Madrid, 7 de julio de 2025 – Diario ASDF
En un nuevo episodio de declaraciones que harían sonrojar incluso a una clase de primero de lógica, Podemos ha vuelto a acaparar titulares al pedir, con total solemnidad y sin una pizca de ironía, que el Gobierno aboliera primero la pobreza y derogara la ley de extranjería, antes de hacer cosas tan menores como… prohibir la prostitución.
Durante una rueda de prensa convocada en la sede morada de lo que antes fue una oficina de atención al parado y ahora parece un museo de la revolución cubana, la portavoz interina de Podemos (que no ha sido identificada porque el cargo rota cada semana en función de los chakras del círculo) soltó sin titubeos:
“Antes de mandar a las mujeres a la clandestinidad, podrían empezar por abolir la pobreza y derogar la ley de extranjería que las empuja a la prostitución. Es una cuestión de prioridades, ¿no? ¿O preferís seguir jugando al SimCity con la vida de la gente?”
La sala se quedó en silencio. Uno de los periodistas de La Razón preguntó si tenían ya un plan para abolir la pobreza, algo que ni Jesús de Nazaret ni la ONU han conseguido aún. La portavoz respondió con un encogimiento de hombros y un vago “habría que repensar el capitalismo”, seguido de un sonoro aplauso de sus compañeros de partido, dos perros con pañuelo y un becario de la Complutense.
¡Abajo la pobreza! Pero… ¿cómo?
Según fuentes internas del partido, el plan para abolir la pobreza consiste en una mezcla de renta básica universal, autogestión popular, okupación selectiva y reconversión espiritual del Ibex 35 mediante sesiones de biodanza.
También se baraja crear una App, financiada por fondos europeos, donde los usuarios puedan “donar privilegio” a quienes tienen menos. El sistema está inspirado en el videojuego The Sims, pero con más reuniones de facilitación emocional.
Prostitución sí, pero consciente
Otro de los puntos fuertes del discurso fue su defensa implícita de la prostitución como “una opción que muchas mujeres toman porque no les queda otra, lo cual en realidad es una forma de agencia política si lo piensas mucho y le das varias vueltas mientras te bebes un chai latte”.
Desde Podemos aseguran que abolir la prostitución antes de abolir la pobreza es como prohibir los flotadores antes de enseñar a nadar. “No se trata de invisibilizar a las mujeres prostituidas, sino de darles herramientas, como talleres de teatro del oprimido y huertos comunitarios.”
La formación ha prometido que, cuando lleguen al poder (de nuevo), pondrán en marcha su ambicioso plan de “economía sin pobres”, que incluirá la nacionalización de todos los Deliveroo, el uso obligatorio del trueque en Chamberí y la creación de un sindicato para las vendedoras de pulseritas en la playa.
Reacciones en Twitter y más allá
Las redes sociales, siempre prestas a la burla, no han tardado en reaccionar. La etiqueta #AbolidLaPobrezaYa ha escalado rápidamente, aunque muchos usuarios aseguran que la apoyan “irónicamente, como cuando pido que vuelva la URSS para no pagar alquiler”.
Santiago Abascal ha respondido en su cuenta con un lacónico: “¿Y abolir Podemos para cuándo?”, acompañado de un gif de Clint Eastwood disparando al aire.
Mientras tanto, Yolanda Díaz ha dicho que le parece bien lo de abolir la pobreza, pero que lo importante es hacerlo con estilo y sin gritar.
Una utopía muy bien intencionada
Preguntada por si creía que su propuesta era realista, la portavoz de Podemos concluyó:
“Claro que sí. Si soñamos a lo grande, quizá consigamos cosas pequeñas. Y si pedimos abolir la pobreza, al menos lograremos una comisión parlamentaria para estudiar si el hambre existe.”
Mientras tanto, el Gobierno ha asegurado que estudiará la propuesta, aunque fuentes del Ministerio de Asuntos Sociales reconocen que les queda más fácil encontrar vida en Júpiter que consenso en el Congreso para “abolir la pobreza” en julio”.
De momento, Podemos seguirá declarando cosas desde su sede-santuario, esperando que alguien escuche su clamor de justicia social y tenga, ya que ellos no lo tienen, un plan mínimamente viable para abolir cualquier cosa que no sea el sentido común.
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Podían empezar por abolir la pobreza y derogar la ley de extranjería que empuja a las mujeres a la prostitución antes que enviarlas a la clandestinidad.