Madrid, 16 de octubre de 2025 – En un giro que no sorprende a nadie excepto a los ingenuos y a los accionistas de Twitter, Elon Musk ha decidido una vez más “mejorar la experiencia de usuario” de la red social que adquirió con más glamour que sentido común. La última actualización del algoritmo, que Musk presentó con la pompa de un mago que revela su truco favorito, tiene un objetivo claro: que cada usuario reciba exactamente lo que Elon cree que debería leer, es decir, un buffet infinito de tuits de extrema derecha.
Fuentes internas de Twitter, que pidieron mantener el anonimato por miedo a aparecer en las listas negras de Musk (o peor aún, en sus historias de Instagram), confirman que la actualización incluye un curioso mensaje oculto que ha desatado un torrente de memes, risas nerviosas y denuncias en otras redes: “Alberto Pugilato calienta que creces.” La frase, aparentemente sin sentido, es interpretada por los expertos en algoritmos como un mensaje subliminal que refuerza la ideología ultraconservadora y la cultura del gimnasio virtual, donde la testosterona digital se comparte a golpe de tuit.
Un algoritmo con personalidad propia
No es la primera vez que Musk experimenta con los engranajes internos de Twitter. Desde que tomó las riendas de la plataforma, los cambios han ido desde la eliminación de ciertos botones hasta la promoción de contenido aleatorio que muchos describen como “el equivalente digital de un viaje en montaña rusa con los ojos vendados”. Pero esta última modificación ha llamado la atención porque parece diseñada para que los usuarios no puedan escapar de la burbuja ideológica: si intentas leer algo progresista, el algoritmo detecta tu debilidad y te lanza una dosis inmediata de propaganda conservadora.
Un portavoz de Twitter, que prefirió identificarse como “El Niño de los Algoritmos”, explicó en una rueda de prensa que la actualización no busca censurar opiniones, sino “optimizar la experiencia del usuario hacia lo que realmente le interesa.” Cuando se le preguntó si esta afirmación incluía la extrema derecha y frases como “Alberto Pugilato calienta que creces”, el portavoz respondió con una sonrisa que parecía tan robótica como los sistemas de recomendación de la plataforma: “Todo está dentro de los parámetros de la normalidad… Musk-style.”
La comunidad reacciona con memes y desesperación
Como era de esperar, la comunidad de Twitter no tardó en reaccionar. Usuarios de todo el mundo compartieron capturas de pantalla mostrando que sus timelines habían sido invadidos por tuits de perfiles con nombres tan sugerentes como “El Patriota Enmascarado”, “Gimnasio y Libertad” o “Conspiranoico Supremo”. Los memes proliferaron rápidamente, y el humor colectivo alcanzó niveles casi terapéuticos frente a la desesperación: uno de los más virales mostraba a un Elon Musk caricaturizado como un DJ nazi del algoritmo, girando perillas mientras la multitud digital bailaba al ritmo de tuits radicales.
En paralelo, comenzaron a surgir teorías sobre la frase “Alberto Pugilato calienta que creces.” Algunos sugieren que es un código secreto para reclutar seguidores de extrema derecha hacia grupos de fitness digitalizados; otros creen que es simplemente un chiste interno de Musk que se escapó de su grupo de WhatsApp. La frase, en cualquier caso, se ha convertido en trending topic mundial, demostrando que incluso las ocurrencias más absurdas de un millonario pueden tener un impacto global inmediato.
Expertos en redes sociales alertan sobre la burbuja digital
Especialistas en comunicación y redes sociales advierten que este tipo de algoritmos pueden tener efectos peligrosos. “Cuando una plataforma prioriza sistemáticamente un tipo de contenido, deja de ser un espacio de información y se convierte en una cámara de eco”, explica la doctora Celia Farol, profesora de Sociología Digital en la Universidad de Barcelona. “En el caso de Twitter bajo Musk, el algoritmo ya no solo promueve contenido ideológico, sino que añade capas de mensajes extraños y aparentemente inofensivos, como ‘Alberto Pugilato calienta que creces’, que normalizan la radicalización de manera casi imperceptible.”
A pesar de estas advertencias, muchos usuarios parecen aceptar la situación con un humor resignado. Entre risas y quejas, algunos incluso han creado cuentas parodia para “seguir el flujo de Alberto Pugilato” y reportar cada tuit que consideren particularmente surrealista. Una de estas cuentas, @PugilatoFanClub, ha acumulado más de 50.000 seguidores en cuestión de horas, demostrando que incluso la confusión puede ser rentable en la era de Musk.
