Donald Trump Monster

Cuando la política se convierte en un reality show: lo que podríamos esperar de un regreso triunfal (y caótico) de Trump

Donald Trump, el maestro de la narrativa, la polarización y, claro, de las frases grandilocuentes que llenan titulares, está de vuelta. Bueno, casi. Su segundo mandato, una posibilidad que parece cada vez menos descabellada, promete ser una experiencia inolvidable para Estados Unidos. No porque sea un brillante estadista, sino porque esta vez la película de terror viene con efectos especiales más elaborados.

En su primer mandato, Trump nos mostró lo que podía hacer: despedir a funcionarios como si estuviera en un episodio eterno de The Apprentice, gobernar con tuits nocturnos y convertir conferencias de prensa en espectáculos dignos de un reality show. Sin embargo, ese primer round fue casi un ensayo general. Si logra regresar a la Casa Blanca, podemos esperar una versión “Director’s Cut”: más caótica, más divisiva y, claro, más entretenida (si no te importa que el país sea el escenario de esta tragicomedia).

Promesas para un futuro… ¿brillante?

Trump ha dejado claro que su regreso no será solo una continuación de su primer mandato, sino una venganza. Sus discursos están plagados de referencias a una “purga del Estado profundo” y a la “restauraçón del poder al pueblo”, lo cual suena muy bonito hasta que recuerdas que, para Trump, “pueblo” significa él y un selecto grupo de aliados leales.

En el ámbito internacional, podemos anticipar el regreso de su diplomacia creativa. Tal vez esta vez decida invitar a Kim Jong-un a un tour por Disney World o proponga un tratado comercial con Rusia que incluya la exportación de hamburguesas Trump. Todo es posible en el mundo de Donald, donde las normas son opcionales y las consecuencias, irrelevantes.

Una lección en resiliencia institucional

El primer mandato de Trump fue un test de resistencia para las instituciones democráticas del país. Algunas pasaron la prueba, otras no tanto. La pregunta ahora es: ¿cuánto más pueden soportar?

Imaginemos por un momento que Trump consigue implementar su sueño de gobernar como un “líder fuerte”. Las agencias federales se convertirían en sucursales de su marca personal, el Congreso en un escenario secundario para sus espectáculos, y el sistema judicial, en un campo de batalla para resolver vendettas personales. Sería como ver una temporada completa de una serie distópica, pero en tiempo real y con consecuencias reales.

Conclusión: Abrochaos los cinturones

Un segundo mandato de Trump sería como montar en una montaña rusa que alguien ha decidido operar sin frenos. Quizás algunas personas encuentren emocionante la idea de desafiar las leyes de la gravedad política, pero para el resto, el prospecto no es tan divertido. Eso sí, si algo hemos aprendido de Trump es que siempre encuentra la manera de sorprendernos. Así que preparémonos para un show de fuegos artificiales políticos que, aunque puedan ser bonitos de lejos, tienen un serio riesgo de incendiar la casa.

También le puede interesar:

Historia de dos tomas de posesión: por qué el segundo mandato de Trump pinta mucho peor para el país

¿Tienes un rumor?

Mándalo directo a nuestra Papelera.
📩 ¡Envíalo aquí!
papelera@diario-asdf.com

La cosa esta de la semana

«En un mundo donde todos toman la vida demasiado en serio, el Diario ASDF nos recuerda que apretar fuerte los dientes es la mejor forma de mantener la cordura.»

~ Atribuida a un anónimo lector del Diario ASDF, siglo XIV.

Entradas Destacadas