Valencia, 25 de febrero de 2025 – En una escena digna de una epopeya mitológica, el president de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón, ha decidido convertir una simple rueda de prensa en un espectáculo de proporciones cósmicas. Interrogado insistentemente sobre la hora exacta en la que pisó el Centro de Coordinación de Emergencias (Cecopi) durante la devastadora DANA, Mazón no solo esquivó la pregunta, sino que lanzó una bomba verbal que ha dejado al planeta temblando: “¡Yo no mido el tiempo en minutos como los mortales comunes! Mis huevos son más grandes que los de Sánchez, tan colosales que marcan el reloj en eras geológicas. Llegué cuando el universo me lo pidió, y con eso basta”.
El silencio en la sala duró lo que tarda un dinosaurio en fosilizarse, mientras Mazón, con el pecho inflado como un titán de la Antigua Grecia, descargaba una mirada de fuego sobre los periodistas, quienes, entre sudores fríos y libretas temblorosas, no sabían si estaban ante un político o ante el mismísimo Zeus reencarnado. “Que Sánchez venga con su cronómetro de bolsillo si quiere, que yo traigo dos meteoritos que hacen temblar la Tierra”, remató, antes de arrojar el micrófono al suelo como si fuera el martillo de Thor.
Desde Moncloa, el desconcierto es total. Pedro Sánchez, dicen, ha cancelado su agenda para encerrarse con un equipo de astrónomos y endocrinólogos, intentando descifrar si el tamaño de los “atributos” de Mazón podría realmente alterar las leyes del espacio-tiempo. “Si son tan grandes como dice, igual no llegó tarde, sino que el Cecopi estaba en otra dimensión”, balbuceó un asesor, visiblemente superado por la situación.
En redes sociales, el caos es absoluto. El hashtag #HuevosGalácticos ha colapsado internet, con montajes de Mazón cabalgando un cometa con sus “esferas estelares” brillando como supernovas, mientras otros usuarios aseguran haber visto su sombra tapar el sol durante el último eclipse. Hasta la NASA ha emitido un comunicado pidiendo calma y aclarando que “no hay evidencia de que objetos de tal magnitud orbiten la Comunidad Valenciana”.
La oposición, entretanto, ha entrado en pánico existencial. Compromís exige que la ONU intervenga para medir “esas armas de destrucción masiva”, mientras el PSPV propone usar un satélite para triangular la llegada de Mazón al Cecopi, “porque un reloj normal no puede con esto”. Sus seguidores, en cambio, lo veneran como “el Coloso de Paiporta” y ya venden camisetas con el lema “Mazón: el tiempo es relativo, los huevos no”.
Lo cierto es que la hora de llegada sigue siendo un misterio, pero nadie duda de que esta DANA ha desatado una fuerza de la naturaleza que trasciende lo humano. ¿Resolverá Mazón el enigma con un rugido de sus “titanes temporales” o seguiremos atrapados en este agujero negro de testosterona? Solo el cosmos lo sabe.
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