El meme que sacudió al Reino Unido
Imagina esto: son las 9:30 de la noche en una tranquila casa en Easingwold, Yorkshire del Norte. Pete North, un bloguero británico de 47 años, está relajado cuando de repente llaman a la puerta. No es un vecino amistoso, sino un escuadrón de policías armados hasta los dientes. Lo arrestan en su propio hogar por un simple meme compartido en X (antes Twitter): una bandera palestina con las palabras “F*** Hamas, F*** Palestine, F*** Islam”. ¿El cargo? Incitación al odio racial. Sí, has leído bien: en la Inglaterra de 2025, un meme anti-Hamas puede enviarte directo a una celda. Este no es un guion de *Black Mirror*, es la realidad de un país que parece haber olvidado sus raíces en la libertad de expresión.
El caso de Pete North, ocurrido a finales de septiembre de 2025, no es aislado. Es el pico de una ola de censura que ha arrestado a miles por publicaciones en redes sociales. Desde memes que “causan ansiedad” hasta chistes sobre banderas transgénero, el Reino Unido ha cruzado la línea hacia un territorio orwelliano. ¿Cómo llegamos aquí? ¿Qué dice esto sobre la democracia británica? En este artículo, exploraremos el escándalo de North, el contexto legal y las implicaciones globales de esta deriva autoritaria. Prepárate para un viaje alucinante por el lado oscuro de la “tolerancia” impuesta.
El arresto de Pete North: Una redada nocturna por un meme “picante”
Pete North no es un terrorista ni un extremista. Es un comentarista político conservador, conocido por sus blogs críticos con el establishment. El 5 de agosto de 2025, compartió un meme en X como acto de solidaridad con Tommy Robinson, el activista anti-islamismo que había sido perseguido por publicaciones similares. El meme era crudo, sí: una bandera palestina alterada con insultos directos a Hamas, Palestina e Islam. Para North, era una denuncia clara contra un grupo terrorista responsable de atrocidades como el ataque del 7 de octubre de 2023 en Israel, donde murieron 1.200 personas.
Pero en el Reino Unido, el contexto no importa. Dos meses después, a las 21:30, seis policías irrumpen en su casa. En un video viral grabado por su esposa, se ve a North atónito: “¿Por un meme? ¿En serio?”. Los agentes lo esposan y lo arrastran a la comisaría de York, donde pasa horas bajo interrogatorio. “Me preguntaron si sabía quién era Hamas. Sacudí la cabeza, incrédulo. Parecían no tener idea de los horrores del 7 de octubre”, relató North al *Daily Mail*. Fue liberado sin cargos, pero el daño estaba hecho: su reputación manchada, su familia traumatizada y un mensaje claro para todos: “Piensa dos veces antes de postear”.

Este incidente no es nuevo. En septiembre de 2025, el comediante irlandés Graham Linehan, cocreador de *Father Ted*, fue arrestado en el aeropuerto de Heathrow por tres posts en X de abril de ese año. Sus “delitos”: criticar a un hombre trans en un espacio solo para mujeres, con frases como “golpear a un trans activista”. Cargado con “incitación a la violencia”, Linehan pasó la noche en el hospital por estrés y fue puesto en libertad condicional con la orden de no usar X. “Fui arrestado por chistes”, escribió en Substack. Su caso desató un debate furioso: ¿dónde termina la sátira y empieza el crimen?
Y no olvidemos a Darren Brady, un veterano del ejército arrestado en 2022 por compartir un meme que reconfiguraba la bandera trans en forma de esvástica. La policía de Hampshire justificó la detención: “Alguien sintió ansiedad por tu post”. Otro caso: Lucy Connolly, una niñera, sentenciada a 31 meses de prisión en 2024 por un tuit durante los disturbios antiinmigrantes que pedía “quemar hoteles de asilados”. Aunque más incendiario, ilustra cómo la ley se usa para silenciar disidencia.
Estos ejemplos no son anécdotas. Según datos de la policía nacional, en 2024-2025 se arrestaron a más de 12.000 personas por posts en redes sociales. De ellos, el 50% eran chistes o memes, y el 25% involucraban a menores. Es un promedio de 30 arrestos diarios por “delitos de pensamiento”.
El marco legal: De la protección a la persecución
¿Cómo permite la ley esto? Culpa a la Communications Act de 2003 y la Online Safety Act de 2023. La primera castiga mensajes “groseramente ofensivos, indecentes, obscenos o amenazantes”. La segunda, aprobada bajo el gobierno conservador de Rishi Sunak, obliga a plataformas como X a eliminar “contenido dañino” bajo pena de multas millonarias. El resultado: una policía convertida en censor digital, patrullando timelines como la Stasi de la Alemania Oriental.
La Online Safety Act fue vendida como escudo contra el acoso y la desinformación, pero críticos como el vicepresidente de EE.UU., JD Vance, la llaman “censura disfrazada”. En febrero de 2025, Vance denunció en la Conferencia de Seguridad de Múnich: “En el Reino Unido, la libertad de expresión está en retroceso. Arrestan por memes mientras ignoran amenazas reales”. Incluso el primer ministro laborista Keir Starmer admitió en septiembre de 2025 que la policía debe “enfocarse en amenazas reales, no en debates tóxicos de cultura”.
Pero el problema es sistémico. La policía recibe miles de denuncias anónimas por “odio” –a menudo de activistas trans o pro-Palestina– y debe investigar todas. En el caso de Linehan, la policía metropolitana confirmó: “Un hombre de 50 años arrestado por incitación a la violencia”. El jefe Mark Rowley lo llamó “posición imposible”: leyes vagas que arrastran a los agentes a guerras culturales. Y mientras, grupos como Palestine Action son etiquetados “terroristas”, pero criticar a Hamas te mete en problemas.

