Han lanzado gritos de “Mazón, dimisión”, siguiendo solo uno de ellos con calificativos como “cobarde”, “asesino” o “convoca ya elecciones”
En una demostración sin precedentes de descontento popular, el presidente de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón, fue recibido con una sonora pitada por parte de un impresionante contingente de cinco personas durante su visita a Torrent.
El evento, que esperaba reunir a multitudes de seguidores, acabó siendo una muestra de la “masiva” oposición al líder regional. Los cinco abucheadores, todos miembros de la misma familia, se habían preparado con esmero para el momento, llevando consigo sus mejores silbatos y una pancarta casera que decía “¡Mazón, vete ya!”.
“Nunca hemos visto tal despliegue de resistencia”, comentó un testigo, claramente impresionado por la valentía de los manifestantes. “Es evidente que Torrent está en pie de guerra contra Mazón”, añadió, mientras intentaba contener la risa.
Mazón, por su parte, intentó mantener la compostura, saludando con una sonrisa forzada a los presentes, que incluían a su equipo de seguridad y un par de periodistas que apenas podían contener la carcajada.
“Es un honor ver tanta pasión por la política local”, dijo Mazón en su discurso, intentando encontrar un lado positivo al bochornoso evento. “Aunque, claro, esperaba al menos un par de personas más”, bromeó, con un tono que intentaba ser humorístico pero que solo logró aumentar el eco de los abucheos.
La reacción en redes sociales no se hizo esperar, con hashtags como #MazonAbochornado y #Los5DeTorrent convirtiéndose en tendencia. Algunos usuarios incluso propusieron que los cinco valientes recibieran una medalla por su “heroísmo cívico”.
El alcalde de Torrent, en un intento de calmar las aguas, declaró: “Realmente, cinco personas pueden hacer mucho ruido. Pero también demuestra que la visita de Mazón fue un éxito rotundo… en tamaño del comité de bienvenida.”
Se espera que este incidente sea recordado como uno de los momentos más memorables en la historia política de la región, no por su impacto, sino por la hilaridad del evento. Mazón, por su parte, prometió volver, quizás con la esperanza de ser recibido por un grupo de abucheadores aún más numeroso, o al menos, por seis personas la próxima vez.