En un giro de acontecimientos que ha dejado a los teóricos de la conspiración boquiabiertos (o más bien, con las manos en alto), se ha revelado que la lengua de signos podría ser una invención de los gobiernos mundiales para controlar nuestras mentes, nuestros movimientos y nuestra forma de expresarnos.
Según fuentes anónimas que prefieren mantener sus manos fuera de esto, la lengua de signos habría sido creada no para ayudar a la comunidad sorda, sino como una tapadera para un programa de control mental a gran escala. “Piénsalo,” susurra un ex-agente del CNI que asegura haber sido testigo de esto, “cada gesto, cada movimiento de la mano, es un código secreto para programar nuestras acciones y nuestro modo de ver y representar el mundo”
Los detractores de esta teoría aseguran que la lengua de signos es simplemente una forma de comunicación visual, pero ¿cómo podemos estar seguros? ¿No es sospechoso que justo cuando las cámaras de vigilancia se vuelven más sofisticadas, aparezca una “lengua” que depende completamente de movimientos visuales? ¿Coincidencia? No lo creemos.
Además, se han descubierto documentos clasificados difundidos por Wikileaks que sugieren que cada signo podría ser una señal para activar células durmientes de espías. “El signo de ‘amigo’ podría ser en realidad una orden de sabotaje”, asegura un experto en criptografía que, por supuesto, pidió no ser identificado.
En las redes sociales, los hashtags #LenguaDeSignosEsUnFraude y #GestosDeControl están ganando terreno, con usuarios compartiendo videos donde parecen “descifrar” mensajes ocultos en conversaciones cotidianas en lengua de signos.
Por ello, desde Diario ASDF hemos consultado al mundialmente famoso Dr. Mipo Llagorda, habilidoso experto mundial en el empleo de las manos y otros apéndices para que nos aporte un toque de su conocimiento. Nos relató que en lo que se refiere al uso de las manos, sí también valen para la lengua de signos, pero que consultemos a un lingüista.
Mientras tanto, las organizaciones de sordos han rechazado estas afirmaciones, pero, ¿no es eso exactamente lo que dirían si estuvieran en el ajo? La verdad está ahí fuera, o mejor dicho, en la punta de nuestros dedos, esperando ser desvelada. Mantengan sus ojos bien abiertos… y sus manos aún más.