Madrid, 1 de agosto de 2025 — En lo que muchos ya han bautizado como “la metacampaña definitiva”, una estudiante del nuevo curso online de Pablo Iglesias titulado “Cómo vivir del crowdfunding sin renunciar a tus principios (ni a tu MacBook)” ha decidido aplicar el primer módulo del temario de forma práctica: ha creado un crowdfunding… para pagar el curso sobre cómo hacer crowdfundings.
“Ha sido una jugada maestra”, reconoce el propio Iglesias desde su despacho-taller-colectivo en el barrio madrileño de Vallecas mientras sorbe un café orgánico tostado por cooperativistas bolivianos. “La muchacha ha entendido el concepto de independencia financiera, lucha de clases y capitalismo emocional a un nivel que ni yo mismo esperaba. Es la Gramsci de los microdonativos”.
La protagonista de esta odisea política-financiera se llama Izaskun Goroliak, aunque en redes se presenta como “La Proleta Alfa”. Tiene 23 años, estudia Ciencias Políticas (aunque sólo se ha matriculado de una asignatura en los últimos tres cursos), y asegura que su inspiración viene de “la resistencia autónoma” y de “la tradición oral de los hilos de Twitter”.
“Vi que el curso costaba 180 euros, y pensé: ¿qué haría Lenin con Bizum?”, explica Izaskun mientras prepara su tercer directo en TikTok, esta vez en colaboración con un colectivo de skaters veganos que quieren montar un huerto urbano en una azotea okupada.
El crowdfunding, lanzado en la plataforma ‘Colectiviza.me’, fue un éxito rotundo. En menos de 48 horas, había recaudado más de 9.000 euros con el eslogan “No me des trabajo: dame dinero y un micrófono”. La campaña incluía como recompensa principal una videollamada de cinco minutos con Izaskun en la que explicaba “cómo es posible deconstruir el sistema sin salir de tu sofá”.
Mecenas ilustres y recompensas revolucionarias
Entre los mecenas que apoyaron la iniciativa destacan perfiles conocidos como:
- Un exconcejal podemita que ahora tiene una cafetería combativa con mesas de palets.
- Un streamer marxista-anarco-cristiano, famoso por jugar al Minecraft con una camiseta del Che.
- Y una señora jubilada de Lavapiés que no entendía bien qué estaba financiando pero “le gustó que la muchacha hablara con tanta soltura sobre comunas digitales”.
Las recompensas del crowdfunding eran tan abstractas como ideológicas:
- Por 10 euros: un “grito de clase obrera” personalizado en nota de voz.
- Por 50 euros: acceso exclusivo al newsletter “El Capitalismo Me Da Ansiedad”.
- Por 100 euros: una crítica razonada y con lenguaje inclusivo de tus decisiones de vida.
- Por 500 euros: que Izaskun te mire fijamente a los ojos a través de Zoom mientras repite “tú puedes ser también tu propio medio de producción”.
“Lo importante no es lo que vendes, sino lo que simbolizas”, declara Izaskun mientras posa con una tote bag que pone “Marx no pagaba alquiler”. “Yo simbolizo la lucha, la precariedad chic y la monetización consciente de la impotencia generacional”.
Pablo Iglesias se declara “emocionado pero preocupado”
Pablo Iglesias, que había preparado un curso con 6 módulos, 4 PDFs, 2 audios en ASMR y un bonus track en forma de tertulia con su peluquero, ha anunciado que ampliará el temario para incluir un capítulo nuevo: “Ética del crowdfunding revolucionario: cuándo parar de pedir”.
“Hay una línea muy fina entre la autogestión y el influencerismo con boina”, ha advertido el exvicepresidente del Gobierno, mientras revisaba las métricas de su canal de Twitch con gesto solemne.
El futuro de Izaskun : libros, camisetas y… ¿una candidatura?
Tras el éxito de su crowdfunding, Izaskun ha anunciado que lanzará próximamente una línea de camisetas con frases como “Hazte autónomo del sistema”, “Pienso luego visibilizo” y “Tu like es mi lucha”. Además, ha confirmado que está siendo cortejada por varios partidos municipalistas alternativos para encabezar una lista electoral en el distrito de Tetuán.
Cuando se le preguntó si eso no suponía entrar en las instituciones que siempre ha criticado, respondió:
—“Mi presencia será simbólica. Como la monarquía, pero deconstruida y sin herencia”.
Epílogo: nace una nueva escuela
Ya se habla en ciertos círculos universitarios de la “Escuela Almudenista de Economía Creativa”, que defiende la financiación continua de ideas que aún no existen, pero que podrían estar muy guapas. La consigna que corre por los pasillos de la facultad es clara:
“Si no puedes pagar un curso sobre cómo pedir dinero, pide dinero para poder pagarlo. Y que el círculo no se rompa jamás.”