Diario ASDF

Señoras y señores, prepárense para el drama del siglo en el mundo gamer, porque según un artículo sensacionalista de The Gamer (sí, ese bastión de la objetividad periodística), las tramas de Baldur’s Gate 3 están siendo “cortadas” y la diversidad está siendo arrancada de los videojuegos como si fuera un mal pelo en una ceja mal depilada. Todo esto, claro, porque Donald Trump ganó las elecciones de 2024 y, al parecer, su primer decreto presidencial fue: “¡Que no haya más elfos gays ni orcos trans en mis RPGs!”. Vamos a desmenuzar esta chorrada con un poco de humor, sátira y un toque de incredulidad, porque si algo nos sobra en 2025, es tiempo para reírnos de las tonterías.El Titular que Gritó “¡Auxilio, mi Inclusividad!”El artículo, firmado por la intrépida Rhiannon Bevan (¿será pariente de algún bardo de Faerûn?), nos avisa con bombos y platillos que un actor de Baldur’s Gate 3 —probablemente Samantha Béart, la voz de Karlach, esa tiefling que podría derretir corazones y demonios con igual facilidad— ha soltado la bomba: ¡las empresas están eliminando diversidad de los juegos! Y todo esto, según el texto, tiene su raíz en la victoria de Trump. Porque, claro, nada grita “política regresiva” como un presidente que, entre construir muros y tuitear sobre hamburguesas, decide que los videojuegos deben ser tan diversos como una reunión de clones en una película de ciencia ficción barata.Imagínense la escena: Trump en la Casa Blanca, con su melena dorada ondeando al viento, dictando órdenes a Larian Studios por Zoom: “¡Saca a ese enano pansexual y ponme un caballero blanco heterosexual con espada gigante! ¡Y que cante el himno americano mientras lucha contra el dragón!”. Claro, porque nada dice “épica medieval” como un desfile de banderas estrelladas en el Bosque de Chult.La Diversidad: ¿Un Extra que Nadie Pidió?El artículo sugiere que esta supuesta purga diversitaria viene acompañada de la resurrección del movimiento GamerGate, ese aquelarre digital que hace una década convirtió Twitter en un campo de batalla entre puristas del joystick y defensores de la inclusión. Según The Gamer, ahora los desarrolladores están temblando ante la idea de incluir personajes no blancos o queer, porque —¡sorpresa!— alguien en internet dijo que no venderían. Olviden que Baldur’s Gate 3 ha vendido 15 millones de copias con su elenco multicolor y sus romances interspecies; la narrativa aquí es que Trump ha convertido los videojuegos en un monólogo de comedia conservadora.Pero vamos a ser honestos: ¿alguien realmente cree que la diversidad en los juegos es un problema tan grave que merece un artículo de pánico? puedo asegurarles que la mayoría de los jugadores no están perdiendo el sueño porque su paladín favorito sea bisexual o porque el orco del pueblo tenga un pasado complicado con su identidad de género. De hecho, la única queja real que he visto es cuando el lag arruina una raid, no cuando un NPC te guiña el ojo con intenciones románticas.El Actor que Lloró en el MicrófonoSamantha Béart, la valiente voz detrás de Karlach, parece ser la heroína trágica de esta historia. Según The Gamer, ella advirtió que los desarrolladores están censurando sus obras para complacer a las masas trumpistas. ¡Pobre Samantha! Imagino que está ahora mismo en su castillo de grabación, rodeada de velas, llorando mientras lee guiones recortados donde su personaje solo dice: “¡Argh, soy una tiefling mala y punto!”. Claro, porque nada grita “censura” como eliminar un subplot donde Karlach organiza un desfile del orgullo en el Inframundo.Pero esperen, ¿no fue Baldur’s Gate 3 elogiado precisamente por su libertad narrativa? Este juego te deja besar a quien quieras, matar a quien te dé la gana y, si te aburres, puedes convertirte en un dios malvado con un chasquido de dedos. ¿De verdad creen que Larian Studios, esos genios belgas que nos dieron un modding toolkit y cross-play, van a doblegarse ante un tuit de MAGA? Por favor, si hasta tienen un modo foto para que captures a tu personaje en poses ridículas. ¡Eso es arte, no censura!Las Respuestas en X: Un Circo de OpinionesEl tuit de Pirat_Nation que compartió esta noticia desató un pandemónium en X, como era de esperarse. Algunos usuarios, como @Knight_of_Divine_Liberty, aplaudieron la supuesta eliminación de la diversidad, diciendo que solo quieren “diversidad orgánica” y no “propaganda política”. Claro, porque un elfo con novio elfo es claramente una agenda del Nuevo Orden Mundial, mientras que un humano blandiendo una espada es “orgánico”. Otros, como @PimpMasterYoda1
, gritaron “¡Saca lo gay!” con la sutileza de un ogro en una tienda de porcelana.Y luego está el genio de @PriesttPriestt
, que soltó la perla: “Amenazar con cortar contenido solo funciona si era contenido que alguien quería”. Amigo, si el contenido es tan malo que nadie lo quiere, ¿por qué estamos discutiendo sobre ello? ¿Acaso alguien lloró cuando cortaron esa escena donde el caracol gigante confesaba su amor por el herrero? No, porque nadie la pidió.La Verdad Detrás del TelónVamos a quitarnos la máscara de la sátira por un segundo (tranquilos, la vuelvo a poner pronto). La industria del videojuego siempre ha sido un reflejo de la sociedad, con sus aciertos y sus excesos. Baldur’s Gate 3 triunfó porque ofreció una experiencia rica, no porque metiera diversidad a la fuerza. Si ahora hay estudios que recortan tramas por presión política o miedo al backlash, eso dice más de su cobardía que de un mandato presidencial. Y si Trump realmente está detrás de esto, que alguien le diga que tiene mejores cosas que hacer, como pelearse con Elon Musk por el control de Twitter 2.0.En resumen, el artículo de The Gamer es un festín de exageración servido con una salsa de victimismo. La diversidad en los juegos no se está “eliminando”; simplemente está evolucionando, como todo en esta industria caótica. Así que, queridos lectores, sigan jugando, sigan riendo y, si ven a un NPC queer, dénle un abrazo virtual. Porque al final, lo que importa no es el género del personaje, sino si puede matarte un dragón con estilo. ¡Y con eso, me despido, porque tengo que ir a programar un romance interdimensional para mi próxima actualización!