En un giro de guion que ni Almodóvar vio venir, la cultura se alza como escudo humano del Gobierno más cinematográfico del momento.
Madrid – En una emocionante performance colectiva entre la gala de los Goya, el festival Viña Rock y la asamblea de CCOO en 1984, un nutrido grupo de cineastas, músicos, escritores, exministros, sindicalistas y hasta algún periodista en excedencia han firmado un manifiesto en apoyo ferviente a Pedro Sánchez. Bajo el lema no oficial de “Sánchez o Barbarie”, los firmantes acusan a las derechas de montar “una conspiración para derribar a un gobierno legítimo” a través de lo que han definido, sin ironía aparente, como “incriminaciones y calumnias”.
El documento, titulado “Cultura frente al Golpe Judicial-Mediático-Eclesiástico”, incluye más nombres que los créditos finales de Los Vengadores: Endgame y más nostalgia que un concierto de Ana Belén con Serrat en el Retiro.
🎥 Cineastas, músicos y exministros: La Liga de la Justicia Progresista
Entre los firmantes encontramos una auténtica dream team de la cultura subvencionada y la política reciclada. Pedro Almodóvar, Carlos Bardem, Montxo Armendáriz, Loles León o Fernando Colomo no han dudado en defender al Gobierno desde sus mansiones con piscina e impuestos creativos.
Carlos Bardem, que no pierde una convocatoria de lucha antifascista con cava rosado, ha declarado:
“Estamos ante un golpe blando de derechas duras. Si dejamos que caiga Sánchez, lo próximo será que me pidan trabajar en cine sin subvención”.
A su lado, Joan Manuel Serrat y Miguel Ríos afinaban guitarras con una mezcla de indignación y nostalgia del 78. Ana Belén, por su parte, dijo estar “preparando una versión de Solo le pido a Dios dedicada al BOE”.
Pero lo más revolucionario es que junto a esta alianza cultural aparecen exministros como Leire Pajín, Manuel Chaves, José Montilla o Juan Fernando López Aguilar. Algunos firmantes se han mostrado sorprendidos al enterarse de que Javier Moscoso había firmado también, ya que había fallecido hacía unos días.
Fuentes cercanas no descartan que la próxima versión del manifiesto incluya también el apoyo post mortem de Goya, Antonio Machado y el espíritu del abuelo de Zapatero.
📺 La trama: Jueces conspiranoicos, medios enloquecidos y obispos con piolet
El manifiesto se extiende como guion de serie de Netflix sin final claro:
- Los jueces: acusados de participar en una “estrategia coordinada para derribar al Gobierno”. De momento, no se han encontrado whatsapps con la palabra “derrocar” pero sí varios memes en grupos de togados con Sánchez caracterizado como Rasputín.
- Los medios de comunicación: tachados de “desatar una orgía de falsas noticias y medias verdades”, algo que probablemente haya dolido más a la RAE que al propio ABC.
- La Iglesia: señalada por “violar la neutralidad política” por atreverse a sugerir elecciones. Monseñor Omella, presidente de la Conferencia Episcopal, ya ha sido rebautizado como “el obispo del apocalipsis neoliberal”.
Uno de los firmantes, el poeta Luis García Montero, resumió así la situación:
“Esto no es un manifiesto, es un poema épico. El Cid Campeador no habría defendido tan bien a Pedro Sánchez”.
📦 Cerdán, errores “in eligendo” e “in vigilando” (pero sobre todo “in molestando”)
El único punto donde el manifiesto admite un resbalón es en el caso de Santos Cerdán, exsecretario de Organización del PSOE y presunto implicado en la Operación Delcy Reloaded. Los firmantes reconocen que “los supuestos delitos son graves” y que hubo “crasos errores de elección y vigilancia”.
Eso sí, no vayan ustedes a pensar que este desliz implica consecuencia alguna:
“Es inadmisible que un Gobierno caiga por un informe de la Guardia Civil”, reza el texto, “antes de celebrarse un juicio con todas las garantías en el que se acredite la responsabilidad del presidente”.
Lo que viene siendo el clásico principio de que la presunción de inocencia es sagrada… salvo para los jueces, periodistas, monjas, vecinos de Sotosalbos o votantes de centroderecha, que ya han sido condenados por golpismo espiritual en el segundo párrafo del manifiesto.
🧙♂️ Reacciones mágicas: La cultura como conjuro sanchista
La respuesta política no se ha hecho esperar. Feijóo ha declarado que “esto parece un karaoke del PSOE de los 90 con banda sonora de la ceja”. Ayuso, por su parte, preguntó si “la firma de Bardem con purpurina vale lo mismo que la de Montilla con corrector ortográfico”.
Mientras tanto, Sánchez ha guardado un prudente silencio. Según fuentes de Moncloa, está esperando a que lo propongan para los Grammy Latinos como “mejor narrativa épica en tiempo de crisis”.
En Twitter, muchos usuarios han comenzado a escribir su propio manifiesto alternativo bajo hashtags como #ManifiestoDelChiringuito o #SubvencionameEsta. Un tuit viral decía:
“Si juntamos a toda esta gente en una cena de gala, no cabe el ego ni en el Bernabéu”.
📣 Prólogo para la próxima temporada
Este manifiesto podría no ser el último. Se especula que en los próximos días también firmarán apoyos a Sánchez un grupo de ilustradores de El Jueves, tres exconcursantes de Operación Triunfo, la Asociación Española de Homeopatía, y un médium que asegura canalizar a Largo Caballero.
Y como toda buena producción española, esto promete secuela. Tal vez en forma de musical:
“Sánchez Superstar: el progresista que venció al facherío con la fuerza del manifiesto”.
Fin del capítulo, aunque la función no ha hecho más que empezar.
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