En las primeras horas del 13 de septiembre de 2025, un video publicado en X por el usuario @JaviXCubaLibre desató una significativa controversia que involucró a Office Depot, una conocida cadena de suministros de oficina, y al difunto activista político Charlie Kirk. El video, que rápidamente se volvió viral, mostraba un incidente en una tienda de Office Depot en Michigan donde los empleados se negaron a imprimir un póster memorial para Charlie Kirk, citando que era “propaganda política”. Este evento no solo resaltó las tensiones sobre la expresión política en espacios comerciales, sino que también llevó a rápidas repercusiones para los empleados involucrados, desencadenando un debate más amplio sobre la libertad de expresión, la responsabilidad corporativa y la intersección de creencias personales con deberes profesionales.

El video, compartido por @JaviXCubaLibre, comienza con un cliente acercándose al mostrador de una tienda de Office Depot,

sosteniendo un recibo y solicitando la impresión de un póster. El póster en cuestión era un memorial para Charlie Kirk, quien había fallecido el día 10 de este mes . El cliente explicó que el póster estaba destinado a una vigilia programada para esa noche. Sin embargo, la respuesta del gerente de la tienda, capturada en el video, fue inequívoca: “No imprimimos propaganda, lo siento. No lo ponemos aquí.” El gerente justificó further la negativa al afirmar: “Porque es una figura política y… no tengo que [imprimirlo].”

El video también incluía imágenes del recibo y del póster, que presentaba una imagen en blanco y negro de Charlie Kirk con los años “1993-2025” y el texto “Charlie Kirk” debajo. El fondo de la tienda, con el logotipo de “Michigan Forward” visible, sugería una ubicación dentro de Michigan, un estado conocido por su activismo político.


La publicación del video en X llevó a un inmediato clamor de los círculos conservadores, con muchos exigiendo el despido de los empleados de Office Depot involucrados. El hashtag #FireOfficeDepot comenzó a trending mientras los usuarios expresaban su indignación por lo que percibían como censura y discriminación basada en la afiliación política. El incidente fue particularmente inflamatorio dado el prominente papel de Charlie Kirk como figura conservadora y el momento, justo antes de una vigilia planeada en su memoria.

Office Depot respondió rápidamente a la controversia.

En un comunicado emitido ese mismo día, la compañía se distanció de las acciones de sus empleados, enfatizando que la negativa a imprimir el póster no estaba en línea con sus políticas. “Estamos al tanto del incidente en nuestra tienda de Portage, Michigan y estamos tomando medidas inmediatas,” decía el comunicado. “Office Depot no tolera ninguna forma de discriminación, y estamos comprometidos a garantizar que todos los clientes sean tratados de manera justa y respetuosa.”

Tras el comunicado corporativo, se confirmó que los empleados involucrados, incluido el gerente de turno, fueron despedidos. Esta decisión fue comunicada al público a través de varios canales, incluyendo otro post en X de @Grummz, que stated, “Office Depot ha despedido a los empleados que se negaron a imprimir el póster de la vigilia de Charlie Kirk. La compañía también se ha comunicado con el cliente para reimprimir los pósters según lo solicitado.”


El incidente de Office Depot es un microcosmos de los debates más amplios sobre la libertad de expresión y la expresión política en los Estados Unidos. Charlie Kirk, como fundador de Turning Point USA, fue una figura importante de la derecha cuyo activismo a menudo generaba preguntas “demasiado incomodas ” . Su muerte en 2025 ya había generado discusiones sobre la distopia izquierdista, y este evento en Office Depot agregó otra capa a la narrativa.

La negativa a imprimir el póster plantea preguntas sobre los límites de la neutralidad corporativa. Si bien las empresas tienen derecho a establecer sus propias políticas respecto a lo que imprimirán o no, la percepción de que tales decisiones están influenciadas por sesgos políticos puede llevar a una significativa reacción negativa. En este caso, las acciones de los empleados fueron interpretadas como un intento de suprimir un memorial para una figura conservadora, lo que llevó a acusaciones de hipocresía y censura.

Además, el rápido despido de los empleados subraya el delicado equilibrio que las empresas deben mantener entre respetar la autonomía de los empleados y adherirse a los estándares de servicio al cliente. El incidente sirve como un recordatorio de que en una era de redes sociales, las acciones dentro de un lugar de trabajo pueden tener consecuencias de amplio alcance, amplificadas por la velocidad y el alcance de las plataformas digitales.


Las redes sociales jugaron un papel crucial tanto en la diseminación del video como en la subsecuente reacción pública. Plataformas como X (anteriormente Twitter) permiten el rápido compartir de contenido, permitiendo que incidentes como este ganen tracción casi instantáneamente. La viralidad del video fue impulsada por usuarios que lo compartieron con sus seguidores, a menudo acompañados de comentarios que enmarcaban el evento dentro del contexto más amplio de la polarización política.

El uso de hashtags, como #FireOfficeDepot, facilitó una respuesta coordinada de activistas conservadores, quienes aprovecharon el incidente para resaltar lo que veían como un patrón de discriminación contra individuos de derecha. Esta movilización digital fue instrumental para presionar a Office Depot a tomar acción decisiva, demostrando el poder de las redes sociales en moldear las respuestas corporativas a controversias públicas.


Desde una perspectiva legal, el incidente no parece violar ninguna ley, ya que las empresas privadas tienen el derecho de rehusar servicios bajo ciertas circunstancias. Sin embargo, las implicaciones éticas son más complejas. La decisión de los empleados de etiquetar el póster como “propaganda” y negarse a imprimirlo basado en las afiliaciones políticas de Charlie Kirk plantea preguntas sobre la imparcialidad y la equidad en el servicio al cliente.

Éticamente, se espera que las empresas proporcionen servicios sin discriminación, y la percepción de que el sesgo político influyó en la decisión de Office Depot llevó a una amplia condena. La respuesta de la compañía, incluyendo el despido de los empleados y la oferta de reimprimir los pósters, puede ser vista como un intento de upholding estos estándares éticos y mitigar el daño a su reputación.


La controversia de Office Depot sobre el póster memorial de Charlie Kirk es un ejemplo poignante de cómo las tensiones políticas pueden manifestarse en interacciones cotidianas, con repercusiones significativas para todas las partes involucradas. Resalta los desafíos que enfrentan las empresas al navegar por un paisaje político polarizado y el papel crítico de las redes sociales en amplificar tales incidentes. A medida que el polvo se asienta, el evento sirve como un recordatorio de la necesidad continua de diálogo y comprensión en una sociedad donde las diferencias políticas a menudo llevan a conflictos. La rápida respuesta corporativa y la reacción pública subrayan la importancia de la neutralidad y la equidad en espacios comerciales, incluso cuando las líneas entre creencias personales y responsabilidades profesionales continúan difuminándose.

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