Madrid – Roro, la influencer de pelo multicolor, uñas imposibles y opiniones contundentes como un codazo en el mentón, ha protagonizado uno de los momentos más comentados de La Velada del Año. No por su desempeño en el ring, que fue más bien breve y con cierto aire de coreografía de TikTok, sino por la frase que soltó justo después de besar la lona por tercera vez consecutiva:
“No me avergüenza perder. Lo que me avergonzaría es votar al PSOE”.
El público, compuesto en su mayoría por adolescentes con déficit de atención diagnosticado por foros de Reddit, se quedó un segundo en silencio antes de estallar en vítores, carcajadas y menciones a la “basadísima” Roro en directo.
Golpes con conciencia de clase
La influencer, que saltó al ring con un top de lentejuelas con la inscripción “ACAB, pero con glitter”, aseguró que entrenó “con una intensidad moderada” para el combate. Su entrenador personal, un exmilitante de Juventudes Comunistas reconvertido en coach de MMA, confirmó que Roro no se presentó ni un solo día a las sesiones de sparring porque “le oprimía el patriarcado del deporte”.
A pesar de su derrota por KO técnico en el primer asalto y de haber confundido la campana de inicio con una alerta de Twitch, Roro salió del combate con la cabeza alta y la bandera republicana como capa.
“Yo vine a mandar un mensaje, no a partir mandíbulas. Aunque si hubiera sido Ayuso al otro lado del cuadrilátero, lo mismo sí”, declaró entre jadeos, mientras un fisioterapeuta intentaba bajarle los niveles de ácido láctico y militancia.
Del ring al mitin
La frase sobre el PSOE ha dado pie a todo tipo de especulaciones. Algunos afirman que Roro podría estar tanteando el terreno para dar el salto a la política, con una hipotética candidatura por “Anticapitalistas Kawaii”, una nueva formación que promete abolir el trabajo asalariado y sustituirlo por sesiones de ASMR productivo.
Otros apuntan a que simplemente quería desmarcarse del “socialismo de salón” y abrazar el “anarcopunk de pasarela”, corriente que combina estética rebelde con patrocinio de marcas de cosméticos éticos y zumo de apio.
Consultada sobre su filiación política, Roro fue tajante:
“¿PSOE? ¿Eso no es lo que votan los boomers que creen que ‘El Hormiguero’ es progresista? Por favor. Antes me meto a boxeadora profesional”.
Desde Ferraz han evitado responder directamente a sus declaraciones, aunque un portavoz no oficial comentó que “tampoco la teníamos fichada como posible votante”, mientras un community manager del partido le enviaba un DM con un corazón azul, por si acaso.
Apoyo transversal (menos en Calle Génova)
Las reacciones no se han hecho esperar. Pablo Iglesias compartió el vídeo del momento con la frase “Grande Roro. La izquierda real no se calla ni con protector bucal”. Por su parte, Gabriel Rufián lo citó con un enigmático “Me representa más que muchos diputados. Y eso es muy preocupante”, acompañado de una foto suya con guantes de boxeo y una ceja arqueada.
Incluso desde la ultraderecha se han mostrado desconcertados. Santiago Abascal, en una pausa de su rutina de remo por el Manzanares, comentó:
“No entiendo lo que ha dicho, pero me parece fatal. Todo lo que no entiendo me parece fatal. Además, esa camiseta que lleva con la A rodeada me recuerda al símbolo de los Illuminati veganos”.
La única formación que ha mostrado verdadero entusiasmo ha sido PACMA, que ha ofrecido a Roro una colaboración como “embajadora contra el especismo deportivo”, denunciando la crueldad hacia los boxeadores que no saben lo que hacen hasta que les suena la campana.
Rumores y futuros combates
Ya se habla de una revancha para La Velada del Año 5, esta vez bajo formato “debate a 3 asaltos” contra algún tertuliano de Telecinco o incluso contra Pedro Sánchez, si acepta salir de su fase de metamorfosis institucional.
Por ahora, Roro ha anunciado una gira de charlas motivacionales titulada “¡No me noquea ni el bipartidismo!”, donde enseñará a jóvenes militantes cómo sobrevivir a un sistema opresivo, a una pelea mal entrenada y a los debates con cuñados en las cenas familiares.
El merchandising no se ha hecho esperar. En menos de 24 horas, ya circulan camisetas con la frase:
“Perder no da vergüenza. Votar PSOE, sí”.
Los beneficios, según ha asegurado la influencer, irán destinados a financiar huertos urbanos okupas, sesiones de reiki anticapitalista y, si queda algo, a pagarle un entrenador que esta vez le enseñe a esquivar los puños y no los impuestos.
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