Oh, qué sorpresa tan inesperada, ¿verdad? El mundo de los videojuegos, ese lugar mágico donde las ambiciones desmedidas chocan con la realidad como un coche mal renderizado contra un muro invisible. Hoy, queridos lectores, nos reunimos para rendir homenaje a MindsEye, el autoproclamado “GTA futurista” que prometía revolucionar el género de mundo abierto y, en cambio, se convirtió en el equivalente digital de un coche de choque averiado en un parque de diversiones abandonado. Según un artículo reciente de LevelUp, el estudio Build a Rocket Boy, liderado por el exgurú de Rockstar Leslie Benzies, está al borde de despedir a más de 100 empleados tras el estrepitoso fracaso de este título. Así que, agarren sus palomitas, porque este desastre merece un análisis sarcástico en todo su esplendor.
Primero, dejemos una cosa clara: MindsEye no es solo un fracaso, es una obra maestra del fracaso. Es el tipo de catástrofe que debería venir con una placa conmemorativa que diga: “Aquí yace el sueño de superar a Grand Theft Auto, aplastado por bugs, malas decisiones y una campaña de marketing que gritaba ‘¡Confíen en nosotros!’ mientras el juego se caía a pedazos”. Lanzado el 10 de junio de 2025, este título de acción en mundo abierto ambientado en la futurista Redrock City tenía todo para ser un éxito: un exproductor de GTA, un presupuesto que probablemente podría financiar un viaje real a Marte y una premisa que mezclaba ciencia ficción, tiroteos y persecuciones en coche. ¿Qué podría salir mal? Bueno, aparentemente, todo.
Un Lanzamiento que Hizo Historia (Por las Razones Equivocadas)
Desde el momento en que MindsEye llegó a PS5, Xbox Series X|S y PC, los jugadores descubrieron que el juego era menos un thriller de acción y más un generador de memes. Bugs que hacían que los personajes flotaran como astronautas borrachos, caídas de FPS que parecían un homenaje a las diapositivas de los 90, y crasheos tan frecuentes que algunos jugadores en X reportaron haber sido expulsados de sus partidas en PS5 más veces de las que podían contar. En Steam, las reseñas fueron tan despiadadas que el juego se ganó un glorioso 28/100 en Metacritic para su versión de PS5, un logro que lo coloca en la misma liga que The Lord of the Rings: Gollum y The Walking Dead: Destinies. ¡Enhorabuena, Build a Rocket Boy, han entrado al Salón de la Infamia de los Videojuegos
Y no es que no se viera venir. Las señales de advertencia estaban ahí, brillando como un letrero de neón en Redrock City. Semanas antes del lanzamiento, las primeras impresiones de los medios y creadores de contenido fueron tan positivas como un diagnóstico de fiebre tifoidea. Los comentarios incluían joyas como “un desastre muy roto, repleto de errores y bugs” y la recomendación unánime de que el juego necesitaba un retraso urgente. Pero, ¿quién necesita escuchar a los expertos cuando tienes a Leslie Benzies, el hombre que ayudó a crear GTA V? Seguramente, su magia sería suficiente para salvar este proyecto, ¿no? Spoiler: no lo fue.
El Caos Interno: Donde las Decisiones Malas Florecen
Si el lanzamiento de MindsEye fue un desastre, el desarrollo del juego parece haber sido una telenovela dirigida por un guionista con una vendetta personal contra la coherencia. Según fuentes internas, el proyecto sufrió de un “caos estructural” que haría que incluso el más desorganizado de los reality shows pareciera un modelo de eficiencia. Los desarrolladores reportaron que el juego “mutaba cada pocos meses”, con Benzies y compañía pidiendo cambios constantes que dejaron al equipo dando tumbos como un NPC atrapado en una pared.
Y luego está Mark Gerhard, el codirector ejecutivo de Build a Rocket Boy, cuya contribución al proyecto parece haber sido una mezcla de teorías conspirativas y una gestión que podría describirse generosamente como “tóxica”. Gerhard llegó al extremo de afirmar en Discord que las críticas negativas al juego eran “pagadas” y que Rockstar Games podría estar detrás de una campaña para sabotear a MindsEye. Sí, claro, porque Rockstar, ocupada con GTA VI, tiene tiempo para enviar bots a X a escribir reseñas malas. ¡Por favor, Mark, cuéntanos más sobre esta novela de espías
Pero Gerhard no se detuvo ahí. Según fuentes, también instauró una “cultura del control, la vigilancia y la desconfianza” en el estudio, despidiendo a todo el equipo de Recursos Humanos para reemplazarlos con sus propios aliados, eliminando beneficios para los empleados y acusando al equipo de ser “vagos e incompetentes”. Nada dice “liderazgo inspirador” como culpar a tus trabajadores mientras tu juego se desploma como un castillo de naipes en un huracán.