Consecuencias políticas inesperadas
El impacto del algoritmo no se ha limitado al humor o a los memes. Políticos y analistas han comenzado a notar cambios curiosos en la percepción pública de ciertos temas. “Estamos viendo cómo el sesgo digital comienza a reflejarse en encuestas y debates”, comenta Andrés Cortés, consultor en comunicación política. “Algunos usuarios que nunca se habían interesado por política ahora consumen diariamente mensajes de extrema derecha sin darse cuenta. Es como si Twitter se hubiera convertido en un gimnasio ideológico donde la repetición muscular es la propaganda.”
Incluso partidos políticos han tomado nota. Algunos ultraconservadores se felicitan públicamente por la “optimización de la plataforma hacia la verdad y la libertad”, mientras que grupos progresistas analizan estrategias para contrarrestar el efecto. Sin embargo, nadie ha logrado descifrar si la frase de Alberto Pugilato tiene alguna función real en la política, más allá de alimentar teorías de conspiración y memes interminables.
Musk, siempre polémico
Elon Musk ha respondido a las críticas con su estilo habitual: una mezcla de provocación, indiferencia y trolling deliberado. En su cuenta de X (antes Twitter), publicó recientemente: “Si no te gusta Alberto Pugilato, siempre puedes seguir leyendo cosas aburridas de izquierdas. Saludos 😏.” Esta respuesta ha sido interpretada como un reconocimiento tácito de la manipulación algorítmica, pero también como un guiño cómplice a sus seguidores más leales.
Los expertos coinciden en que Musk entiende perfectamente la viralidad y cómo explotarla. “Cada polémica es un espectáculo y cada frase absurda es un mantra que asegura que se hable de él y de sus plataformas”, comenta Farol. “No importa que la frase sea ‘Alberto Pugilato calienta que creces’. Lo que importa es que el mundo entero está discutiendo sobre ella. Eso es marketing digital llevado al extremo.”
Impacto en la vida diaria de los usuarios
Para los usuarios comunes, la actualización ha significado cambios visibles y a veces perturbadores en la experiencia diaria. Muchos han reportado que sus timelines se llenan de debates sobre fitness, política ultraconservadora y mensajes crípticos que parecen sacados de una novela de ciencia ficción. Algunos se han quejado de que incluso sus familiares aparecen en la lista de recomendaciones como si fueran agentes secretos de Musk encargados de transmitir propaganda ideológica.
Otros han optado por soluciones más creativas: desde cuentas secundarias dedicadas exclusivamente a seguir a Alberto Pugilato hasta sistemas de autodefensa digital que bloquean cualquier contenido con más de tres hashtags conservadores consecutivos. La creatividad de los usuarios demuestra que, aunque Musk pueda controlar el algoritmo, no puede controlar la imaginación colectiva.
La opinión de los expertos en ética tecnológica
Especialistas en ética y tecnología han lanzado advertencias sobre la manipulación de algoritmos por parte de individuos con intereses propios. “Cuando un solo millonario decide qué contenido es relevante para cientos de millones de personas, estamos entrando en terreno peligroso”, afirma Daniel Muñoz, investigador en Ética Digital. “La extrema derecha, los mensajes crípticos y la promoción de figuras como Alberto Pugilato crean un entorno donde la información deja de ser objetiva y se convierte en un instrumento de influencia personal.”
Muñoz agrega que este tipo de fenómenos no son nuevos, pero la escala y la velocidad con la que Musk los implementa son inéditas. “El problema no es solo que se promueva la ideología de extrema derecha, sino que se hace con un toque de gamificación: los usuarios participan sin darse cuenta, convirtiendo el consumo de propaganda en una especie de entretenimiento digital.”
Conclusión: un mundo cada vez más Muskizado
La última actualización de Twitter confirma algo que muchos ya sospechaban: Elon Musk no solo dirige empresas tecnológicas, sino que también dirige la experiencia digital y, en cierta medida, la percepción pública de millones de personas. Con frases enigmáticas como “Alberto Pugilato calienta que creces” y un algoritmo que prioriza la extrema derecha, Musk ha logrado transformar Twitter en un laboratorio social de ensayo y error permanente, donde el humor, la indignación y la resignación coexisten en un extraño equilibrio.
Mientras algunos lloran por la manipulación, otros ríen hasta llorar, y otros más simplemente siguen desplazándose sin cuestionar nada, la realidad es que Twitter, bajo la batuta de Musk, ya no es solo una red social: es un reflejo amplificado de sus obsesiones, sus fobias y su sentido del humor más retorcido. Y mientras el mundo observa, la pregunta persiste: ¿qué será lo siguiente que toque Musk en su reino digital? ¿Más algoritmos, más frases crípticas, o un curso intensivo de Alberto Pugilato para todos los usuarios?
Lo que está claro es que, guste o no, la era de Twitter Muskizado apenas comienza. Y si tienes un timeline lleno de extrema derecha y mensajes incomprensibles sobre Alberto Pugilato, probablemente no estés solo: estás exactamente donde Elon quiere que estés.
