Madrid, 12 de marzo de 2025 – En un giro que nadie vio venir (excepto los que ya lo veían venir), la ministra de Trabajo y Economía Social, Elma Sainz, anunció esta mañana que la edad de jubilación en España se elevará a los 90 años, porque, según sus palabras, “el sistema de pensiones está tan robusto que nos podemos permitir este pequeño retoque”. La declaración, hecha con una sonrisa que parecía ensayada frente al espejo, ha dejado a millones de trabajadores preguntándose si “fuerte” significa lo mismo para ellos que para la ministra.
Durante una rueda de prensa en la que se proyectó un gráfico con barras ascendentes que nadie entendió del todo, Sainz explicó que las pensiones están en su mejor momento histórico: “Nunca han sido tan sostenibles. De hecho, están tan bien que hemos decidido darles un poco más de tiempo para madurar, como un buen vino”. La ministra, visiblemente emocionada, añadió que “subir la edad de jubilación es una forma de premiar a los españoles por su excelente salud y su entusiasmo por seguir trabajando”.
El anuncio ha generado reacciones mixtas. Por un lado, el colectivo “Jubilados en Potencia”, liderado por Paco Ramírez, un albañil de 64 años, ha calificado la medida de “broma pesada”. “Yo ya tengo el cuerpo como para pedir la baja, no la jubilación”, afirmó Ramírez mientras intentaba levantar una caja de herramientas para demostrar su punto. Por otro lado, el empresario millonario y gurú del emprendimiento, Álvaro Dinero, aplaudió la decisión desde su yate en Marbella: “Es genial. La gente necesita aprender que trabajar hasta los 90 es una oportunidad para reinventarse. Yo, por ejemplo, sigo activo a mis 45… bueno, mi asistente sigue activo por mí”.
Fuentes del ministerio han filtrado que el próximo paso será incentivar la jubilación activa con un plan llamado “Trabaja hasta que te quieras”, que incluye descuentos en linimentos para dolores musculares y cursos de mindfulness para aceptar que el retiro es solo un sueño lejano. “Queremos que la gente vea los 90 como el nuevo 65… o quizás el nuevo 60”, comentó un asesor anónimo mientras revisaba su propio plan de pensión privada.
Mientras tanto, en redes sociales, el hashtag #PensionesFuertes se ha llenado de memes de ancianos levantando pesas y abuelos corriendo maratones, con comentarios como “Gracias, Elma, por recordarme que mi espalda aún tiene 20 años de servicio por delante”. La ministra, ajena al revuelo, cerró la conferencia con una frase para la posteridad: “Confíen en mí, si las pensiones estuvieran débiles, no las tocaríamos ni con un palo”.