En un giro inesperado de los eventos, los Reyes Magos han decidido hacer lo que ningún meteorólogo español ha logrado: esquivar la lluvia. Este año, Melchor, Gaspar y Baltasar han demostrado una vez más su astucia al adelantar sus cabalgatas a la tarde del sábado en varias ciudades de España, porque, al parecer, ni ellos quieren ser mojados por la típica lluvia de enero.
En Sevilla, los Reyes llegaron con gafas de sol y sombrillas de diseño, listos para cualquier eventualidad, aunque la previsión indicaba sol. “No vamos a arriesgarnos”, declaró Gaspar mientras se ajustaba su turbante, “la última vez que nos pilló la lluvia, los caramelos se convirtieron en una sopa de azúcar y los niños se desilusionaron tanto que pensaron que eran regalos de Papá Noel.”
En Cádiz, la cabalgata se adelantó al sábado porque, según fuentes cercanas a Melchor, “la lluvia aquí es más persistente que los chistes de carnaval”. La comitiva desfiló por calles vacías de paraguas, ya que los gaditanos, fieles a su humor, prefirieron quedarse en casa con un buen vino y una partida de dominó, evitando así mojarse por partida doble.
Málaga, en cambio, decidió mantener la cabalgata el domingo, pero con un plan B: todos los participantes recibieron trajes de neopreno y flotadores de camello. “Si nos moja, al menos lo haremos con estilo”, comentó Baltasar, luciendo su nuevo accesorio inflable.
En Madrid, la cabalgata se mantenía en su horario habitual, pero los Reyes Magos hicieron una parada inesperada en una tienda de chubasqueros para asegurar que ningún niño tuviera que pescar un resfriado por su culpa. “Nosotros traemos los regalos, no los virus”, dijo Melchor con una sonrisa, aunque su mirada decía que prefería estar en cualquier otro lugar menos bajo la lluvia madrileña.
Barcelona, siempre innovadora, propuso una cabalgata en submarino por si las lluvias se volvían torrenciales. “De esta manera, no solo esquivamos la lluvia, sino que también podemos recoger las cartas de los niños que viven en el fondo del mar”, explicó el alcalde con entusiasmo, aunque muchos sospechaban que era una broma de mal gusto.
Y en otras pequeñas localidades, las cabalgatas se convirtieron en una especie de carrera contra el tiempo, con los Reyes Magos literalmente corriendo por las calles para terminar antes de que la lluvia hiciera acto de presencia. “Nunca pensé que vería a un rey mago hacer un sprint”, comentó una vecina de Almería, mientras capturaba el momento con su teléfono móvil.
Así que, este año, los Reyes Magos han demostrado que, además de saber elegir los mejores regalos, también tienen la habilidad de predecir el clima mejor que cualquier aplicación de móvil. ¡Felices Reyes, y que la lluvia no os coja desprevenidos