Madrid, 22 de abril de 2025 – En un giro de los acontecimientos que ya parece sacado de una sitcom de enredos, otro agresor sexual ha logrado que le reduzcan la condena gracias a la famosa ley del “Solo sí es sí”. Sí, esa misma que Irene Montero defendió con uñas y dientes asegurando que no, que no, que de ninguna manera iba a permitir que los agresores salieran antes de prisión. Spoiler: alguien olvidó leer la letra pequeña.
El caso de hoy nos lleva a un tribunal que, con la ley en la mano y una calculadora que parece programada para restar, decidió que un condenado por agresión sexual merecía un descuento en su estancia tras las rejas. ¿La razón? La aplicación retroactiva de la normativa, que en teoría iba a endurecer las penas, pero que en la práctica está convirtiendo a algunos jueces en auténticos maestros del Black Friday judicial: “¡Reducciones de hasta el 20% en condenas, solo esta semana!”.
Mientras tanto, en las redes sociales, el hashtag #SoloSíEsSí se ha llenado de memes que van desde imágenes de Montero con cara de “esto no estaba en el guion” hasta montajes de jueces entregando cupones de descuento a convictos. La ciudadanía, entre la indignación y la risa nerviosa, se pregunta si la próxima reforma incluirá un apartado titulado “Cómo no convertir una ley feminista en un buffet libre para agresores”.
Hoy conocemos que otro agresor sexual ha conseguido que le reduzcan la condena gracias a la ley del “Solo sí es sí”. Una nueva reducción de condena de esas que, según Irene Montero, no iban a suceder.
Desde el Ministerio de Igualdad, las declaraciones oficiales han optado por el clásico “estamos revisando el caso” mientras alguien, en algún despacho, probablemente está googleando “cómo explicar que dijimos que esto no pasaría”. En el otro lado del espectro, los partidos de la oposición ya han sacado las palomitas y preparan discursos que, con toda seguridad, incluirán la frase “se lo dijimos”.
En fin, mientras los juristas debaten tecnicismos y los políticos se tiran los trastos, la ley del “Solo sí es sí” sigue siendo el regalo que no para de dar… aunque no exactamente a quien se suponía. ¿Próximo capítulo? Quizás un juez ofreciendo puntos canjeables por días de libertad. Total, en este culebrón judicial, todo parece posible.