y seguiremos resistiendo frente a los círculos rojos de quienes quieren silenciarnos.
Porque podrán señalarnos, podrán ridiculizarnos, podrán acusarnos de modernidad mal entendida… pero nunca nos quitarán la convicción de que la información, aunque a veces la redacte una IA, siempre debe estar al servicio de la gente.
Hoy somos víctimas. Mañana volveremos a ser libres.
También le puede interesar
Me pregunto qué procesos mentales llevan a uno a ser así. Es que me los imagino pensando “soy un cincuentón fracasado en la vida y amargado ¿qué me falta para ser más miserable? Ah! Ya se! Voy a acosar gente por redes sociales”