Madrid, 19 de febrero de 2025 – En una sesión épica del Congreso que dejó a todos con la mandíbula desencajada (o, al menos, a Yolanda Díaz con una gama de expresiones dignas de un catálogo de emojis), María Jesús Montero, vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, desplegó su arsenal retórico para defender lo indefendible: que los pobres diablos del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) ahora paguen IRPF. “¡No es que Hacienda vaya a recaudar más, lo que se trata es que no recaude menos!”, proclamó Montero con la solemnidad de quien anuncia que el café de la máquina está gratis… pero solo para los diputados.
María Jesús Montero, sobre la tributación del IRPF: “No es que Hacienda vaya a recaudar más, lo que se trata es que no recaude menos” En su cabeza era espectacular
La frase, pronunciada con un gesto tan firme como el de un equilibrista en un alambre untado de mantequilla, fue recibida con un silencio sepulcral… roto solo por el crujir de las cejas de Yolanda Díaz, cuya cara pasó por más estados emocionales que un adolescente en un concierto de K-pop. Primero, un arqueo de ceja que parecía gritar: “¿En serio, María Jesús?”.
Luego, un fruncimiento tan profundo que podría haber abierto un agujero negro en el hemiciclo. Y, finalmente, un gesto de incredulidad tan épico que los fotógrafos de la sala juraron haber capturado “la cara de poema” definitiva, digna de un meme viral que ya circula con subtítulos como: “Cuando tu compañera de piso dice que lavó los platos… pero no del todo”.
Desde Sumar, la vicepresidenta segunda y reina del SMI exento, Yolanda Díaz no se quedó callada (aunque sus gestos ya lo habían dicho todo). “¡Esto es un atraco fiscal a los más vulnerables!”, exclamó, mientras su mirada parecía lanzar rayos láser hacia Montero, quien, impertérrita, seguía justificando que “el SMI ahora es un sueldo digno, así que debe contribuir… aunque sea con las migajas que le quedan después de pagar el alquiler y el pan”. Los expertos en mímica aseguran que la cara de Díaz alcanzó niveles de expresividad nunca vistos desde el llanto de Jack en Titanic.
Pero, ¿qué hay detrás de esta genial idea fiscal? Según Montero, no se trata de llenar las arcas del Estado (¡qué mal pensados sois!), sino de evitar que “Hacienda recaude menos”. O sea, un ajuste tan sutil que solo un contable con gafas de sol y un corazón de piedra podría entenderlo. Los trabajadores del SMI, que verán cómo su subida de 50 euros mensuales se esfuma en retenciones de unos 300 euros al año, celebraron la noticia con la misma euforia que un fan de Juego de Tronos al ver el final de la serie.
El PP, por su parte, acusó al Gobierno de “hacer caja con los currantes”, mientras el resto de la oposición se preguntaba si Montero y Díaz podrían resolver sus diferencias en un duelo de caras épicas en Tu Cara Me Suena. Mientras tanto, en las redes, los memes llovían: desde comparaciones de Yolanda con un juez de MasterChef Argentina gritando “¡Me pierdo!”, hasta fotomontajes de Montero como una recaudadora medieval con un saco de monedas.
Así, el Gobierno de coalición sigue demostrando que la unidad es posible… siempre que Yolanda Díaz no tenga que contener sus expresiones faciales. ¿El próximo capítulo? Probablemente otro debate fiscal donde Montero intente explicar que “no se trata de subir impuestos, sino de evitar que se evaporen”. Y, por supuesto, las caras de Díaz seguirán siendo la estrella del show.