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Diario ASDF — Madrid.
España vive, una vez más, un fin de semana de incertidumbre nacional. No por una final de Champions ni por un debate electoral, sino por un mensaje en Telegram escrito por un hombre que ya se ha convertido en un género informativo en sí mismo: Víctor de Aldama.
“Buenos días a todos. Parece que hay personas que o no se enteran o no se quieren enterar. Pero no hay problema, el lunes lo voy a EXPLICAR para que toda España lo entienda.”
Con esta frase, escrita con una contundencia más propia de un líder espiritual que de un empresario investigado, De Aldama volvió a agitar el avispero mediático y a dar gasolina a los grupos de tertulianos que viven de decir “ojo con esto” sin saber exactamente con qué hay que tener ojo.

El mensaje, publicado en su canal oficial de Telegram —un lugar donde la información circula con la misma mezcla de fe y desconcierto que en los grupos de tías de Facebook—, promete una nueva revelación “con pruebas” y “luz” sobre el célebre caso Koldo, ese culebrón político-policial que ya compite en duración con Cuéntame cómo pasó.

Según el propio Aldama, el lunes presentará parte del informe de la UCO (Unidad Central Operativa de la Guardia Civil) que explicaría, entre otras cosas, “cómo se pagó el garaje de tu jefe”. No se sabe quién es el “jefe” al que se refiere, aunque en la comunidad de conspiranoicos de Telegram ya circulan hipótesis de todo tipo: que si es Koldo García, que si es un ministro, que si es Pedro Sánchez, o incluso que se trata de una metáfora espiritual y “el jefe” es el mismísimo sistema.

El lenguaje de los elegidos

El estilo comunicativo de De Aldama merece un estudio universitario. Sus mensajes combinan un tono paternal (“voy a explicarlo para que lo entendáis”), una cierta indignación moral (“hay gente que no se entera o no se quiere enterar”) y un final apocalíptico (“ya está bien de tomar el pelo a los españoles”). Todo ello, sin perder la cortesía de desear “buen fin de semana a todos y sobre todo a ti, KOLDO”, como si estuviera enviando una postal desde el misterio.

Los expertos en comunicación política han bautizado este estilo como “conspiranoico cordial”: una mezcla entre amenaza velada y buenos modales que confunde al receptor pero deja un regusto de trascendencia.
“De Aldama escribe como si hubiera visto los archivos secretos del Área 51, pero no puede contarlo aún porque tiene que ir primero al gimnasio”, resume un politólogo de la Universidad de Cuenca que prefiere mantenerse en el anonimato.

El lunes, día de la revelación nacional

El país entero se prepara para lo que algunos ya han bautizado como “el Aldamaverso”, un evento recurrente en el que el empresario promete “dar luz” sobre el caso Koldo y, con suerte, sobre el sentido de la vida. Los fans del empresario —una comunidad creciente de apasionados por el misterio institucional— han comenzado a organizar “watch parties” para seguir la comparecencia del lunes, que, según rumores, podría emitirse por streaming, radio pirata o, en su defecto, mediante señales de humo sobre el cielo de Boadilla del Monte.

“Yo me he pedido el día libre, porque cada vez que Aldama habla, pasa algo”, confiesa Luis Miguel, un fontanero de Toledo y seguidor fiel del canal. “La última vez que dijo que traía pruebas, se cayó el servidor de Telegram durante una hora. Eso no puede ser casualidad.”

Las teorías más locas ya circulan: algunos aseguran que el informe de la UCO que menciona De Aldama fue escrito en tinta invisible; otros sostienen que el “garaje” del jefe no es literal, sino un símbolo de los secretos del Estado escondidos bajo tierra. Un tercer grupo, más pragmático, cree que el empresario simplemente se refiere a un garaje de verdad, pero que ahí dentro hay algo más que un coche: “seguramente un pendrive con toda la verdad”.

Koldo, el hombre del silencio ruidoso

El mensaje iba dirigido especialmente a Koldo García, exasesor socialista y coprotagonista involuntario de este culebrón. Aldama lo menciona directamente, lo que ha llevado a la prensa a preguntarse si ambos mantienen una comunicación constante o si todo esto es ya un tipo de relación simbiótica de la era digital.

Desde su entorno, Koldo guarda silencio. Nadie sabe si prepara una respuesta, una denuncia o una receta de paella. Lo único confirmado es que su nombre volvió a ser tendencia en X (antes Twitter, ahora campo de batalla del absurdo) apenas veinte minutos después del mensaje de Aldama.

“Ya tenemos lunes de contenido”, celebró un redactor de un programa matinal. “Entre lo de Aldama y el nuevo corte de pelo de Feijóo, tenemos parrilla asegurada.”

