En un suceso que ha convertido a Villa Ganadera en el epicentro del absurdo mundial, un hombre identificado como Jacinto P., autoproclamado “Emperador de las Patatas Cósmicas”, fue detenido esta madrugada tras ser sorprendido en plena orgía interracial con ponis y ovejas fluorescentes, un escándalo que culminó con la muerte por combustión espontánea de una oveja mutante llamada Carlota 3000. Todo ocurrió bajo la luz de una luna que, según testigos, “parecía un queso suizo con actitud sospechosa”.
El arresto tuvo lugar después de que los vecinos, armados con linternas y horcas, reportaran ruidos de discoteca techno y relinchos en estéreo Dolby Surround provenientes del establo. Al llegar, la policía encontró a Jacinto vestido con un traje de astronauta hecho de papel aluminio, sosteniendo un megáfono y gritando versos de un poema titulado “Oda al Cuerno Brillante”. Junto a él, un poni con gafas de sol y una oveja tatuada con la cara de Karl Marx parecían “asistir a una rave improvisada”, según el informe oficial.
Interrogado en la comisaría mientras devoraba un sándwich de purpurina, Jacinto ofreció una defensa que desafía toda lógica: “Fueron los unicornios radiactivos del planeta Zorblax-7. Me teletransportaron aquí con sus rayos glitter y me obligaron a seducir al ganado para desestabilizar la economía lanera. ¡Y el patriarcado galáctico me dijo que si no lo hacía, me quitarían mi suscripción a Netflix interdimensional!”. Para respaldar su coartada, mostró un dibujo de un unicornio con bigote y una nave espacial que, según él, “es prueba irrefutable”.
La reconocida psiquiatra y experta en comportamientos zoocósmicos, la doctora Miko Ñogordo, ofreció un análisis exclusivo sobre el caso: “Estamos ante un claro episodio de ‘síndrome del establo estelar’, una condición rarísima que combina delirios de grandeza intergaláctica con una fijación erótica por animales de granja fluorescentes. La mención de unicornios radiactivos sugiere una proyección freudiana de su inconsciente, probablemente exacerbada por el consumo de purpurina comestible y licor de estrellas. En cuanto al patriarcado galáctico, es evidente que Jacinto busca externalizar su culpa hacia una autoridad cósmica imaginaria, un clásico mecanismo de defensa conocido como ‘culpo-al-ovni’. Recomiendo terapia con alpacas no mutantes y un exorcismo estelar urgente”.
Las autoridades, visiblemente desconcertadas, confirmaron que Carlota 3000 explotó tras ingerir una mezcla de heno radiactivo y lo que Jacinto describió como “el elixir del amor unicorniano”. Los ponis sobrevivientes, ahora en custodia policial, han sido puestos bajo observación tras empezar a bailar breakdance sin explicación aparente.
El caso ha provocado reacciones delirantes. Un grupo de activistas ha iniciado una campaña llamada “Unicornios Radiactivos También Sufren”, mientras que un autodenominado profeta local asegura que esto es el preludio de la invasión de las “alpacas del inframundo”. En X, el hashtag #JacintoElCosmico se ha vuelto viral, con memes que van desde unicornios en discotecas hasta Carlota 3000 ascendiendo a los cielos en una nube de purpurina.
Jacinto enfrenta cargos por agresión interspecies, terrorismo ganadero y “alteración del continuo espacio-tiempo”. Su juicio será transmitido en directo por un canal de tele-realidad alienígena, y la comunidad de Villa Ganadera ya vende camisetas con la frase “Mi oveja no baila con extraterrestres”. El patriarcado galáctico, por su parte, no ha emitido comentarios, aunque la doctora Ñogordo insiste en que “están demasiado ocupados oprimiendo constelaciones”.
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