Madrid, 19 de mayo de 2025 – En un giro de acontecimientos que ha dejado a España rascándose la cabeza y a las redes sociales en llamas, el Gobierno ha confirmado que ha desembolsado 3.250 euros al mismísimo Francisco Franco, fallecido en 1975, para que produzca una serie de vídeos promocionales sobre el influencer y tertuliano político Alán Barroso.
Según fuentes del Ministerio de Innovación y Memes, el contrato se firmó tras una “sesión de espiritismo de emergencia” en Moncloa, donde se invocó al Caudillo para liderar una campaña que contrarreste la popularidad de Barroso en TikTok. “Necesitábamos a alguien con experiencia en controlar narrativas y, francamente, nadie lo hacía mejor que Franco”, declaró un portavoz anónimo, mientras esquivaba preguntas sobre cómo se transfirió el dinero a una cuenta bancaria registrada en el Más Allá.
El acuerdo incluye la producción de tres vídeos cortos en los que Franco, supuestamente desde una dimensión paralela, elogia las virtudes de Barroso, como su capacidad para generar titulares con un solo tuit y su peinado “que desafía la gravedad”. Sin embargo, los primeros borradores filtrados muestran a Franco confundiendo a Barroso con un joven falangista y exigiendo que “se corte el pelo y se ponga una camisa azul”.
La oposición no ha tardado en reaccionar. El líder de Vox, Santiago Abascal, calificó la iniciativa como “una falta de respeto al legado de Franco, que debería estar haciendo vídeos contra el comunismo y no sobre un tuitero”. Por su parte, Podemos ha exigido que el dinero se destine a “resucitar digitalmente a Lenin para un canal de Twitch”. Mientras tanto, Alán Barroso ha respondido con un vídeo de 15 segundos en el que, entre risas, dice: “Si Franco me da like, me retiro”.
Las redes sociales están divididas. El hashtag #FrancoVlogs ha acumulado 2 millones de publicaciones, con memes que van desde montajes de Franco en un set de grabación con filtros de Instagram hasta especulaciones sobre si el dictador usará un dron para las tomas aéreas. “Si Franco hace un TikTok bailando con Alán, me borro de internet”, escribió un usuario en X.
El Gobierno insiste en que el proyecto es “una inversión en cohesión social” y ha prometido un cuarto vídeo en el que Franco y Barroso debatirán sobre el futuro de la patria en un plató virtual. Sin embargo, la polémica no cesa, y ya se rumorea que el espíritu de Carrero Blanco ha exigido un cameo.
Por ahora, España espera con una mezcla de incredulidad y morbo el estreno de los vídeos, mientras el Ministerio de Hacienda investiga cómo Franco logró abrir una cuenta en PayPal desde el Valle de los Caídos.
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