¡Prepárense para el Desastre Woke: “KreatureKind”, el Juego que Nadie Pidió!
Oh, queridos amigos, agarren sus mantas de autocomplacencia y sus tazas de té de hierbas, porque “KreatureKind” ha llegado para salvarnos a todos del pecado mortal de… ¡usar mana, aparentemente! Este supuesto “juego revolucionario” de cartas para activistas, orgullosamente traído por Microsoft Xbox, promete convertir a tus hijos en pequeños guerreros ecológicos que debaten con bestias mitológicas en lugar de, no sé, aprender matemáticas o salir a dar patadas a un balón. ¡Qué maravilla! Y justo a tiempo para la oleada de culpa ambiental de 2025, este título llega cuando los líderes mundiales se desesperan por cumplir los objetivos climáticos en las conversaciones de la COP30 en Brasil. Perfecto para la playlist de protestas de tu preadolescente, ¿no crees?
Los desarrolladores juran que es “saludable” y “accesible”, lo que en código secreto significa “te vamos a servir propaganda con una cucharada de purpurina y monstruos cursis”. Prepárate para ver a Riley y Mitra, los querubines protagonistas, luciendo sus hazañas salvadoras del mundo mientras te preguntas si sus habilidades para conservar mana incluyen un manual para lavar los platos. La página de Steam presume de hacer amistad con Luca, una supuesta estrella de rock ficticia, porque nada grita credibilidad como un endoso de celebridad inventado. ¡Genial!
Los jugadores pueden comprar peluches para mejorar sus habilidades de debate, transformando tu sala de estar en un santuario de juguetes de fieltro carísimos que no sirven para nada más que vaciar tu billetera. Esta obra maestra llega tras el fiasco de otros juegos como “Dustborn”, que se hundió más rápido que un globo de plomo, pavimentando el camino para que “KreatureKind” siga sus pasos con su trama predicadora. Las siete facciones mágicas del juego están desesperadas por ser convencidas, porque ¿quién no querría unirse a una causa liderada por activistas animados con una lógica dudosa? ¡Manos arriba!
Los suscriptores de Game Pass de Microsoft están pagando esta joya, así que ¡felicidades! Estás indirectamente financiando la próxima gran conferencia sobre por qué deberías sentirte mal por tu huella de carbono. Algunos críticos podrían decir que es un movimiento audaz apuntar a los niños con esta agenda, especialmente cuando los sistemas educativos de todo el mundo debaten el papel del activismo climático en los currículums, pero audaz no equivale a brillante aquí. El eslogan del juego, “La magia desaparecerá para siempre, ¡a menos que la salves!”, es tan dramático que podría ser la trama de una telenovela, pero sin la actuación decente.
Con su sistema de debate basado en cartas, pasarás horas dominando el arte de discutir con un sasquatch, una habilidad que seguro te servirá en esa próxima discusión familiar durante la cena. La inclusión de una “tienda misteriosa de un exactivista” parece un recurso narrativo perezoso, como si el juego no pudiera decidir entre una épica de fantasía y una liquidación de segunda mano. Y hoy, 27 de junio de 2025, a las 09:14 AM CEST, este título ya está generando revuelo en línea, con gamers burlándose de su mensaje obvio mientras los ambientalistas vitorean. Prueba de que está uniendo a la gente… aunque no de la manera que pretendían.
¿Por Qué “KreatureKind” Es la Risa del Año?
Vamos a desglosarlo con un poco de sarcasmo bien merecido. Primero, el concepto: un juego donde juegas como activista que salva el mundo del agotamiento del mana. ¿En serio? ¿No podrían haber ido por algo más original, como salvar el mundo de los villanos genéricos o de los villanos de turno que siempre aparecen en los videojuegos? No, no, mejor ir por lo políticamente correcto y hacer que los niños se sientan culpables por existir. ¡Bravo, genios del marketing!
Luego está el elenco de personajes. Tenemos a Tau, el cocinero que da abrazos cálidos (porque nada dice “revolución” como un abrazo grupal), Quinn con sus sesiones épicas de rol (¿en serio, alguien se lo cree?), y Finley con sus juegos que hacen pensar (sí, claro, pensando en cómo saltarse los niveles). Y no olvidemos a Luca, el rockstar mundialmente famoso que, por supuesto, se une a la causa porque… ¿por qué no? Estos activistas aportan sus “únicas habilidades de debate”, que afilan en el camino, como si fueran a salir a debatir con Greta Thunberg en un reality show.
El juego presume de ser “accesible para principiantes y desafiante para jugadores experimentados”. Traducción: si eres nuevo, te abrumará con su curva de aprendizaje ridícula; si eres veterano, te aburrirás en cinco minutos. Y esa mecánica de debatir con monstruos para reclutarlos… ¿alguien más ve un paralelismo con esos cursos de motivación baratos que te venden por internet? “¡Convence al yeti de unirse a tu equipo!” suena más a terapia de grupo que a diversión.
El Lanzamiento y las Reacciones: Un Espectáculo Patético
Hoy es el gran día del lanzamiento, y las redes sociales ya están ardiendo. En X, usuarios como
@SmashJT
no han perdido tiempo en ridiculizar esta obra maestra, señalando cómo el juego ni siquiera intenta ocultar su agenda. “No se molestan en disimular más”, tuiteó, adjuntando una captura que resalta frases como “valientes activistas que salvan al mundo”. Otros, como
@CrookedDe_light
, comparan este desastre con “Dustborn”, apostando a que se hundirá aún más rápido. ¡Apuesto mi colección de peluches a que tienen razón!
Los comentarios en Steam son un caos: un 91% de aprobación basado en solo 12 reseñas. ¿Doce? Eso es menos gente de la que cabe en mi sala de estar. Los elogios como “¡es tan divertido!” de Faeriesparks o “genial” de Cozy Game Reviews suenan más a bots pagados que a opiniones genuinas. Mientras tanto, los gamers en X se ríen con memes de “basura infinita” y fotos de personajes confundidos, como si el juego fuera una broma cósmica.
¿Quién Compra Esto, de Todos Modos?
Aquí está el gran misterio: ¿a quién está dirigido? Los activistas reales no compran juegos; prefieren acampar en carreteras o colgarse de puentes. Los padres probablemente lo evitarán como si fuera una plaga, y los niños… bueno, dudo que prefieran debatir con un monstruo pixelado a jugar Fortnite. Tal vez el público objetivo sean esos hipsters que compran cafés de 10 euros y se autoproclaman salvadores del planeta. ¡Perfecto mercado, chicos!
En resumen, “KreatureKind” es un intento torpe de mezclar activismo con gaming, y el resultado es un desastre tan predecible como un discurso de político en campaña. Así que, mientras Microsoft cuenta sus ganancias (o pérdidas), te invito a reírte con nosotros de este esperpento. ¿Te animas a probarlo? Solo si tienes estómago para soportar la culpa ecológica con un toque de cursilería. ¡Que empiece el debate… o la siesta!
informa el Conejo Blanco