En un movimiento que solo puede describirse como “innovador” en la lucha contra el racismo, la Asociación Juvenil de Vox decidió este año celebrar la llegada de los Reyes Magos de una manera particular. Para evitar cualquier acusación de racismo por hacer “black facing” – práctica donde personas blancas se pintan la cara de negro para representar a personajes de color – han optado por elegir a tres Reyes Magos blancos para repartir los regalos en la cabalgata de Reyes.
“Es un acto de máxima sensibilidad cultural”, declaró un portavoz de la asociación. “Hemos decidido que, en lugar de ofender a nadie con representaciones que podrían ser vistas como estereotipos, vamos a mantener todo en blanco y negro… bueno, solo en blanco, literalmente”.
La decisión ha generado un espectro de reacciones en la comunidad. Algunos padres agradecieron el gesto, argumentando que, al fin y al cabo, los niños recibirían sus regalos sin que nadie se sintiera ofendido. “Es una solución moderna a un problema antiguo”, comentó una madre mientras observaba a los tres Reyes Magos, vestidos de blanco, dorado y plata, repartiendo juguetes.
Sin embargo, no faltaron las críticas. “Esto es llevar la corrección política a un extremo ridículo”, expresó un activista cultural. “¿Dónde queda la representación de la diversidad? Los Reyes Magos simbolizan la universalidad de la fe y el amor, no la homogeneidad racial”.
Otros, en cambio, decidieron tachar el acto como racista “Pero no les llames racistas, porque ellos tienen un amigo de un amigo que es negro.”
Para añadir un toque de ironía, la asociación también anunció que, para mantener la tradición de los Reyes Magos procedentes de distintas partes del mundo, los tres Reyes blancos representarían a España, Italia y Alemania. “Porque, claramente, solo los países europeos tienen el derecho de traer regalos”, añadió el portavoz con un sarcasmo que podría cortar el pan de rosca.
La innovadora cabalgata ha dejado un sabor agridulce. Por un lado, ha evitado el debate anual sobre el black facing; por otro, ha abierto una nueva discusión sobre la interpretación de la diversidad y la inclusión en las tradiciones festivas. Mientras tanto, los niños, ajenos a estos debates, han recibido sus regalos de manos de tres Reyes Magos que, este año, tienen un tono de piel sorprendentemente uniforme.