En una sorprendente declaración de principios, Ione Belarra, líder de Podemos, ha exigido al gobierno español que abra sus puertas y su corazón a nada más y nada menos que los 2 millones de refugiados de Gaza. Según Belarra, esta medida sería “un acto de solidaridad sin precedentes en la historia de la humanidad”, o al menos, en la historia de España desde la última vez que alguien pensó que invadir los Pirineos con elefantes era una buena idea.
“España tiene espacio de sobra”, afirmó Belarra mientras señalaba el mapa de España con un puntero láser que, curiosamente, parecía apuntar más hacia el Mediterráneo que hacia el continente. “Podemos convertir el desierto de Tabernas en un pequeño Gaza, o tal vez repartirlos como si fueran boletos de la ONCE, uno por cada ciudadano español.”
Los políticos de la oposición han reaccionado con su habitual compostura, es decir, con una mezcla de horror y risas contenidas. “Primero nos piden que compartamos el pan, ahora nos piden que compartamos el país. ¿Qué será lo siguiente, compartir el Sol?” comentó un político del PP, quien prefirió mantener el anonimato para no ser acusado de “falta de empatía”.
Mientras tanto, los ciudadanos españoles, ya acostumbrados a las sorpresas políticas, han comenzado a preparar sus casas para lo que parece ser un nuevo tipo de invasión. Las redes sociales se han llenado de memes, desde fotos de camas adicionales en los balcones hasta listas de “las 10 cosas que debes saber sobre tu nuevo vecino gazatí”.
Por su parte, el gobierno ha respondido con un educado “Estamos estudiando la propuesta”, lo que en lenguaje político se traduce a “Estamos esperando a que alguien nos diga cómo demonios vamos a hacer esto sin que el país se convierta en un reality show”.
En conclusión, si todo sale según los planes de Belarra, pronto podremos decir que España no solo es conocida por su jamón ibérico y sus playas, sino también por ser el nuevo hogar de la mayor comunidad de refugiados gazaties del mundo. Porque, ¿quién necesita estabilidad económica y social cuando puedes tener un título en la historia de la solidaridad, verdad?