Bruselas, 8 de julio de 2025 – Lo que empezó como un partido de fútbol entre dos selecciones femeninas acabó convirtiéndose en un episodio inédito de ciencia, misterio y sospechas prehistóricas. La selección española femenina derrotó a Bélgica por un inapelable 6-2, pero lo que ha captado la atención del mundo no ha sido el marcador… sino el rumor creciente de que algunas jugadoras españolas podrían estar modificadas genéticamente con ADN de dinosaurio.
Un partido jurásico
Desde el primer minuto, algo olía raro —y no era el protector solar. España dominó el juego con una velocidad y potencia completamente fuera de escala. Alèxia Putellas hizo un eslalon entre cuatro jugadoras belgas que se desmayaron solo por el viento que generó. Aitana Bonmatí marcó un gol de cabeza desde fuera del área. Pero lo que terminó de disparar las alertas fue cuando Esther González, tras marcar su segundo tanto, rugió al cielo con una vibración que hizo temblar las cámaras de televisión.
“Eso no fue un grito de celebración”, declaró una comentarista belga. “Eso fue el rugido de un velociraptor hembra en celo. Lo sé porque lo vi en un documental”.
Las redes sociales explotaron:
🔎 #DinoSelección
🦕 #RexEspaña2025
🧬 #EuroJurásica
Una usuaria de Twitter publicó un vídeo donde, en cámara lenta, se aprecia cómo una jugadora española gira el cuello 230 grados para mirar a una rival. “Eso no lo hace una humana sin pasar por el hospital”, apuntó con lógica.
Clonación ibérica: el secreto mejor guardado de la RFEF
Todo apunta a un supuesto programa secreto de mejora deportiva a través de biotecnología, conocido como Proyecto Jurassic Balón. Según filtraciones publicadas por el diario satírico El PaleoMarca, la Real Federación Española de Fútbol habría financiado en secreto un laboratorio en Cuenca, donde se investigó la posibilidad de fusionar ADN humano con material genético extraído de fósiles de dinosaurios encontrados en la Sierra de Atapuerca.
Un exempleado arrepentido, que habló desde una ubicación no revelada (aunque parecía una churrería), afirmó que el proyecto buscaba “crear una generación de jugadoras con el instinto depredador del carnotauro y la precisión estratégica del triceratops”.
El escándalo creció al conocerse que uno de los fisios del equipo es también paleontólogo y que durante los entrenamientos, las jugadoras son alimentadas con carne cruda y gritos agudos emitidos desde un dron con forma de pterodáctilo.
UEFA en shock: “Esto no está en el reglamento”
El presidente de la UEFA, visiblemente perplejo, declaró que “la normativa actual prohíbe el dopaje, los implantes robóticos y las armas de fuego, pero no especifica nada sobre modificaciones genéticas con material de origen jurásico”.
Una comisión de expertos ha sido enviada a España para realizar pruebas de ADN, electrocardiogramas y análisis de pisadas. “Estamos buscando garras. No es normal que una jugadora tenga cinco dedos y una uña en forma de guadaña”, dijo un técnico de laboratorio entre murmullos.
Mientras tanto, la RFEF se ha limitado a declarar que “las jugadoras están en plena forma gracias al entrenamiento, el compromiso… y posiblemente algún tipo de milagro evolutivo.”
El vestuario belga, traumatizado
Las jugadoras belgas, al terminar el partido, abandonaron el estadio sin ducharse y visiblemente nerviosas. Una de ellas declaró: “Jugar contra España fue como entrar en un capítulo de Parque Jurásico con tacones. Cada vez que una española se acercaba, sonaba como si viniera un T-Rex. Y no es una metáfora.”
Se rumorea que el entrenador belga ha solicitado escolta militar para el próximo encuentro, “por si acaso hay que disparar bengalas para distraerlas”.
Italia, el próximo reto: gladiadoras y mármol
España se enfrentará a Italia en cuartos de final, y los rumores ya han comenzado. La portera italiana, dicen, fue tallada a mano por Miguel Ángel en 1525 y activada con un rayo en una tormenta de 1999. Su defensa central es tan inexpresiva y sólida que se sospecha que podría estar hecha de granito.
“Va a ser un partido de colosos”, asegura un comentarista deportivo. “España, con su selección jurásica. Italia, con sus estatuas de la era renacentista. A este paso, la final será entre Atlántida y un equipo de androides de Elon Musk.”
Y mientras tanto, la afición española… encantada
En redes, la noticia ha provocado un fervor patriótico pocas veces visto. En bares de todo el país se corean nuevos cánticos:
“¡Vamos España, saca las garras, devora rivales y deja las almas!”
El merchandising oficial ya incluye camisetas con huellas de dinosaurio, mochilas con colas de triceratops y muñecas articuladas con rugido activable.
La selección, por su parte, ha publicado un breve mensaje en X (antes Twitter):
“No confirmamos ni desmentimos nada. Simplemente, rugimos. 🦖⚽”