En un giro que solo podría suceder en la era digital, una pareja de novios, Juan y María, decidió retomar su aventura en Diablo 4 después de un descanso de seis meses. Al regresar a los oscuros y tentadores terrenos de Santuario, se encontraron con una sorpresa que podría ser el sueño de cualquier jugador: al presionar inadvertidamente un botón misterioso, sus personajes saltaron de nivel 1 a nivel 50 y su equipo se transformó en legendario.
“Estábamos ahí, intentando recordar cómo se manejaba todo, cuando de repente, mientras Juan buscaba el botón para ajustar la configuración del sonido, presionó algo que no deberíamos haber tocado”, explicó María, con una mezcla de asombro y culpabilidad. “Y zas, nuestros personajes pasaron de ser unos novatos a unos semidioses del caos”, añadió Juan, mostrando una sonrisa que solo podría describirse como de alguien que acaba de ganar la lotería de los videojuegos.
Los jugadores, que habían dejado sus personajes en un estado de lamentable nivel bajo debido a sus estudios y trabajo, ahora se encontraban con todo lo que habían soñado: espadas que brillaban con poder, armaduras que parecían sacadas de una épica de Tolkien y habilidades que hacían que enfrentar demonios fuera tan fácil como hacer un pedido en línea.
“Nunca habíamos visto algo así”, comentó un amigo de la pareja, que lo presenció en directo por streaming. “Es como si hubieran entrado en una versión beta secreta del juego donde todos tus deseos se cumplen con solo un clic.”
La comunidad de Diablo 4 se ha vuelto loca con la noticia. Algunos jugadores envidian la suerte de Juan y María, mientras otros sospechan de algún tipo de trampa o hack. “Ojalá hubiera un botón así para la vida real”, bromeó un usuario en los foros de discusión del juego. Sin embargo, la pareja insiste en que no hicieron nada más que un simple error.
Blizzard Entertainment, los creadores de Diablo 4, se han mantenido en silencio sobre el incidente, probablemente intentando entender cómo su sistema de progresión podría haberse convertido en una máquina de hacer deseos. Mientras tanto, Juan y María disfrutan de su repentina fortuna en el juego, aunque con un poco de miedo de que de un momento a otro, todo pueda desaparecer como un sueño.
“Es genial, pero ahora cada vez que tocamos un botón, lo hacemos con miedo”, confesó María. “Quién sabe, tal vez el próximo clic nos devuelva al nivel 1 o nos teletransporte a un mundo donde los demonios son realmente nuestros vecinos.”
Así que, mientras la pareja vive su sueño de videojugador, el resto de nosotros seguimos buscando ese mítico botón de la suerte, preguntándonos si realmente existe o si es solo una leyenda urbana de la era digital.