Desde los cohetes al conservadurismo: El inesperado viraje de Musk
En un giro inesperado que ha sorprendido a todos, Elon Musk ha decidido tomar las riendas de la política mundial, pero no de la forma que esperábamos. Ahora, en lugar de preocuparse por colonizar Marte o revolucionar el transporte eléctrico, ha decidido que su nuevo hobby es ser el “motivador” de la extrema derecha global.
Musk, conocido por sus tuits a altas horas de la madrugada y por sus ambiciosos proyectos tecnológicos, ha descubierto que su verdadera vocación es la de ser el “influencer” supremo de la ultraderecha. Con su plataforma X (anteriormente conocida como Twitter), ha comenzado a promover ideas que parecen sacadas de un manual de política de hace un siglo, pero con el toque moderno de los memes y los retuits.
“¡Finalmente, alguien con visión para ver que el futuro es volver al pasado!” exclama un seguidor anónimo de Musk en X, mientras comparte un gif de un tren de vapor con el texto “Progreso 2.0”. Las estrategias que antes usaba para vender coches eléctricos ahora las aplica para vender ideologías, demostrando que en el mercado de las ideas, la persistencia y el algoritmo adecuado pueden vender cualquier cosa.
En Alemania, Italia, Reino Unido y otros países, las formaciones políticas de extrema derecha han encontrado en Musk a su nuevo santo patrón. “Gracias a Elon, ahora tenemos un ‘like’ más para nuestras políticas”, bromea un líder ultraderechista en una entrevista, mientras se ríe de la ironía de que un hombre que ha hecho su fortuna en la innovación tecnológica ahora promueva ideas que parecen querer detener el reloj histórico.
Musk, quien alguna vez fue visto como un visionario, ahora es aclamado como el “Capitán Retro”, liderando una cruzada que parece querer devolvernos a los “buenos viejos tiempos” – aquellos cuando la censura era el pan de cada día y la diversidad era un concepto futurista.
“¿Quién necesita avanzar hacia el futuro cuando puedes revivir la gloria del pasado con un solo tuit?” se pregunta en voz alta un comentarista político, mientras observa cómo las encuestas de opinión en varios países comienzan a reflejar un aumento en el apoyo a partidos que hace poco eran marginales.
Así, con cada tuit y cada declaración, Elon Musk no solo ha redefinido su legado, sino que también ha demostrado que en la era digital, la influencia puede ser tan poderosa como cualquier tecnología que se haya inventado. Solo nos queda esperar y ver si este nuevo “liderazgo” llevará a la humanidad hacia adelante, o si, como los cohetes de Musk, todo terminará en una espectacular explosión de ideas que no despegan.