El supremo ha condenado al conocido estafador de criptomonedas y Youtuber Dalas Review a cumplir una sentencia vitalicia.
En un giro de eventos que ha dejado al mundo digital con la boca abierta, el Tribunal Supremo ha emitido una sentencia sin precedentes contra el famoso youtuber, Dalas Review. Conocido por sus polémicas y su habilidad para convertir el drama en suscriptores, Daniel Santomé, el hombre detrás del teclado, ha sido condenado a leer su sentencia… ¡para siempre!
La corte, en un intento por traer un poco de justicia poética al ámbito de las redes sociales, ha decidido que Dalas debe subir un vídeo semanal a su canal de YouTube, donde leerá la sentencia condenatoria con “una narración suya al mismo volumen y velocidad” que empleó en sus vídeos más infames, donde insultó sin piedad al padre de su exnovia. Esto no es una simple tarea de un mes; no, el Supremo ha decidido que esta tarea será de por vida o hasta que aprenda a comportarse como un ser humano decente en la red, lo que en la era digital podría ser un tiempo incalculable.
Los jueces, probablemente con un toque de humor oscuro, han declarado que cada vídeo de disculpa debe permanecer en su canal durante no menos de seis meses, asegurando así que su penitencia sea vista por millones de espectadores que antes lo adoraban por sus chismes y ‘salseo’.
El abogado de la parte demandante, con un brillo de satisfacción en los ojos, ha comentado: “Es un castigo a medida. Si él ha hecho de su canal un púlpito de difamación, ahora será un altar de expiación. ¿Quién sabe? Quizás esto marque el inicio de una nueva era para Dalas… o simplemente lo aburra hasta el retiro digital”.
Los seguidores de Dalas, en su mayoría adolescentes y amantes del chisme digital, están divididos. Algunos creen que esto es una estrategia genial de marketing, mientras que otros están desconsolados al pensar que sus dosis semanales de drama serán reemplazadas por lo que esencialmente es un castigo educativo en directo.
En el mundo real, o lo que queda de él, este veredicto ha abierto un debate sobre la libertad de expresión versus la responsabilidad de los influencers en línea. ¿Es esta la nueva forma de justicia en la era de Internet? Solo el tiempo, y los vídeos de Dalas, nos lo dirán.