Comparado con EE.UU., donde la Primera Enmienda protege incluso el discurso odioso (salvo amenazas directas), el Reino Unido parece un relicto medieval. El congresista demócrata Ro Khanna tuiteó: “El arresto de Linehan es una ofensa a cualquiera que apoye la libertad de expresión”. Nigel Farage, testificando ante el Congreso de EE.UU. en septiembre de 2025, advirtió: “Americanos podrían ser arrestados en el Reino Unido por lo que postean”.
Casos emblemáticos: Memes que cuestan libertad
La lista de víctimas es larga y variada. En agosto de 2024, durante los disturbios post-Southport (donde un atacante mató a tres niñas), dos hombres fueron encarcelados por “incitar violencia” vía memes antiinmigrantes en Facebook. Uno compartió un meme de migrantes como “invasores”; el otro, un video de disturbios. Sentencias: 20 meses cada uno.
Otro: un hombre autista arrestado en 2025 por un post nocturno diciendo “F*** Islam”. La policía lo sacó de la cama, alegando “orden público”. O el padre de cinco hijos interrogado en febrero de 2025 por un meme trans de hace cuatro años: “La activista trans dijo que debía ser yo”, relató. Enfrenta cárcel por mensajes en un chat privado de hace ocho años.

Y no hablemos de Sammy Woodhouse, víctima de grooming gangs, quien entrevistó a Lee Dunn, sentenciado a ocho semanas por “posts ofensivos” con fotos. “Imprisoned for posting memes”, tuiteó Tommy Robinson. Estos casos muestran un patrón: la ley no distingue sátira de amenaza. Como dijo el juez en el caso del pug nazi de Count Dankula (2018): “El contexto no importa”.
¿El fin de la libertad en Occidente?
Este no es solo un problema británico; es una advertencia. La UE con su Digital Services Act imita el modelo, multando plataformas por “desinformación”. En Canadá y Australia, leyes similares han silenciado voces disidentes. Elon Musk, dueño de X, ha criticado: “El Reino Unido va full 1984”. En X, posts virales como el de Visegrád 24 muestran redadas nocturnas, acumulando millones de views.
La sociedad británica está dividida. Defensores de la ley argumentan que protege minorías de “discurso tóxico”. Pero datos muestran sesgo: más arrestos por críticas a trans o islam que por islamofobia real. Civil liberties groups como Index on Censorship advierten: “La ansiedad subjetiva no es crimen”. Y el impacto psicológico es brutal: familias destrozadas, creadores silenciados, un clima de miedo.
En el mundo post-7 de octubre, donde Hamas es un terrorista designado por EE.UU. y la UE, arrestar por criticarlo es absurdo. North lo resumió: “No buscan condenas; buscan aterrorizar para que pienses dos veces en memes picantes”.