Córdoba, 15 de agosto de 2025 – Científicos, estadísticos y un par de dibujantes de memes han coincidido esta semana en un hallazgo insólito: la evolución de las temperaturas máximas en Córdoba desde 1959 forma una tendencia gráfica que, vista en conjunto, dibuja un pene tan perfectamente simétrico que podría considerarse una obra maestra del humor involuntario de la naturaleza.
La revelación ha surgido tras la publicación del último informe climático del Instituto Nacional de Estadística y Sorpresas (INES), donde se mostraban las temperaturas máximas anuales en formato de gráfico de líneas. Según el equipo encargado, nadie había reparado en la forma hasta que un becario, tras demasiadas horas mirando Excel y escuchando reguetón, dijo en voz alta:
“Perdonad, pero… ¿no os parece que esto es claramente un rabo?”
Un fenómeno científico o un guiño del destino
La figura resultante tiene un eje de crecimiento que comienza en los años 60, alcanza una “primera hinchazón” en 1983, se estabiliza durante los 90 en lo que los expertos llaman “la zona del tronco” y culmina en un ascenso vertical en los últimos cinco años, hasta llegar al actual 2025, que marca el “glande climático”.
La doctora en meteorología ornamental, María del Glande, ha declarado:
“Desde un punto de vista estadístico, es fascinante. La naturaleza no solo está calentando el planeta, también nos está dejando claro que tiene sentido del humor. Es como si el cambio climático quisiera trolearnos antes de matarnos de calor.”
Incluso los más escépticos han tenido que admitir que la silueta es inconfundible. Algunos usuarios de redes sociales han llegado a superponer el gráfico sobre ilustraciones anatómicas para comprobar la similitud, con resultados perturbadoramente exactos.
Reacciones políticas y religiosas
La noticia no ha tardado en politizarse. Desde Vox, un portavoz ha exigido que se modifique el gráfico para “evitar la perversión moral de los españoles de bien” y ha propuesto que se redibuje en forma de cruz.
Por su parte, el PSOE ha visto en la figura una “metáfora fálica del progreso”, mientras que Podemos ha propuesto incluirlo en el currículo escolar como ejemplo de educación sexual inclusiva y climática.
El obispado de Córdoba, en un comunicado urgente, ha pedido a los feligreses que “no caigan en la tentación de ver cochinadas en los gráficos” y ha recomendado mirar las gráficas de precipitación, “que al menos parecen una montaña, como Dios manda”.
Merchandising y turismo climático
Como era de esperar, la industria turística cordobesa ha reaccionado con rapidez. Ya se venden camisetas con el lema “Córdoba: caliente desde 1959”, gorras con el gráfico estampado y abanicos que, al abrirse, muestran la silueta completa del “pene meteorológico”.
Algunos bares incluso han rebautizado sus tapas: la “salchicha ibérica climática” y el “pincho máximo histórico” ya son tendencia en TripAdvisor. El alcalde de Córdoba ha visto aquí una oportunidad única:
“Otras ciudades tienen catedrales, nosotros tenemos la gráfica fálica más bonita del mundo. Hay que explotarlo.”
El debate científico se calienta (literalmente)
Mientras tanto, la comunidad científica internacional debate si este fenómeno puede considerarse estadísticamente significativo o si es un mero capricho visual. El climatólogo sueco Lars Pettersson ha señalado que “en Estocolmo las temperaturas dibujan algo más parecido a un pez espada, lo que demuestra que cada región tiene su animal totem”.
No obstante, los expertos advierten que, bromas aparte, la parte final de la gráfica —el glande— corresponde a un incremento dramático de las temperaturas, que amenaza con convertir Córdoba en una sauna a cielo abierto para 2035.
Conclusión: humor negro bajo el sol andaluz
Lo cierto es que, entre olas de calor, incendios y noches tropicales, la realidad se ha vuelto tan absurda que la población empieza a tomársela con humor involuntario. Como dijo el becario que lo descubrió:
“Si el mundo se acaba, al menos nos vamos con una buena anécdota para contar.”