En un giro inesperado de los acontecimientos, el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) ha lanzado una propuesta que solo podría haber salido de una reunión de estrategia celebrada en el País de las Maravillas. El PSOE ha pedido formalmente que Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid, deje de subvencionar el transporte público y, en cambio, “asuma los efectos” del reciente voto negativo del Partido Popular (PP) en el Congreso.
Según fuentes cercanas al partido, la lógica detrás de esta petición es tan clara como el agua de un pantano madrileño en pleno agosto. “Si el PP decide votar en contra de medidas que benefician a la ciudadanía, entonces Ayuso debería ser la primera en experimentar las consecuencias de tal decisión”, declaró un portavoz del PSOE, mientras intentaba mantener una cara seria.
La propuesta ha causado un revuelo en la Asamblea de Madrid, donde los diputados del PP han respondido con una mezcla de risas y expresiones de incredulidad. “Así que ahora, porque nosotros votamos en contra de algo en Madrid, ¿Ayuso tiene que castigar a los madrileños con más gasoil en sus pulmones? ¡Qué estrategia más… innovadora!” comentó un diputado del PP, claramente luchando por no reírse.
Ayuso, por su parte, ha reaccionado con su característico aplomo. “Si quieren que ‘asuma los efectos’, yo propongo que les envíe todos los atascos de Madrid a Ferraz para que los disfruten en su sede”, afirmó, mientras firmaba un nuevo contrato para aumentar las subvenciones del transporte, porque, al parecer, en el universo paralelo de la política madrileña, cuanto más absurdo, mejor.
Mientras tanto, los ciudadanos de Madrid, ajenos a esta guerra de declaraciones, continúan su vida diaria preguntándose si alguien, alguna vez, pensará en subvencionar el sentido común.