Madrid, 29 de julio de 2025 — Por Anacleto Bengala, corresponsal en Sensualidad Normativa.
En un giro completamente inesperado pero perfectamente lógico dentro del universo legislativo español, el Gobierno ha aprobado un Real Decreto-Ley que obliga a contar con un coordinador de intimidad certificado en todas las producciones audiovisuales donde haya contacto físico de alto voltaje, jadeo sospechoso o más de una nalga expuesta en el plano.
La medida, impulsada por el recién creado Ministerio de Placer Responsable y Coreografía Erótica, ha sido presentada por su titular, la exactriz de series de sobremesa Patricia Reprimida, quien defendió la norma vestida con un corsé de látex reciclado y una carpeta de cartón con pegatinas de “No sin mi consentimiento™”.
“No podemos seguir permitiendo que el sexo en la pantalla se produzca sin un criterio técnico, ético y coreográfico. No todo vale. El misionero descuadrado, la cucharita con mala iluminación o el clásico empujón de más en plena toma… son formas de violencia estética”, declaró Reprimida mientras su intérprete de lengua de signos se sonrojaba y empezaba a ventilarse con las manos.
¿Qué hace un “coordinador de intimidad”?
Según el decreto, el coordinador de intimidad, también conocido como C.O.I.T.O. (Coordinador Oficial de Intimidad y Técnicas Orgásmicas), será una figura indispensable en todo rodaje de contenido con carga erótica superior a 0,5 orgasmos por minuto.
Sus funciones incluyen:
- Asegurar que las caricias estén dentro del margen autorizado por el Instituto Nacional del Tacto.
- Comprobar la temperatura de las miradas, evitando el “gaze tórrido no consentido”.
- Medir el sudor corporal con una regla graduada por el CIS.
- Interrumpir cualquier escena si uno de los actores se está “creyendo demasiado el papel”.
Se prevé incluso que estos profesionales lleven una luz roja de alerta moral, una especie de linterna gigante que activa una alarma si detectan una embestida fuera del plano acordado, o si el actor improvisa un gemido que no estaba en guion.
La normativa también llega a tu casa (sí, a TU casa)
Pero el Gobierno ha ido aún más lejos. En una disposición adicional tan inquietante como innovadora, se establece que la presencia de un coordinador de intimidad será obligatoria también en las grabaciones sexuales de carácter doméstico o personal.
Es decir: cualquier pareja, trío, o cuarteto que desee grabarse en la intimidad de su hogar, ya sea para su disfrute privado o para subirlo a plataformas como OnlyFans, deberá solicitar previamente un C.O.I.T.O. oficial mediante el portal MiCama.gob.es, donde podrán elegir entre tres modalidades de asistencia:
- Presencial discreto: el coordinador se sitúa en una esquina de la habitación con una tablet y auriculares, murmurando “todo bien, seguid así”.
- Supervisión remota en directo: una videollamada obligatoria con un funcionario en bata de felpa que ofrece consejos técnicos si detecta fallos de ritmo o mala angulación.
- Modo Avatar: presencia digital de un holograma en forma de dragón sabio que recita frases como “el consentimiento es sexy” mientras flota sobre el cabecero de la cama.
Para los más tradicionales, se permitirá imprimir en papel el formulario de consentimiento mutuo antes del coito. Este documento, de 14 páginas, incluye un esquema de posturas autorizadas, niveles de intensidad permitidos y una cláusula de arrepentimiento retroactivo de hasta 48 horas.
Las nuevas certificaciones: del INEM al INEMOS
Para poder ejercer como C.O.I.T.O., los aspirantes deberán cursar un máster presencial de 600 horas en el Instituto Nacional de Estudios Morales sobre el Sexo (INEMOS). Las asignaturas incluyen:
- “Posturas y Postureo: del Kama a Netflix”.
- “Erótica slow: cómo hacer que dos personas desnudas tarden 45 minutos en rozarse”.
- “Descolonizando el deseo: no todo el mundo quiere un trío”.
- “Coaching de gemidos sostenibles”.
El primer examen práctico consiste en detener una escena de sexo descontrolado entre dos actores que fingen pasión por contrato, usando únicamente una mirada desaprobadora y un silbato con forma de preservativo.
Sanciones por incumplimiento
Las productoras que filmen escenas íntimas sin C.O.I.T.O. oficial recibirán multas de hasta 69.000 euros (una cifra elegida por “motivos obvios”, según el BOE), y deberán emitir un comunicado pidiendo disculpas a la audiencia “por haber contribuido al libertinaje no regulado”.
Los ciudadanos particulares también se verán afectados: quienes suban vídeos sexuales caseros sin registro del coordinador podrán ser sancionados con la pérdida temporal del derecho a las fantasías espontáneas. Además, sus colchones podrán ser precintados con una cinta de “contenido no autorizado”.
Reacciones del sector
Mientras la Academia del Cine Español ha celebrado la medida como “un paso más hacia el erotismo fiscalmente responsable”, otros sectores han mostrado cierta confusión. Directores como Pedro Almodóvar han solicitado una moratoria de la ley alegando que “el deseo no se coreografía, se suda”, mientras que Nacho Vidal, ahora embajador de la Cámara de Comercio de Torrelodones, ha lamentado que “los rodajes ya no son lo que eran… antes un polvo era arte, ahora es burocracia”.
El sector doméstico no se ha quedado callado: asociaciones de parejas swinger, exhibicionistas con vocación artística y youtubers porno-caseros han anunciado una “huelga de coito grabado” para protestar contra lo que llaman “el Gran Hermano Orgásmico”.
Aplicación para denunciar lujuria sin licencia
El Ministerio ha anunciado también el lanzamiento de una app oficial llamada “IntimApp”, que permitirá a los ciudadanos denunciar escenas sospechosas de lujuria no controlada, tanto en la ficción como en sus comunidades de vecinos.
La app contará con filtros inteligentes para detectar “jadeos sospechosos tras la pared”, “ruido de cabecero por encima del promedio” y “llamadas telefónicas con tonos eróticos de fondo”.
En caso de duda, se activará un protocolo de intervención rápida: el C.O.I.T.O. de guardia llegará en una moto eléctrica con casco rosa y bloc de notas. Su presencia legalizará el acto y añadirá un sello de conformidad en el marco de la puerta.
Conclusión
En definitiva, el sexo en España, ya sea en la pantalla o en la cama, será desde ahora tan espontáneo como una inspección de Hacienda y tan íntimo como una reunión de vecinos grabada por la policía.
El Estado, ese amante omnipresente, cuidará de que nadie se roce sin hoja firmada, de que el clímax esté en el presupuesto y de que el único gemido inesperado sea por evasión de responsabilidades, no de pantalones.
Así que ya lo sabes: antes de desnudarte… pide cita con tu C.O.I.T.O. de zona.
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