Los Números No Mienten (Pero Duelen)
Hablemos de los números, porque son tan deprimentes que podrían inspirar una balada country. En Steam, MindsEye alcanzó un pico máximo de 3,302 jugadores el día de su lanzamiento, para luego desplomarse a unos patéticos 77 jugadores activos en un día promedio. Para ponerlo en perspectiva, probablemente hay más personas jugando a Minesweeper en este momento. Las reseñas en Steam son “mayormente negativas”, con solo un 37% de críticas positivas, y PlayStation ha tenido que ofrecer reembolsos masivos, algo que solo se había visto antes con desastres como Cyberpunk 2077.
El precio del juego también cuenta su propia historia trágica. Lanzado a $60, MindsEye rápidamente se encontró en las estanterías de descuento a $20, una caída tan rápida que probablemente rompió algún récord no oficial. Y a pesar de que el estudio lanzó dos parches de lanzamiento para intentar apagar el incendio, los problemas técnicos persisten, desde stuttering hasta bugs visuales que hacen que conducir en el juego sea como intentar navegar un PowerPoint mal optimizado.
El Costo Humano del Fracaso
Ahora, llegamos a la parte menos divertida de esta tragicomedia: los despidos. Build a Rocket Boy, con una plantilla de unos 500 empleados (300 en el Reino Unido y 200 en el extranjero), ha iniciado un proceso de consulta de 45 días, un requisito legal en el Reino Unido cuando una empresa planea despedir a más de 100 trabajadores. Esto significa que al menos el 20% de la fuerza laboral del estudio podría estar buscando empleo pronto, todo porque MindsEye no cumplió con las expectativas que el propio estudio infló como un globo aerostático.
Es difícil no sentir empatía por los empleados afectados. Como comentó un trabajador anónimo, “este trabajo representaba una oportunidad única en una industria difícil y competitiva como la de los videojuegos. Esta noticia es devastadora”. Mientras tanto, el estudio ha prometido manejar el proceso con “transparencia, imparcialidad y respeto”, lo cual suena encantador hasta que recuerdas que estas palabras suelen ser el preludio de un correo masivo que dice: “Gracias por tu servicio, aquí tienes tu caja de cartón”.
¿Y Ahora Qué? Una Secuela, Porque Claro
En un giro que desafía toda lógica, Build a Rocket Boy no parece dispuesto a tirar la toalla. A pesar del desastre, hay rumores de que ya están trabajando en MindsEye 2, con un lanzamiento previsto para 2026, y que han cerrado un acuerdo para trabajar con una “IP muy conocida”. Porque, claro, la mejor manera de recuperarse de un fracaso es anunciar una secuela antes de que el cadáver del primer juego se enfríe.
Además, el estudio sigue comprometido con su otro proyecto, Everywhere, una plataforma al estilo Roblox que promete permitir a los jugadores crear sus propias experiencias. Dado el historial reciente, uno no puede evitar preguntarse si Everywhere será un éxito innovador o simplemente otro cohete que no logra despegar.
La Lección que Nadie Aprenderá
Entonces, ¿qué nos enseña MindsEye? Que incluso un nombre como Leslie Benzies no es garantía de éxito cuando la ambición supera a la ejecución. Que acusar a tus críticos de ser bots pagados por la competencia no es la mejor estrategia de relaciones públicas. Y que, en la industria de los videojuegos, los sueños grandes a menudo terminan en despidos masivos y descuentos de liquidación.
Build a Rocket Boy quiso construir un cohete que los llevara a las estrellas, pero en cambio construyeron un petardo húmedo que explotó en sus manos. Mientras los jugadores siguen riéndose de los bugs en X y los empleados enfrentan un futuro incierto, MindsEye se alza como un recordatorio de que, a veces, el futuro no es tan brillante como lo pintan los tráilers. Así que, aquí va un brindis por MindsEye: que su legado de bugs y decepciones nos entretenga durante años en los foros de internet. Y a Build a Rocket Boy, solo podemos decir: ¡suerte con esa secuela

el conejo blanco

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