David Sánchez Pérez-Castejón, hermano del presidente del Gobierno, ha decidido renunciar a su puesto como jefe de la Oficina de Artes Escénicas de la Diputación Provincial de Badajoz. Esta decisión, tomada minutos antes de las tres de la tarde de este miércoles, ha dejado a todos boquiabiertos, ya que nadie podría haber anticipado que alguien bajo investigación por supuestas irregularidades en su contratación optaría por dimitir.
Todo comenzó en 2017, cuando David consiguió el puesto de coordinador de conservatorios en tiempo récord, casi tan rápido como un solo de guitarra de speed metal. Sin embargo, la partitura se complicó cuando la justicia empezó a investigar si su contratación había sido más “afinada” de lo normal.
Tras meses de ensayos judiciales y con una investigación que parecía más una ópera que un proceso legal, David ha decidido entonar el “tocata y fuga”. Según fuentes cercanas, el ruido mediático y la presión emocional le han hecho perder el compás. También según fuentes cercanas, aún no sabe dónde estaba su despacho.
Ahora, la pregunta que todos nos hacemos es: ¿volverá David a los escenarios musicales o seguirá componiendo en otros ámbitos? Lo que está claro es que, en esta ocasión, la política y la música han hecho una colaboración digna de los mejores duetos.
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