Los vecinos de un pequeño municipio aseguran haber visto al mismísimo “Cambio Climático” con las manos en la masa —o mejor dicho, en el mechero— mientras prendía fuego a un monte.
El cambio climático ya no se oculta: ahora actúa a cara descubierta
Durante años se pensaba que el cambio climático era un fenómeno difuso, invisible, producto de gases y estadísticas. Pero el pasado domingo se materializó en forma humana y fue pillado en plena faena: provocando un incendio forestal.
Los testigos aseguran que llevaba gafas de sol, pantalones cortos y una camiseta con el lema: “Esto es solo el principio”. Armado con un mechero de gas, iba encendiendo matorrales mientras murmuraba: “Así acelero mi propia agenda”.
Los vecinos no daban crédito
Maruja, vecina del pueblo, declaró entre sollozos:
“Yo pensé que era un dominguero maleducado, pero cuando vi que sudaba vapor de efecto invernadero y olía a plástico quemado… entendí que era él”.
Otros residentes afirman que, al ser sorprendido, el Cambio Climático intentó justificarse:
“Tranquilos, que en un par de décadas todo esto será desierto, estoy adelantando trabajo”.
La policía lo detuvo con pruebas contundentes
El atestado policial recoge varias pruebas que confirmaron la identidad del detenido:
- Al caminar, subían dos grados las temperaturas en un radio de 50 metros.
- Cada carcajada emitía partículas de CO₂.
- Al toser, provocó una ola de calor repentina en tres provincias.
Un agente resumió: “No era un pirómano cualquiera, era el pirómano universal”.
Reacciones políticas y sociales
El Gobierno ha declarado la alerta máxima: “Sabíamos que el cambio climático estaba entre nosotros, pero no que tuviera mechero propio”.
Los negacionistas del clima, en cambio, han entrado en crisis:
“Llevamos años diciendo que no existe y ahora aparece en chándal, provocando incendios delante de todos. Nos ha arruinado el discurso”, reconoció uno de sus portavoces.
Propuestas de castigo
Las ONG ecologistas piden un castigo ejemplar: encerrar al Cambio Climático en una cámara frigorífica de Mercamadrid hasta que baje la fiebre global. Otros proponen enviarlo de Erasmus a la Antártida para que “se enfríe de una vez”.
Una amenaza en carne y hueso
Lo cierto es que el incendio provocado ya ha arrasado varias hectáreas, y se teme que esta no sea su última aparición. “Si el Cambio Climático ha decidido actuar directamente, podemos esperar que mañana se presente en la costa con bañador y traiga tsunamis”, señaló un científico con voz temblorosa.
Conclusión
El mundo cambia: ya no basta con reciclar envases o apagar la luz. El enemigo ya no es invisible, ahora tiene rostro humano, mechero y una agenda apretada. La ciudadanía, mientras tanto, se pregunta: ¿será posible meter al Cambio Climático en la cárcel, o se les escapará por el respiradero como siempre?