La victoria de Donald Trump en las elecciones presidenciales de Estados Unidos el 8 de noviembre de 2024 marcó un punto de inflexión en la política estadounidense, con repercusiones que se han extendido a múltiples sectores, incluido el de los videojuegos. Un ejemplo reciente y revelador de este cambio es la decisión de Naughty Dog, el prestigioso estudio de desarrollo de juegos conocido por títulos como *The Last of Us* y *Uncharted*, de difuminar lo que parece ser una camiseta con un diseño amigable hacia la comunidad LGBTQ+ en su video retrospectivo por su 40 aniversario, publicado el 9 de noviembre de 2025. Este movimiento, que ha generado un torbellino de reacciones en plataformas como X, refleja un fenómeno más amplio: el “pendulazo” de las compañías para adaptarse a un clima político más conservador tras la llegada de Trump al poder.

El Contexto Político y Económico Post-Trump
La toma de posesión de Donald Trump el 20 de enero de 2025 trajo consigo una serie de órdenes ejecutivas que redefinieron el panorama económico y político. Entre ellas, un memorando del 13 de febrero de 2025 estableció un arancel universal del 10%, con picos de hasta el 125% sobre productos provenientes de China, como parte de su agenda proteccionista. Esta medida, según informó la Tax Foundation el 4 de noviembre de 2025, incrementó la carga fiscal promedio de los hogares estadounidenses en 1.300 dólares, afectando directamente el poder adquisitivo y forzando a las corporaciones a reconsiderar sus estrategias de mercado. Además, el Fondo Monetario Internacional (FMI) advirtió en octubre de 2025 que estos aranceles estaban generando volatilidad global, con un crecimiento económico proyectado del 3.2% para 2025 y 3.1% para 2026, por debajo de las estimaciones previas.


En este contexto, las empresas enfrentan una presión adicional debido a las políticas internas de la administración Trump. Chatham House destacó el 26 de septiembre de 2025 que el temor a represalias ha silenciado a muchas corporaciones. La Casa Blanca ha implementado un “índice de lealtad” que rastrea a más de 500 empresas, evaluando su alineación con la agenda trumpista. Esta vigilancia ha llevado a un cambio drástico en las prioridades corporativas, donde evitar controversias políticas se ha convertido en una estrategia de supervivencia. Para compañías como Naughty Dog, que opera bajo el paraguas de Sony, un gigante multinacional con intereses globales, este entorno ha significado un replanteamiento de cómo presentar su imagen pública.

El Caso de Naughty Dog: Un Símbolo del Pendulazo Corporativo


El video retrospectivo de 40 años de Naughty Dog, lanzado el 9 de noviembre de 2025, fue diseñado para celebrar los hitos de la compañía, desde sus inicios como JAM Software hasta su transformación en un pilar de los éxitos de Sony como *The Last of Us*.

Sin embargo, un detalle captó la atención de los usuarios de X: la difuminación de una sección de la camiseta de un empleado, que muchos interpretaron como un diseño con temática LGBTQ+. Publicaciones como la de @Pirat_Nation señalaron este hecho con un tono sarcástico: “Naughty Dog difumina lo que parece una camiseta amigable con la comunidad LGBTQ+ en su último video. ¡Jajajajaahh!” Este incidente desencadenó un debate en línea sobre si la decisión reflejaba un cambio ideológico o simplemente una medida de rutina para evitar problemas de derechos de autor relacionados con logotipos.

La reacción en X fue polarizada. Algunos usuarios, como @khaliltooshort, sugirieron que la movida indicaba un abandono cínico de los valores progresistas cuando ya no resultan rentables: “Cuando dejen de usarte para ganar dinero, dejarán de fingir que les importas.” Otros, como @LongWJohnson, plantearon una explicación más práctica: “¿Cómo sabemos que es LGBTQ+ y no solo un logotipo que no pueden mostrar por derechos de autor?” Mientras tanto, críticos como @PlasticChairDis celebraron el cambio como una victoria contra el activismo, afirmando que las ventas en declive habían hecho “radioactiva” la asociación con movimientos progresistas.

Este episodio no es aislado. Naughty Dog, conocida por incorporar narrativas diversas en juegos como *The Last of Us Part II*, donde un personaje lésbico central generó tanto elogios como controversia, parece haber optado por una postura más cautelosa. La difuminación podría interpretarse como un intento de evitar alienar a una base de consumidores que, según estudios como el de Columbia Business School (29 de octubre de 2024), tiende a polarizarse tras eventos políticos significativos. Tras la elección de Trump, los consumidores conservadores han mostrado una preferencia más marcada por marcas que evitan mensajes progresistas, un fenómeno que el profesor Oded Netzer atribuye al “consumo compensatorio”, donde las identidades amenazadas se refuerzan mediante compras alineadas con sus valores.

Las Presiones Económicas y Culturales


El impacto económico de las políticas de Trump ha sido un catalizador clave para este pendulazo. Los aranceles han elevado los costos de producción para empresas con cadenas de suministro globales, como Sony, que fabrica consolas PlayStation y componentes en Asia. Según el artículo de la BBC del 4 de noviembre de 2025, las tensiones comerciales han puesto a prueba la capacidad de las compañías para mantener precios competitivos, obligándolas a priorizar la retención de clientes en un mercado estadounidense cada vez más proteccionista. Para Naughty Dog, esto podría traducirse en una decisión estratégica de evitar contenido que pueda percibirse como “divisivo” en un momento de incertidumbre económica.

A nivel cultural, la administración Trump ha promovido una narrativa “America First” que resuena con un segmento de la población que ve los mensajes progresistas como una imposición elitista. El informe de POLITICO del 6 de noviembre de 2025 describe cómo los republicanos están comenzando a distanciarse de Trump en su era de “pato cojo”, pero su influencia sigue siendo dominante entre los votantes del GOP. Esta dinámica ha llevado a las empresas a realizar un delicado equilibrio: mantener la lealtad de una base conservadora mientras no alienan por completo a los consumidores progresistas. En el caso de Naughty Dog, difuminar la camiseta podría ser un gesto simbólico para apaciguar a los críticos sin comprometer del todo su legado inclusivo.

Implicaciones para la Industria del Entretenimiento


El caso de Naughty Dog es un microcosmos de los desafíos que enfrenta la industria del entretenimiento en la era post-Trump. Otras compañías, como Disney, han enfrentado críticas por supuestamente ceder a presiones conservadoras tras la elección, mientras que firmas más pequeñas han ajustado sus campañas publicitarias para evitar controversias. El artículo de *ScienceDirect* (28 de septiembre de 2022) sobre la alineación partidista de los CEOs sugiere que los líderes empresariales tienden a adoptar tonos más optimistas en sus comunicaciones cuando están alineados con el presidente en funciones, un patrón que podría explicar la cautela de Naughty Dog.


Sin embargo, esta estrategia no está exenta de riesgos. La difuminación ha generado acusaciones de hipocresía, con usuarios como @AzraelBjornson burlándose: “¿Por qué detenerse en la camiseta? Todavía puedo decir qué piensa políticamente esta persona.” La comunidad de jugadores, conocida por su diversidad de opiniones, podría reaccionar negativamente si percibe que Naughty Dog está sacrificando su identidad creativa por conveniencia comercial. Además, la falta de un comentario oficial por parte del estudio, hasta el 10 de noviembre de 2025, ha alimentado especulaciones y críticas, amplificando el escrutinio.

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