“No habrá ningún gran apagón. Lo repito: es un bulo. Pero si acaso pasa, que sepáis que yo tengo una linterna de confianza”, ha declarado Javier Ruiz con la solemnidad de un notario eléctrico.
Madrid, jueves — En colaboración con el apagón de tu primo.
El rumor que apaga conciencias
España vuelve a vivir días de tensión energética —o de pura comedia nacional— tras el nuevo bulo que asegura que el país podría sufrir un gran apagón eléctrico inminente, según “fuentes que lo han visto en TikTok y una vecina de Cuenca que siente las ondas”.
Red Eléctrica ha tenido que salir a aclarar, una vez más, que no hay ningún riesgo real, aunque reconocen que “cada vez que alguien dice ‘gran apagón’, se apaga un cerebro en Twitter”.
El periodista Javier Ruiz, ya canonizado como patrono de los bulos eléctricos, ha reaparecido en televisión para repetir, con la misma cara de resignación que un padre en una reunión del AMPA:
“No. No habrá apagón. No lo habrá. Y si lo hay, no será tan grande. A lo mejor solo se apaga Murcia.”
Ruiz lo ha explicado con gráficos, con datos, y con una linterna de emergencia comprada en 2021, cuando los españoles se lanzaron a los supermercados a por velas, hornillos de camping y kilos de arroz “por si se va la luz y no vuelve jamás”.
Aquel episodio, conocido por los expertos como el Apagón de la Imaginación, dejó una cicatriz profunda en el alma energética del país. Miles de personas aún conservan en el trastero baterías sin estrenar y linternas que solo han servido para buscar el router detrás del sofá.
Red Eléctrica: “La red va bien, pero los nervios de la gente no”
En una rueda de prensa improvisada, Red Eléctrica de España (REE) ha tenido que emitir un comunicado oficial titulado “Por favor, no seáis así”.
La portavoz, María del Voltio, ha intentado mantener la calma ante las preguntas de periodistas en pánico que exigían saber si debían comprarse generadores o mudarse a Andorra.
“El sistema funciona perfectamente. Tenemos suficiente reserva eléctrica. Pero lo que no podemos garantizar es que el país funcione emocionalmente bien después de tres años de bulos”, explicó mientras se ajustaba el micrófono, que parpadeaba como si quisiera darle la razón a los alarmistas.
A pesar del tono tranquilizador, las declaraciones de la portavoz no han convencido a todos.
En algunos foros de Telegram con nombres como “LuzLibre2025” o “Apagón Inminente Reloaded”, los usuarios aseguran tener información secreta según la cual el Gobierno planea un apagón selectivo solo para los que no reciclan.
Los preparativos del pueblo español: velas, gas, y una fe inquebrantable en los rumores
Desde el lunes, varios supermercados de barrio han reportado un aumento repentino en la venta de productos de supervivencia.
En Albacete, un gerente de Mercadona relata que “se han agotado las velas aromáticas, las pilas, y también los roscones de Navidad”, porque los clientes “no saben cuándo volverán a ver la luz… ni el postre”.
Doña Remedios, jubilada de 72 años, asegura haber visto señales del apagón en el cielo:
“El otro día se me apagó la bombilla del pasillo y pensé: ya está, ha empezado. Luego vino mi nieto y me dijo que era el fusible, pero yo no me fío.”
Mientras tanto, en redes sociales, influencers de toda ideología han comenzado a ofrecer “kits de supervivencia energética” que incluyen desde linternas solares hasta podcasts de meditación “para calmarte cuando se vaya la luz”.
Uno de los más virales, @LuzInteriorCoach, ofrece cursos online para “aprender a brillar desde dentro cuando el sistema colapse”. Por solo 29,99 €, incluye una manta térmica y un discurso motivacional de 40 minutos sobre cómo “el apagón es una oportunidad para reconectar con tu esencia (y con la naturaleza, si no tienes Netflix)”.
Javier Ruiz, héroe de la resistencia racional
El periodista Javier Ruiz, ya cansado de tener que desmentir el mismo rumor cada año, ha pedido “una excedencia de la realidad”.
Fuentes cercanas a Cuatro confirman que cada vez que alguien busca “gran apagón 2025” en Google, Javier Ruiz siente un escalofrío en el alma.
“Yo ya no sé cómo explicarlo”, ha dicho Ruiz con tono de sacerdote agnóstico. “Cada vez que digo que es mentira, alguien me manda un vídeo de un gato iluminado con velas diciendo que el sistema va a caer.”
Según se ha filtrado, el periodista habría intentado negociar con REE para instalar un contador emocional que mida la intensidad de los bulos. El aparato, llamado “BuloTron 3000”, ya ha registrado niveles críticos en X (antiguo Twitter), donde algunos usuarios afirman que el apagón será global y empezará “cuando los chemtrails alcancen la capa de ozono emocional de Europa”.