El fenómeno Aldama, entre el thriller y la tragicomedia

En apenas unos meses, Víctor de Aldama ha pasado de ser un nombre en un sumario judicial a convertirse en un fenómeno cultural. Su tono en Telegram ha inspirado memes, vídeos de TikTok y hasta canciones de trap tituladas Pruebas y Garajes (feat. Koldo). Su figura combina lo mejor de un personaje de serie negra y lo peor de un hilo de Twitter sin contexto.

“Hay algo casi poético en la manera en que promete revelarlo todo, pero nunca lo hace del todo”, explica una filóloga experta en comunicación conspirativa. “Aldama es como un spoiler viviente: promete el final del episodio, pero siempre acaba en ‘continuará’.”

Y, sin embargo, el país sigue pendiente de él. Porque en un contexto político donde nadie dice nada, Aldama al menos promete decirlo todo. Aunque ese “todo” parezca un concepto abstracto.

Telegram, el Vaticano de los indignados

Su canal de Telegram ya supera los miles de suscriptores. Allí se mezclan defensores, detractores y una cantidad notable de personas que simplemente están por ver cómo acaba la historia. Los mensajes de los usuarios van desde “eres nuestra última esperanza” hasta “esto parece una novela turca”.
Algunos seguidores se autodenominan “Los Iluminados del Garaje”, un grupo que asegura estar descifrando los mensajes ocultos en las mayúsculas de Aldama. Uno de ellos, con nick ElDescodificador, afirma haber encontrado un patrón: “Cada vez que pone la palabra LUZ, el siguiente mensaje es más explosivo. Es una secuencia cósmica.”

Los más escépticos, por su parte, ven en todo esto un acto de autopromoción digno de un influencer judicial. “Aldama debería abrir un Patreon”, comenta un usuario en X. “Con todo el hype que genera, podría financiar la investigación él solo.”

El caso Koldo, convertido en saga nacional

El llamado caso Koldo, que comenzó como una investigación sobre contratos durante la pandemia, ha ido mutando hasta convertirse en una especie de Juego de Tronos institucional. Cada semana aparece un nuevo personaje, un nuevo documento, una filtración y una promesa de “la verdad definitiva”. Y en el centro, como si fuera un narrador omnisciente pero con mala cobertura, Víctor de Aldama.

“España ya no necesita Netflix”, dice una señora en un bar de Vallecas. “Con lo del Koldo tenemos drama, suspense, traiciones, y ahora hasta un toque de misticismo. Solo falta que salga un dragón.”

Expectación en los medios y en el Congreso

Desde los programas de televisión hasta los pasillos del Congreso, todos esperan con cierto nerviosismo el lunes de las revelaciones. Algunos diputados ya han pedido que se habilite una comisión parlamentaria para “seguir en directo los movimientos del canal de Telegram”.
“Si lo que va a contar afecta al PSOE, al PP o a un taller mecánico de Chamberí, lo sabremos pronto”, bromea un diputado de Sumar.

La oposición, por su parte, se frota las manos. “Cada vez que habla Aldama, el Gobierno suda”, declaró un portavoz popular. “Y eso que todavía no ha enseñado el garaje.”

El lunes, día del Apocalipsis informativo

Mientras tanto, la población se prepara psicológicamente para el lunes. Algunos bares ya han anunciado que emitirán el evento en sus televisores, junto al precio del café y la lotería. En los grupos de WhatsApp circulan apuestas sobre la hora exacta del anuncio, el tono del mensaje y la duración del misterio.
Las cadenas de televisión planean conectar en directo “por si acaso”. Incluso RTVE, tradicionalmente más prudente, tiene previsto un rótulo de emergencia que diga “Aldama ha hablado”.

En las redes, los internautas piden que el Gobierno decrete el “Día Nacional del Garaje”, en honor a la expectación colectiva. “Es el nuevo 23-F”, escribió un tuitero. “Solo que esta vez el golpe es de Telegram.”

Una nación pendiente de un mensaje

España, país experto en convertir el disparate en tradición, observa con una mezcla de ironía y esperanza el nuevo capítulo de esta saga. Nadie sabe si Aldama aportará realmente pruebas o si volverá a dejarlo todo en el aire, pero lo cierto es que ya ha conseguido lo imposible: unir a la nación en un mismo sentimiento de confusión compartida.

Como dijo un humorista en una tertulia nocturna: “Si al final resulta que el garaje era de Koldo, el coche de Sánchez y las llaves las tiene la UCO, habremos cerrado el círculo perfecto del surrealismo ibérico.”

Mientras tanto, los españoles ya tienen plan para el lunes. El país se detendrá unos minutos, no por una alarma nacional ni por un decreto urgente, sino porque un empresario prometió “dar luz” desde Telegram. Y eso, en la España de 2025, ya es un acontecimiento de Estado.

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