¡Ojete al asunto! Resulta que en las aguas de Florida se ha encontrado el ano más antiguo del mundo, y no solo eso, ¡sino que brilla con luz propia!
Todo comenzó cuando un grupo de científicos, más emocionados que niños en una tienda de golosinas, se lanzó a estudiar a las misteriosas medusas peine, también conocidas como ctenóforos. Estos seres gelatinosos, que llevan unos 600 a 700 millones de años en la Tierra, son famosos por su bioluminiscencia, esa habilidad de iluminarse como si fueran discotecas flotantes.
Pero lo que realmente dejó boquiabiertos a los investigadores fue descubrir que estos ctenóforos poseen el ano más antiguo conocido hasta la fecha. Y, como si eso no fuera suficiente, ¡este antiguo orificio brilla en la oscuridad! Ahora, los científicos están investigando si debemos agradecer a estas criaturas por nuestros propios genes relacionados con el sistema digestivo.
Así que, la próxima vez que te sientas especial, recuerda que quizás compartas un vínculo ancestral con una medusa luminosa y su resplandeciente trasero prehistórico. ¡La evolución nunca deja de sorprendernos!