Madrid, 2 de junio de 2025.
Redacción Especial | Diario ASDF
En un giro de los acontecimientos que nadie vio venir —salvo una señora de Cuenca que asegura haberlo soñado tras una sobredosis de roscones de anís—, la Guardia Civil ha detenido esta mañana al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en una operación digna de Netflix, HBO y del canal de YouTube de Iker Jiménez.
La detención ha tenido lugar a las 06:43 de la mañana, esa franja horaria donde sólo están despiertos los panaderos, los runners con traumas y los ministros que no han pegado ojo por los WhatsApps de José Luis Ábalos.
El operativo: “Operación Falcon Punch”
Según fuentes internas, la macrooperación responde al nombre en clave de “Operación Falcon Punch”, en honor al avión presidencial que, según las malas lenguas y las buenas hemerotecas, ha sido utilizado para todo menos para gobernar.
Los agentes irrumpieron en la residencia presidencial disfrazados de técnicos de aire acondicionado, aprovechando una avería real —y muy oportuna— en el sistema de climatización. Sánchez, que en ese momento se encontraba en bata leyendo los horóscopos de La Vanguardia, habría intentado escapar por una trampilla secreta situada detrás de un retrato de Felipe González montando a caballo.
“Lo encontramos aferrado a un ejemplar de Sapiens, intentando recitar frases de Yuval Noah Harari para confundirnos”, ha declarado un agente condecorado por aguantar dos minutos seguidos una rueda de prensa de Patxi López.
¿De qué se le acusa?
Hasta el momento, las acusaciones oficiales se mantienen en secreto, pero fuentes cercanas al sumario aseguran que se le imputan los siguientes cargos:
- Abuso continuado de frases vacías como “futuro progresista inclusivo y resiliente”.
- Uso indebido del Falcon para acudir a festivales de música indie donde no sabe ni a quién va a ver.
- Complicidad en la desaparición misteriosa de todos los barones del PSOE con criterio propio.
- Poner a Tezanos al frente del CIS con más fe que una madre en la carrera de Bellas Artes de su hijo.
- Crímenes estilísticos por aparecer en reuniones internacionales con trajes que parecen sacados de un Zara postapocalíptico.
La reacción nacional: de Twitter a la panadería
Como era de esperar, las redes sociales han estallado. Twitter/X, ese hervidero de sarcasmo, gifs de Los Simpson y discusiones sin solución, ha amanecido con hashtags como #SánchezDetenido, #YoTambiénViElFalcon y #DevuélvemeAMarlaska.
Los principales partidos de la oposición han reaccionado con una mezcla de júbilo, sorpresa y desconcierto. Feijóo, con cara de “¿esto es una cámara oculta?”, ha declarado: “Siempre confiamos en la justicia… aunque jamás pensamos que la justicia confiaría tanto en nosotros”.
Por su parte, Yolanda Díaz ha exigido “una investigación rigurosa y feminista de los hechos”, aunque aún no ha especificado cómo encaja el feminismo en la fuga por trampilla. Irene Montero ha publicado una foto de Frida Kahlo, lo que se interpreta como una declaración oficial.
Vox, por su lado, ha intentado atribuir la detención a un “complot internacional del Foro de São Paulo”, aunque han acabado acusando también al parchís, al perreo lento y a las bicicletas con cestita.
Declaraciones exclusivas: testigos y víctimas colaterales
En exclusiva para Satírico Express, hemos hablado con algunos testigos presenciales:
Margarita, vecina del barrio:
“Yo vi a un señor muy alto salir en bata y pensé que era un actor de Netflix. Luego supe que era el presidente. Pues lo vi bastante bien para la hora que era, oye.”
Funcionario del Congreso:
“Nos dijo que tenía que ausentarse por ‘motivos de agenda internacional’. Resulta que la agenda tenía barrotes.”
Exasesor anónimo:
“Siempre dijo que si lo metían preso, al menos que fuera en Soto del Real, que tiene mejores vistas que Moncloa.”
El Falcon: ¿instrumento de fuga?
La Guardia Civil también ha procedido a inmovilizar el Falcon presidencial, temiendo que Sánchez intentara escapar con dirección a algún país sin tratado de extradición… como Andorra, según Pablo Iglesias.
El piloto del Falcon, interrogado en el acto, ha declarado:
“Él sólo me dijo: ‘tíralo a lo alto, que ya veremos’. Yo pensé que hablaba de los presupuestos.”
¿Y ahora qué? La política en modo supervivencia
La detención ha dejado un vacío de poder que varios aspirantes han intentado llenar como quien reserva una toalla en la tumbona de un resort:
- Patxi López ha ofrecido organizar una comisión.
- Félix Bolaños ha pedido ser investido por aclamación y un aplauso.
- Ana Rosa ha hecho una edición especial de su programa con drones sobrevolando Moncloa.
- Pedro Duque ha vuelto del retiro para ofrecer “una presidencia con órbita estable”.
Reacciones internacionales
Joe Biden se ha mostrado “moderadamente sorprendido”, aunque luego preguntó si Pedro Sánchez era el de los zapatos rojos o el del acento raro.
Emmanuel Macron ha declarado que “en Francia a los presidentes se les detiene, sí, pero después de jubilarse”.
Y desde el Kremlin, Putin ha enviado una carta que, tras traducirse, dice: “Se hace camino al andar, sobre todo si hay barrotes. Bienvenido al club”.
Conclusión: ¿es esto real? ¿Importa acaso?
Por supuesto que no es real, querido lector. Pedro Sánchez no ha sido detenido (de momento). Pero en una España donde los titulares cada día parecen salidos de una novela de realismo mágico con guión de humor negro, uno nunca sabe.
Y si esto te lo creíste por un momento… bueno, quizás necesitemos todos menos política y más café.
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Ojala pronto esa imagen diera la vuelta al mundo.🐀💚🇪🇸