El Gobierno se pronuncia: “Si se apaga algo, será por la factura”
La ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, también ha querido tranquilizar a la población:
“No hay ningún riesgo de apagón, aunque entendemos que mucha gente sienta miedo porque lleva tres meses sin entender su factura de la luz.”
Fuentes de Moncloa han explicado que el único “gran apagón” que se prevé a corto plazo es el del sentido común, que lleva años oscilando entre niveles críticos y apagones parciales durante tertulias televisivas.
Desde el Ministerio del Interior, Marlaska ha anunciado que se desplegarán unidades especiales “para prevenir ataques de pánico colectivos en las secciones de linternas del Decathlon”.
Y por si acaso, la Guardia Civil ha recordado que no es necesario llenar la bañera de agua ni cargar el móvil con energía espiritual, aunque se recomienda tener “una vela simbólica por si hay que rezar por la red eléctrica”.
Los políticos se suman al drama
El asunto del supuesto apagón ha generado una ola de reacciones políticas digna de un eclipse total.
Desde el PP, algunos portavoces han acusado al Gobierno de “fomentar la histeria colectiva para tapar la subida del precio del aceite de oliva”.
Desde Podemos, por su parte, aseguran que “si llega el apagón, será culpa del capitalismo fósil” y proponen “apagar voluntariamente todos los enchufes del Congreso como gesto solidario con la Madre Tierra”.
Santiago Abascal, por su lado, ha aprovechado la confusión para lanzar una propuesta de emergencia nacional:
“Si se apaga España, que se encienda Castilla. Nosotros llevamos años viviendo sin electricidad moral.”
La propuesta fue recibida con aplausos, velas y varios litros de vino tinto.
El negocio del miedo: España se ilumina a base de rumores
Empresas emergentes han visto en la psicosis colectiva una oportunidad de oro.
Startups como “ApagónTech” ofrecen servicios premium para “sobrevivir con estilo” al colapso energético: por 499 €, instalan paneles solares, una app que simula el ruido del frigorífico y una playlist llamada Luces que se apagan pero tú no.
Incluso Ikea ha lanzado una línea de muebles “resistentes al apagón”, con nombres nórdicos imposibles como Mörkström, Tändslut o Kägelos, que según el catálogo “emiten esperanza y un leve aroma a canela durante los cortes eléctricos”.
Mientras tanto, los bulos siguen creciendo como setas radioactivas. Un canal de YouTube ha afirmado que la UE planea reiniciar el sistema eléctrico europeo “para borrar de la red todas las búsquedas de Rosalía y Pedro Sánchez”.
El vídeo acumula ya más de 1,2 millones de visualizaciones y 43.000 comentarios de gente que pregunta “si también se borrará Telecinco”.
La madrugada de los linternistas
La noche del martes, en varios barrios de Madrid, grupos de vecinos organizaron simulacros espontáneos de apagón.
A las 22:00, desconectaron los plomos “para ver cómo sería”. La experiencia, según los testigos, fue “apasionante y un poco triste”.
Uno de los organizadores, Eduardo Linterna, explicó a ASDF que el objetivo era “volver a sentir lo que sentían nuestros antepasados cuando no existía el 4G ni la luz del frigorífico a medianoche”.
“Fue precioso. Nos sentamos en círculo, hablamos entre nosotros, y nos dimos cuenta de que no sabíamos cómo hacerlo sin emojis”, contó emocionado.
El experimento terminó cuando un vecino gritó que se había descongelado el helado.
“Ahí se acabó la era romántica del apagón”, concluyó Eduardo.
El amanecer del sentido común (temporal)
Tras la intervención de Javier Ruiz y el comunicado de Red Eléctrica, la calma regresó lentamente.
Las búsquedas de “cómo sobrevivir sin luz” cayeron un 60%, mientras subían las de “cómo borrar la historia de YouTube”.
Sin embargo, los expertos advierten de que el fenómeno podría repetirse cada otoño, cuando las temperaturas bajan y la imaginación sube.
“El gran apagón no existe, pero la necesidad de creer en él sí”, explicó el sociólogo Tomás Microonda, autor del ensayo “España: 220 voltios de miedo”.
“La gente no teme quedarse sin luz. Teme quedarse sin tema de conversación.”
Epílogo: el verdadero apagón
En el cierre de su programa, Javier Ruiz resumió el estado de ánimo nacional con una frase que pasará a la historia de la cordura moderna:
“El único gran apagón que sufrimos es el de la cabeza cuando preferimos un bulo viral antes que leer una noticia entera.”
Tras pronunciar esas palabras, se fue la luz en el plató.
Ruiz sonrió, levantó su linterna, y dijo:
“No puede ser. Me están trolleando los dioses de la ironía.”
En la redacción de ASDF, a oscuras, confirmamos la noticia con un aplauso:
España sigue encendida. Pero solo porque la sátira no necesita enchufe.