En una revelación que ha sacudido la política española como un buen chiste en una reunión de familia, Pedro Sánchez, nuestro querido presidente, ha admitido públicamente que “ya no está tan bien”. Sí, amigos, parece que el estrés de gobernar un país donde todo el mundo tiene una opinión sobre todo y nadie se pone de acuerdo ni para decidir qué pan comprar, finalmente ha pasado factura.
Durante una conferencia de prensa que más parecía una terapia de grupo, Sánchez, con un tono que oscilaba entre el agotamiento y la resignación, confesó: “La verdad es que ya no estoy tan bien. Entre la crisis económica, la pandemia, la inflación y ahora los memes sobre mí en internet, mi salud mental está pidiendo un ERTE”.
Los periodistas, acostumbrados a preguntas sobre política exterior y planes económicos, se encontraron por primera vez preguntándose si debían ofrecerle un pañuelo o un té de tila al líder del país. “¿Cómo se siente, señor presidente?”, preguntó uno, probablemente temiendo que la respuesta fuera un “mal, muy mal” seguido de un lloriqueo que se escucharían en todas las casas de España.
Sánchez, con una sonrisa que podría interpretarse como “he visto cosas que no debería haber visto”, explicó que el constante bombardeo de críticas, la necesidad de mantener una imagen de acero mientras su interior parece un flan, y la presión de ser el blanco de todo chiste político han desgastado su espíritu. “He llegado al punto en que me siento más identificado con Dory de ‘Buscando a Nemo’ que con cualquier estadista”, confesó, lo que provocó una carcajada colectiva que rápidamente fue sofocada por la culpa de reírse de alguien que claramente necesita unas vacaciones.
Los portavoces del PSOE, en un intento por mantener la imagen de fortaleza, han declarado que el presidente “está mejor que nunca, solo que ahora sabe cómo es no estar tan bien”. Una explicación tan clara como el agua de un río después de una tormenta de barro.
La oposición, por supuesto, ha saltado sobre la noticia como gato sobre un ratón. “¡Ahora sabemos por qué sus políticas son tan erráticas! Ha estado gobernando en piloto automático mientras su mente estaba en otra parte”, se mofó un líder de la oposición, probablemente mientras planeaba su próximo ataque en Twitter.
Entre tanto, los españoles, siempre con un humor a prueba de bombas, han comenzado a crear memes de un Pedro Sánchez con ojeras, pidiendo un “descanso” o simplemente diciendo “estoy bien, pero no tanto”. Las redes sociales se han llenado de solidaridad, humor y, por qué no decirlo, un poco de empatía hacia alguien que, después de todo, está tratando de navegar por las turbulentas aguas de gobernar España.
Así que, mientras esperamos ver si Sánchez se toma un merecido descanso o si encuentra el modo de rejuvenecer su espíritu, quizás deberíamos todos recordarnos que, al final, todos somos humanos, incluso los que están al mando. Y si un presidente puede admitir que no está tan bien, tal vez el resto de nosotros también podamos aceptar nuestras propias imperfecciones con un poco de humor y compasión.