Bienvenidos, queridos lectores, a otro episodio de la tragicomedia que es el Universo Cinematográfico de Marvel (MCU) en su fase “si no te gusta, eres el problema”. Hoy nos sumergimos en el fascinante caso de *Ironheart*, la serie de Disney+ que prometía ser la heredera espiritual de Tony Stark, pero que, en cambio, ha desatado un tsunami de críticas negativas del público general, mientras los críticos profesionales parecen estar viviendo en un universo paralelo donde todo es maravilloso. Basándonos en el artículo de That Park Place, que detalla el desplome de la serie en Rotten Tomatoes, los ratios de dislikes en YouTube y la desconexión entre críticos y fans, vamos a destripar este circo con todo el sarcasmo y burla que merece. Prepárense para un viaje de 1500 palabras por el absurdo mediático que insiste en etiquetar como racista a cualquiera que se atreva a decir que *Ironheart* no es la octava maravilla del mundo.
El desplome del público: un aluvión de críticas (y no precisamente racistas)
El artículo de That Park Place nos pinta un cuadro que ya conocemos, pero que nunca deja de ser entretenido: *Ironheart*, protagonizada por Dominique Thorne como Riri Williams, llegó a Disney+ el 24 de junio de 2025 con la misión de conquistar corazones y mentes. En lugar de eso, conquistó dislikes, puntuaciones bajas y un sinfín de comentarios mordaces del público general. En Rotten Tomatoes, la puntuación del público en el Popcornmeter se desplomó a un triste 56% (y eso después de un sospechoso “repunte” desde un abismal 32%). En IMDb, la serie se lleva un glorioso 3.6/10, un puntaje que la pone por debajo de *Secret Invasion*, lo cual es como perder una carrera contra un caracol. En Criticless, una plataforma menos propensa a las manipulaciones de estudios, *Ironheart* ostenta un humilde 11%. Y en YouTube, los tráilers oficiales han sido masacrados: el primer tráiler acumula 219 mil likes contra 543 mil dislikes, y el tráiler de lanzamiento no se queda atrás con 34 mil likes frente a 49 mil dislikes. ¡Vaya, parece que el público tiene algo que decir!
Pero, ¿qué está diciendo exactamente el público general? Si nos sumergimos en los comentarios de plataformas como Reddit, X y los foros de Rotten Tomatoes, encontramos un patrón claro: la gente no está contenta, y no precisamente por las razones que ciertos medios quieren vendernos. Los fans critican un guión que parece escrito por un algoritmo con resaca, diálogos que suenan como si los hubiera generado ChatGPT en su peor día, y personajes secundarios que tienen menos profundidad que un charco. Muchos señalan que Riri Williams, la protagonista, no logra conectar emocionalmente, no porque sea una mujer negra (como algunos medios insinúan), sino porque su arco narrativo es predecible y carece de chispa. Otros mencionan efectos visuales que parecen sacados de un videojuego de 2005 y una trama que se siente desconectada del resto del MCU. Un comentario recurrente en X resume el sentimiento: “No odio a Riri, odio que la serie sea un desastre narrativo. ¿Es mucho pedir una historia decente?”. Otro usuario en Reddit fue más directo: “Si esto es lo mejor que Marvel puede ofrecer, prefiero volver a ver *Iron Man 2* en bucle”. Ouch.
La narrativa de siempre: “Si no te gusta, eres un racista”
A pesar de estas críticas detalladas y razonadas, la prensa mainstream tiene una explicación mucho más simple para el desastre: si no te gusta *Ironheart*, eres un troll racista que vive en un sótano y desayuna odio. Medios como Screen Rant y Collider han saltado rápidamente a la defensa de la serie, atribuyendo las bajas puntuaciones a un supuesto “review bombing” orquestado por fanáticos tóxicos que odian a Riri Williams por… bueno, ya sabes, *esas cosas*. ¿Pruebas de esta conspiración? Ninguna, por supuesto. Pero en la era de los titulares sensacionalistas, ¿quién necesita pruebas cuando puedes gritar “racismo” y cerrar el debate? Es la táctica más vieja del manual: desviar la atención de los problemas reales de la serie y culpar al público por atreverse a tener estándares.
Esta narrativa es tan predecible que ya parece un guion reciclado. Cada vez que una producción de Marvel o Disney+ recibe críticas negativas, aparece el mismo artículo genérico: “Los trolls están atacando porque odian la diversidad”. Nunca importa si las críticas son específicas, como que los efectos visuales parecen baratos o que la trama es un refrito de otras historias del MCU. No, no, no. Si no estás aplaudiendo con lágrimas en los ojos, claramente eres parte de una campaña orquestada por supremacistas blancos. Es curioso cómo nunca se menciona que series como *WandaVision* o *Loki* también tuvieron protagonistas diversos y fueron ampliamente elogiadas por el público. ¿Será que los fans no odian la diversidad, sino que simplemente quieren una buena historia? Nah, eso sería demasiado lógico.
