¡Tal y cómo lo leen! Resulta que unos animales tan sencillos como son los peces mosquito tienen mejores estándares a la hora de buscar pareja ¡y tú con ese gañán/ esa gañana!
Según los científicos de la ANU, los peces mosquito macho, más australianos ellos que un boomerang forrado en piel de canguro, poseen habilidades impresionantes para resolver problemas y sortear laberintos. “Probablemente desarrollaron mejores habilidades cognitivas con el tiempo debido a la ventaja que eso les dio para encontrar hembras”, apunta el doctor de Ecología y Evolución de la ANU Ivan Vinogradov, uno de los autores principales del estudio. Como puedes ver, has sido derrotado en el amor y probablemente en inteligencia por un pez del tamaño de una cerilla.
Hasta ahora se creía que la inteligencia era producto de la supervivencia, vamos, que si no te apartas te atropella el mamut, pero ahora resulta que, con el pez mosquito, la inteligencia corresponde a otras necesidades. “en este caso, como muchos otros, el amor lo puede todo”, asegura el director de esta investigación, Ivan Vinogradov.
Tras poner a los pececillos a resolver rompecabezas y laberintos, los científicos se pusieron a observar como se apareaban tanto los peces que hicieron pruebas como los que no, y tras 2000 pruebas de paternidad (Unas pocas menos que las que lleva usadas Julio Iglesias) descubrieron que los peces que habían hecho las pruebas habían sido mucho más fuckers que los que no habían hecho dichas pruebas.
“Algo en estos machos aparentemente les daba una ventaja a la hora de conseguir oportunidades de apareamiento. Tal vez las hembras reconocían y preferían a los machos más inteligentes, o tal vez los machos más inteligentes eran mejores a la hora de perseguir a las hembras y obligarlas a aparearse, una práctica común, aunque desagradable y heteropatriarcal, en los peces mosquito”, apunta Michael Jennions, coautor del estudio.