En una sorprendente publicación en redes sociales, Juan Sinvergüenza, un conocido okupa de Madrid, ha dejado a todos boquiabiertos con sus declaraciones. “No me apetece trabajar”, escribió con total desparpajo, mientras se mostraba en una foto cómodamente sentado en el sofá de una vivienda que no es suya.
El revelador testimonio de un okupa, dice que no le apetece trabajar y reprocha a la Comunidad de Madrid que le nieguen un alquiler social por tener antecedentes penales por usurpar viviendas, todavía se atreve a pedir que le demos las gracias por ser okupa y evitar que se meta…
Juan reprocha duramente a la Comunidad de Madrid por negarle un alquiler social. “¿Por qué? Porque tengo antecedentes penales por usurpar viviendas. ¡Qué injusticia!”, se lamenta, en un post donde se le ve comiendo patatas fritas que, según él, “son un derecho humano básico”.
Pero eso no es todo. Sinvergüenza, con una audacia que raya en lo absurdo, pide que le demos las gracias por ser okupa. “Al menos yo mantengo la casa limpia”, argumenta en su publicación, “piensen en lo que podría pasar si entra otro okupa, uno todavía más sinvergüenza que yo. ¡Deberían estarme agradecidos!”.
A la pregunta de uno de sus seguidores sobre si tiene algún plan para el futuro, Juan responde con un emoji de risa: “¡Claro! Mi plan es seguir sin plan alguno, a ver si la Comunidad de Madrid se apiada de mí y me da una casa gratis. Después de todo, ¿quién necesita trabajar cuando puedes vivir de la ocupación?”.
Esta publicación no solo ha viralizado en las redes sociales, poniendo en evidencia las tensiones entre los derechos de propiedad y las necesidades de vivienda, sino que también plantea serias preguntas sobre los límites de la solidaridad social y la responsabilidad individual. Mientras tanto, los vecinos de la zona afectada aseguran que su paciencia se va agotando, y muchos ya han empezado a buscar candados más grandes y alarmas más sofisticadas.
En Madrid, donde la crisis de la vivienda parece no tener fin, la historia de Juan Sinvergüenza se suma al ya largo repertorio de anécdotas que hacen de esta ciudad un lugar donde la realidad supera la ficción.