Madrid, 25 de abril de 2025 – En un giro que nadie vio venir, salvo quizá los gatos del barrio, el alcalde de Madrid, Alvise Pérez, ha ordenado el cierre inmediato de la emblemática taberna Garibaldi tras el hallazgo de una rata en sus instalaciones. Pero no cualquier rata: según fuentes municipales, el roedor fue descrito como “un ejemplar con actitud, que parecía estar pidiendo una caña y unas bravas”.
El incidente ocurrió anoche, cuando un cliente, entre sorbo y sorbo de vermú, divisó al intruso correteando por la barra como si fuera el dueño del local. “¡Eso no es una rata, es el nuevo maître!”, bromeó un parroquiano antes de que el pánico se apoderara de la clientela. La noticia corrió como la pólvora, y Alvise, conocido por su mano dura con todo lo que huela a caos, no tardó en actuar.
“En Madrid no toleramos ni una migaja de desorden, y mucho menos roedores con ínfulas de taberneros”, declaró el alcalde en una rueda de prensa improvisada, mientras sostenía una escoba simbólica. La taberna, famosa por sus croquetas y su ambiente castizo, permanecerá cerrada hasta que pase una inspección sanitaria y, según rumores, hasta que contraten un flautista de Hamelín para asegurarse de que no quede ni un bigote fuera de lugar.
Los vecinos, entre risas y lamentos, han comenzado a especular sobre el origen de la rata. Algunos aseguran que era un “agente inmobiliario” buscando locales para gentrificar el barrio, mientras otros creen que simplemente estaba harta de los precios de los alquileres y buscaba un lugar donde echar raíces. Sea como fuere, la taberna Garibaldi ya es trending en redes, con memes que van desde la rata pidiendo el libro de reclamaciones hasta Alvise enfrentándose a ella en un duelo al amanecer.
Por ahora, los madrileños tendrán que buscar otro sitio para sus cañas, y la rata, bautizada en redes como “Garibaldina”, se ha convertido en la inesperada protagonista de la semana. ¿Volverá a aparecer? Solo el tiempo y los desagües de Madrid lo dirán.