Por si alguien no se había enterado, Marta Nebot, la luminaria del pensamiento contemporáneo, acaba de declararlo sin tapujos: la corrupción de la izquierda es “buena corrupción”. Y, oye, si lo dice ella, debe ser verdad. ¿O no?
Introducción: La revolución ética que no esperábamos
En un mundo donde la corrupción política suele asociarse con el crimen organizado, los billetes bajo el colchón y las cuentas secretas en paraísos fiscales, Marta Nebot ha decidido revolucionar el concepto mismo de corrupción. Porque, claro, según su sabio criterio, no toda corrupción es igual. Existen corrupciones más puras, más nobles, más… “de izquierdas”.
“¡Basta ya de demonizar a la izquierda!”, parece decirnos con una sonrisa pícara mientras sostiene una copa de cava —presumiblemente pagada con algún dinerillo de esos que ella misma llama “buena corrupción”—.
¿Qué es la “buena corrupción” de la izquierda?
Antes de que te escandalices y llames a tu tía para quejarte, déjame explicarte qué significa esto de “buena corrupción”. No, no es que los políticos de izquierdas tengan el poder divino de robar pero con alma y buenas intenciones. No, es mucho más sofisticado.
Según Marta Nebot, la corrupción de la izquierda es buena porque…
- Se hace con fines nobles: Por ejemplo, para “redistribuir la riqueza” o “financiar causas sociales”. Vamos, que robar para ayudar a los desfavorecidos no es corrupción, es filantropía política.
- Es transparente (más o menos): Porque cuando los de izquierdas malversan, lo hacen con discursos largos, llenos de palabras grandilocuentes, y hasta se publican informes oficiales… aunque nadie los entienda.
- Genera debate intelectual: A diferencia de la derecha, que roba y ya, la izquierda roba y además genera debates sobre el poder, la justicia y la ética. ¡Eso es cultura!
Un pequeño manual para distinguir “buena” y “mala” corrupción
Si eres de los que todavía piensan que corrupción es corrupción, te ofrezco un esquema para que no te confundas.
Tipo de Corrupción | Características | Ejemplos famosos |
---|---|---|
Corrupción de la izquierda | Se justifica con intenciones “nobles” | Caso de ayudas sociales mal gestionadas, contratos a dedo para ONG amigas |
Corrupción de la derecha | Simplemente es robo y enriquecimiento personal | Caso de contratos millonarios a empresarios amigos sin control alguno |
¿Ves la diferencia? La izquierda roba “con corazón”, la derecha roba “con avaricia”.
Las consecuencias inesperadas de la “buena corrupción”
Ahora bien, esta novedosa tesis tiene consecuencias de peso:
- Los corruptos de izquierda no merecen castigo: Porque, en realidad, están “trabajando por el pueblo”. Así que mejor un aplauso.
- Los denunciantes son malvados o desinformados: Quienes critiquen esta “buena corrupción” pueden ser tildados de fachas o de ignorantes. Porque no entienden la “complejidad” de la situación.
- Los medios afines hacen magia: El periodismo comprometido puede convertir un escándalo de corrupción en una novela épica sobre la lucha contra las injusticias capitalistas.
Marta Nebot y sus propuestas para institucionalizar la “buena corrupción”
En su última entrevista, Marta propuso algo revolucionario: crear un organismo estatal que supervise que la corrupción de izquierdas se mantenga dentro de los límites “éticos”.
Entre sus ideas locas y maravillosas están:
- Un sello oficial de “Corrupción Ética”, que garantice que las mordidas y comisiones cumplen con el bienestar social.
- Cursos de formación para políticos corruptos de izquierdas, donde aprendan a justificar sus acciones con discursos filosóficos y buenas intenciones.
- Un impuesto revolucionario para la corrupción de derechas, para compensar las injusticias del sistema.
¿Y la derecha qué dice?
Los líderes de derechas, naturalmente, han mostrado indignación. Pero claro, como son “los malos” en este guion, nadie les cree cuando alegan que “robar está mal, da igual quién lo haga”.
Un político de derechas anónimo confesó:
“Si la izquierda puede tener ‘buena corrupción’, entonces nosotros somos ‘la corrupción mala’, y eso no es justo. Queremos nuestra propia ‘buena corrupción’, con derecho a cursillos y sello oficial también.”
Reflexiones finales: ¿Estamos listos para aceptar la “buena corrupción”?
Quizás es hora de repensar nuestras viejas ideas sobre la moralidad política. Quizás la corrupción no es un pecado, sino un arte.
O quizás, solo quizás, Marta Nebot ha encontrado la manera perfecta de que todos podamos robar… pero “con estilo”.
Lo que sí está claro es que, si esta teoría se extiende, pronto veremos:
- Campañas electorales patrocinadas por “fondos éticos”.
- Informes oficiales de “transparencia corrupta”.
- Y hasta debates parlamentarios para elegir la “corrupción más justa”.
Porque, en el fondo, todos queremos lo mismo: un poco de corrupción, pero con corazón.
Bonus: Cómo ser un corrupto “de izquierdas” en 5 pasos
- Habla mucho de justicia social mientras firmas contratos
- Haz donaciones simbólicas a ONGs amigas
- Invierte en discursos con citas de Marx y Gramsci
- Denuncia la corrupción ajena con fervor revolucionario
- Nunca olvides agradecer al pueblo que te apoya en las redes sociales
Nota del autor
Este artículo es una sátira. Ninguna corrupción es buena. Ni la de izquierdas, ni la de derechas, ni la de centro, ni la del vecino. La corrupción es corrupción, y punto.
Pero a veces, un poco de humor es necesario para entender lo absurdo que puede ser justificar lo injustificable.
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