La misión, bautizada como la “Jamón Freedom 2.0”, promete llevar solidaridad en forma de panceta, torreznos y morcillas, con la presencia estelar de una parlamentaria que asegura que “la paz mundial empieza por el jamón”.
Una flotilla más, pero con más chicha
Ya no sorprende a nadie que cada dos por tres zarpe una flotilla rumbo a Gaza. Sin embargo, la que salió esta mañana del puerto de Marsella ha dado que hablar incluso en los bares: cientos de cerdos ibéricos viajan en cubierta con destino a la Franja, acompañados de una tripulación variopinta que incluye a la diputada de Podemos, Lucía Muñoz, autoproclamada “embajadora del jamón de bellota en el Mediterráneo oriental”.
La operación se ha bautizado como “Puerco Solidario Reloaded”, porque como dijo un miembro de la tripulación:
“Cuando el pueblo pide ayuda, lo último que quiere es quinoa. Lo que necesita es panceta y un buen chorizo picante.”
Lucía Muñoz: “La revolución será con jamón o no será”
La diputada, enfundada en un chaleco salvavidas morado con un cerdito estampado en la espalda, dio unas declaraciones antes de zarpar:
“Me sumo a esta flotilla porque no podemos seguir permitiendo que la ayuda humanitaria se limite a arroz y harina. Gaza merece lo mejor de la gastronomía ibérica, y también merece saber que Podemos está comprometido hasta con las orejas de cerdo. Esta es mi manera de demostrar que la izquierda se moja… y se unta en grasa.”
Muñoz también prometió organizar una asamblea popular en cubierta para debatir sobre qué embutido debería ser declarado “patrimonio de la humanidad” una vez lleguen a destino.
El cargamento: de pata negra a chistorra de oferta
Los organizadores han detallado que la flotilla transporta:
- 340 cerdos ibéricos con DNI porcino en regla.
- 2 toneladas de torreznos precocinados.
- 500 morcillas de Burgos envasadas al vacío.
- Un contenedor entero de fuet “para los que tienen prisa”.
Los cerdos, según fuentes oficiales, viajan en camarotes climatizados con música de Camela, lo que garantiza que lleguen relajados y con el jamón bien curado.
Reacciones internacionales
La ONU confesó estar “atónita pero entretenida”. La UE felicitó la iniciativa pero pidió que se añadiera también algo de queso manchego. Israel, por su parte, ha anunciado que está valorando interceptar la flotilla “no por razones de seguridad, sino porque les da miedo que se monte una feria gastronómica más popular que Eurovisión”.
Mientras tanto, en Gaza, la noticia ha corrido como la pólvora. Algunos ya preparan pancartas que rezan: “Gracias Lucía por el jamón”, mientras que otros advierten que “como traigan jamón serrano del barato, habrá disturbios”.
Rumores de sabotaje y TikTok
Algunos medios ya difunden teorías: se dice que ciertos cerdos llevan cámaras GoPro para retransmitir en directo el desembarco en TikTok. Otros aseguran que bajo la cubierta hay un alijo secreto de chorizos destinado a inaugurar el primer “Museo del Ibérico en Gaza”.
Incluso se ha filtrado que Muñoz planea grabar un videoclip en el que bailará sevillanas sobre el lomo de un cerdo como metáfora de la lucha antiimperialista.
Conclusión: una misión con mucho morro
La “Jamón Freedom 2.0” ya navega hacia Gaza con el olor a torrezno impregnando la brisa marina y la diputada Lucía Muñoz dando entrevistas a bordo sobre “cómo el cerdo puede ser la semilla del cambio social”.
¿Será esta flotilla la que logre unir a los pueblos a base de chistorra y morcilla?
¿O acabará siendo recordada como el mayor banquete flotante de la historia?
En pocos días lo sabremos, cuando los primeros cerdos desembarquen en la arena.