¡Prepárense, humanos! Según un informe alarmante (o tal vez emocionante, no estamos seguros), la NASA ha elevado el riesgo de que el asteroide 2024 YR4 nos estrelle su cara rocosa el 22 de diciembre de 2032. Sí, justo en el día de la Lotería de Navidad, porque al parecer este pedrusco tiene un sentido del humor apocalíptico. Las probabilidades han subido al 3.1% desde el 2.6% de ayer, lo que lo convierte en el “rey del peligro espacial”, superando incluso a aquel asteroide de 2004 que, al final, solo pasó a saludar con un “hola” y se fue.
🌐| La NASA afirma que ahora hay un 3,1 % de posibilidades de que un asteroide impacte la Tierra en 2032, frente al 2,6 % de ayer. Esta es la evaluación de riesgo más alta que ha recibido un asteroide, superando el 2,7 % en 2004 #ULTIMAHORA #NASA #meteorito.
Pero tranquilos, no todo son malas noticias. Según los expertos de la Red Internacional de Alerta de Asteroides (IAWN), este asteroide, de apenas 55 metros de ancho –aproximadamente el tamaño de un edificio grande o un ego inflado de influencer–, podría ser el nuevo ídolo de TikTok. “Podría ser una oportunidad para un evento viral”, dijo un astrónomo anónimo, sugiriendo que lancemos confeti espacial para darle la bienvenida. El mapa del “corredor de impacto” publicado por TG Noticias muestra que, si decide estrellarse, podría visitar ciudades como Bogotá, Lagos y Mumbai, dejando un cráter tan grande que incluso Elon Musk querría colonizarlo.
¿Y qué pasaría si choca? Bueno, los científicos aseguran que sería como la explosión de Tunguska en 1908, pero con más drama y menos renos. Imagínense: árboles derribados, redes sociales colapsadas con hashtags como #AdiósTierra y #AsteroidSelfie, y probablemente un aumento en las ventas de bunkers y máscaras de gas en Amazon. Pero no se preocupen, la Agencia Espacial Europea (ESA) ya está planeando una misión para desviar al asteroide… o, al menos, para pedirle que firme un contrato de no agresión antes de 2032.
El mapa del “corredor de impacto” publicado por TG Noticias muestra que, si decide estrellarse, podría visitar ciudades como Bogotá, Lagos y Mumbai, dejando un cráter tan grande que incluso Robert Duvall, el héroe de Deep Impact, querría surfear las olas gigantes que generaría. ¿Y qué pasaría si choca? Los científicos aseguran que sería como la explosión de Tunguska en 1908, pero con más drama, menos renos y un final lacrimógeno estilo Deep Impact, donde todos lloramos mientras el asteroide se parte en dos y arrasa la mitad del planeta.

No se preocupen, la Agencia Espacial Europea (ESA) ya está planeando una misión para desviar al asteroide… o, al menos, para pedirle que firme un contrato de no agresión antes de 2032, inspirados por el fallido plan nuclear de Armageddon (spoiler: ¡los perforadores casi se pierden en el espacio!). Mientras tanto, telescopios como James Webb están siguiendo su trayectoria, aunque algunos conspiranoicos aseguran que el asteroide en realidad es un OVNI disfrazado que viene a entregarnos la receta del pan interdimensional… o tal vez un guion perdido de Deep Impact para una secuela.
Otros, más prácticos, sugieren que aprovechemos el 3.1% de probabilidad para organizar una fiesta global: “Si vamos a desaparecer, que sea con baile, piñatas y la banda sonora épica de Armageddon”, propuso un usuario en X. Así que, queridos lectores, mientras la NASA ajusta sus cálculos y los gobiernos discuten quién paga la factura del desvío, mantengan la calma, compren provisiones (o disfraces de astronauta) y prepárense para el evento cósmico del siglo… o, al menos, para un buen meme inspirado en Hollywood. ¡Que la fuerza –y el sentido del humor– nos acompañe!