La brecha épica entre críticos y audiencia
Lo más divertido de este circo es la desconexión absoluta entre los críticos profesionales y el público general. Mientras los fans están ocupados desmenuzando *Ironheart* por su narrativa deslucida y su falta de carisma, los críticos parecen estar viendo una obra maestra digna de un Emmy. En Rotten Tomatoes, la puntuación de los críticos ha escalado a un sólido 74%, con reseñas que describen la serie como “fresca”, “vibrante” y “un paso audaz para el MCU”. ¿Estamos viendo la misma serie? Porque, según los comentarios del público, *Ironheart* es más bien un paso audaz hacia el aburrimiento. Un crítico de un medio importante alabó la “química entre los personajes”, mientras que un usuario en X respondió: “¿Química? ¿Entre quién? ¿Riri y su portátil?”. Otro crítico elogió los “temas profundos de identidad y legado”, a lo que un fan en Reddit contestó: “¿Profundos? Si el tema más profundo fue decidir si Riri usa su armadura roja o azul”.
Esta brecha no es nueva, pero con *Ironheart* alcanza niveles de comedia pura. Los críticos parecen estar evaluando la serie no por su calidad, sino por lo que representa en un contexto cultural. Es como si estuvieran reseñando un manifiesto político en lugar de una serie de superhéroes. Mientras tanto, el público general, que solo quiere entretenimiento decente por los 12 dólares al mes que paga por Disney+, no está comprando el discurso. Los comentarios en plataformas como YouTube y X son implacables: “Marvel está más interesado en predicar que en contar una historia”, “Los efectos visuales parecen de una película de bajo presupuesto”, “¿Dónde está la chispa que tenía *Iron Man*?”. Estas no son quejas de trolls racistas; son críticas de fans decepcionados que esperaban más de una franquicia que alguna vez fue sinónimo de excelencia.
La hipocresía de la prensa y el MCU en decadencia
La insistencia en culpar al racismo por las críticas negativas no solo es perezosa, sino también insultante para el público. Los fans no son idiotas; saben distinguir entre una serie mal hecha y una que simplemente no es para ellos. Si *Ironheart* estuviera recibiendo críticas únicamente por la raza o el género de su protagonista, veríamos patrones similares en otras series con elencos diversos, pero no es el caso. *Spider-Man: No Way Home* tuvo a Zendaya como MJ y fue un éxito masivo. *Black Panther* es una de las películas más queridas del MCU. *Ms. Marvel* recibió elogios por su frescura y autenticidad. La diferencia no es la diversidad; es la calidad.
El artículo de That Park Place también señala un detalle jugoso: Disney y Marvel parecen estar manipulando las puntuaciones para suavizar el golpe. La puntuación del público en Rotten Tomatoes “misteriosamente” subió de 32% a 56% en pocos días, algo que huele a intervención de los estudios. Y no es la primera vez: series como *She-Hulk* y *The Acolyte* también han sido acusadas de sufrir “review bombing”, solo para que luego se revele que las críticas negativas eran, en su mayoría, genuinas. Es como si Disney pensara que puede gaslightear a su audiencia para que crea que una serie mediocre es una obra maestra. Spoiler: no está funcionando.
Deja de culpar al público, Marvel
En resumen, *Ironheart* es el último capítulo en la lenta decadencia del MCU, una franquicia que alguna vez nos dio *Avengers: Endgame* y ahora parece atrapada en un ciclo de mediocridad y excusas. Las críticas negativas del público general no son una conspiración racista; son el resultado de una serie que no cumple con las expectativas de una audiencia que paga por calidad. En lugar de reflexionar sobre sus errores, Marvel y sus defensores en la prensa prefieren señalar con el dedo y gritar “trolls”. Pero los fans no son el problema; el problema es un guión débil, personajes olvidables y una falta de visión creativa.
Así que, la próxima vez que alguien te diga que no te gusta *Ironheart* porque eres un racista, ríete en su cara. Diles que no odias a Riri Williams; odias los diálogos cursis, los efectos visuales baratos y una historia que no va a ninguna parte. Y luego, ve a ver *Iron Man* de 2008 para recordar cómo se hace una buena película de superhéroes. Marvel, la pelota está en tu cancha. Deja de culpar al público y empieza a hacer series que valgan la pena. O, ya sabes, sigue gritando “racismo” mientras tus puntuaciones en Rotten Tomatoes se hunden más que el Titanic. La elección es tuya.