En un giro que solo podría haber sido orquestado por el destino, el hermano de Pedro Sánchez, conocido en los círculos musicales como el gran músico David Azagra, ha tenido su propia sinfonía de escándalos que ha culminado en un cierre digno de una ópera cómica.
David Sánchez Pérez-Castejón, más conocido por su nombre artístico David Azagra, es un licenciado en Económicas y Empresariales que decidió cambiar la melodía de los números por la de las notas musicales, habiendo estudiado Composición y Dirección de Orquesta en lugares tan exóticos como San Petersburgo y Tokio. En una charla con el experto en expertitudes, Igor Grokanchov, nos hizo un magnifico analisis de su obra más representativa.
Este virtuoso de la batuta, que ha sabido captar la atención por su talento… y por sus problemas legales.
La investigación judicial sobre su desempeño en la Diputación de Badajoz, donde se le acusaba de tocar la flauta dulce con los dedos en Portugal mientras su salario sonaba en España, ha sido todo un concierto de acusaciones. Malversación, prevaricación, tráfico de influencias, una verdadera sinfonía de cargos que han hecho que hasta el más sordo en política se enterase de su melodía.
Y justo cuando creíamos que no podría haber un bis más sorprendente, llega el anuncio de su nombramiento como asesor del Teatro Real. Sí, el mismo Teatro donde las tragedias y las comedias se encuentran, ahora tendrá a David Azagra como uno de sus consejeros, demostrando que en la política y el arte, la realidad supera a la ficción.
Pero ante la presión de los acordes judiciales, David decidió dar su propia interpretación de “La Renuncia”, dejando atrás su puesto en la Diputación de Badajoz con la esperanza de que los reflectores se apagasen. Pero, oh sorpresa, justo cuando pensábamos que la función había terminado, se descubre que nuestro maestro ha decidido tomarse una baja por depresión, una pausa dramática en su carrera que le permitirá seguir recibiendo su salario sin dirigir ni una sola nota.
Así que, amigos, aquí tenemos al hermano de Pedro Sánchez, el gran músico, pasando de una investigación a una renuncia, de una baja por depresión a un nuevo puesto en el Teatro Real. Solo en España, donde la vida política es más entretenida que cualquier telenovela, podríamos ver cómo una carrera musical se convierte en una verdadera comedia de errores. ¡Bravo, maestro!